Yo prenominé la fotografía de "El Reino de los Cielos"
Personalmente, considero que John Mathieson, sobre todo para los tiempos que corren, es un operador muy bueno. Sin embargo, le ocurre algo parecido a lo de Wally Pfister (habitual de Christopher Nolan): al estar asociado generalmente a un director de fuerte personalidad visual, no se le suele tener tanto en cuenta. Sus orígenes como director de fotografía principal están ligados a la publicidad y los videos musicales, lo que le une mucho a Scott padre, hijo e hija, pero además de manejarse en el esteticismo habitual de estos medios, pienso que Mathieson aporta un plus de clasicismo en las formas cinematográficas, con un uso de las focales menos tendente a los teleobjetivos o un mayor naturalismo que evita preciosismos vacuos ("postalitas"); en definitiva, una mayor sobriedad que operadores tipo Alex Witt, Hugh Johnson, Dan Mindel, Dariusz Wolski o el resto de incondicionales del clan Scott, lo que le hace ser más adecuado para sus películas de mayor empaque. Lo demuestra sobradamente en "El Fantasma de la Ópera", un trabajo notable que pone de manifiesto su buen hacer en ausencia de Ridley, que en manos de Mathieson es una película de aspecto clásico, sobrio y natural, dentro de los cánones comerciales, por supuesto. Y en formato anamórfico.
Indudablemente, John Mathieson habría hecho un gran "Indy 4", al igual que podría hacer un gran Bond y seguramente termine haciéndolo. Como muestra, hasta la fecha se ha mostrado también reacio al empleo de técnicas digitales, prefiriendo los efectos creados delante de la cámara y la finalización fotoquímica en lugar de la digital. En "El Reino de los Cielos" se vió obligado al
Digital Intermediate debido a la premura con que se estrenó el film, pero toda la película está ideada para no tener retoque fotográfico en post-producción. Recuerdo que eran algunos
CGI y no la fotografía de Mathieson lo que cantaba un pelín. A mí me sigue gustando bastante su manejo de los exteriores azulados para sugerir ambientes fríos, la luz frontal sobre los personajes en exteriores para conseguir que los cielos marroquíes sean azules, las escenas con antorchas o sus interiores palaciegos en el Alcázar de Sevilla (con el Rey Balduino), iluminados con luz dura (HMIs en los patios) y únicamente difuminada por las telas extendidas sobre las ventanas y puertas del edificio. La pena es que Scott ruede tanto con multicámara y con lentes
zoom (en este caso, un 24-290mm), tanto para variar la focal durante el plano o como lente de focal variable que se ajusta toma tras toma, puesto que tiende a empobrecer las composiciones, al no exigir una situación tan precisa de las cámaras o de los actores en el decorado.