No creas, este año está difícil. En 2017 la historia de Salvador Sobral era suficiente atractivo como para escucharle, como mínimo. Y acabó ganando. Prueba más que evidente de que la historia de que los países vecinos se votan entre sí, que los del este se votan unos a otros, etc. es una chorrada como un piano. Una buena canción, un buen marketing y como mínimo no haces el ridículo. España en lo segundo siempre ha sido nefasta, este año igual, así que nos comeremos una buena bofetada (ojalá). TVE lo mejor que puede hacer es dejar que vote la audiencia y quitarse el marrón de encima.
Pero como decía, este año, visto que en 2016 ganó Ucrania con una canción 100% política y que en 2017 el tema del cantante enfermo funcionó genial, son varios los que han apostado por lo mismo. Francia con una canción sobre un bebé nigeriano que viene a Europa y trata el tema de la migración del mediterráneo, va a por todas.