Joder, ahora me acuerdo de un compañero de piso de unos amigos que era la reostia. Era algo asi como el hermano feo de King Kong, alto como un armario, gordo como una vaca y feo de cojones. Mira si era feo que en carnaval fue a comprarse una careta y le dieron solo la goma (bueno, eso es un chiste, pero el tipo daba verdadera grima). Joder, tenia unos morros como la Ester Cañadas esa, pero con cara de asco (no sé si me explico
).
Pues el cerdo ese (porque además, comía y bebía como un cerdo) tenia la costumbre de beber sin mesura, hasta que llegado cierto límite etílico se callaba de golpe, ponia los ojos como platos, se tapaba la boca con la mano, y se largaba corriendo a buscar un lavabo donde potar mientras todos nos partíamos la caja.
Una vez, en una fiesta de esas de estudiantes, lo mismo: llegado el climax, esa vacaburra se largó corriendo a potar al lavabo. Lo encuentra cerrado y sigue corriendo con la mano en la boca buscando otro lugar donde echar la pota. Acojonados todos, alguien le señala un segundo lavabo al cual ese bestia se dirige como un bisonte eloquecido, intentando retener lo que se avecinaba.
Al final llega a la puerta del bater, la abre de un empujón y ..uUAAAARGGGHHHH!!!!
Lo jodido es que dentro habia un tio cagando.
Me imagino el pobre tio cagando plácidamente en su intimidad, con la seguridad que da el pestillo puesto, y que de repente se abra la puerta y te aparezca un rinoceronte africano vomitándote encima con un ruido infernal.
Joder, yo del susto me muero.
Bueno, el resto de la historia ya es previsible.
Y se dió la vuelta y se puso a roncar. Se levantó como una rosa pero estuvo una semana cagando negro.
¿Alguna solución?
