Joder con citar al metro... me acaba de salir una úlcera.
Estoy hasta los cojones de los gilipollas que, ya sea en el ferrocarril o en el metro, dos paradas antes, ya intentan ponerse delante de la puerta para ser los primeros en salir. Da igual que sea el ferrocarril de las 8:30, yendo hasta reventar a la universidad, y que no nos podamos ni echar un pedo porque no cabemos. La cuestión es empujar para situarse delante de la puerta, aunque luego media estación baje allí.