Muere un terrorista manipulando una bomba, muere un pederasta linchado, muere un violador en la cárcel... A nadie le daría pena y se oirían muchos "que se joda". Muere una corrupta, en la habitación de un hotel, después de (presuntamente o no) haber robado a manos llenas, haber dejado que otros robaran y después de haberse reído de los familiares de las víctimas de un accidente que seguramente se produjo por trinques varios de sus amigotes... Y hay que guardarle respeto, mostrar dolor y tal. Pues no, a mi esta tipa me da la misma pena que los anteriormente nombrados.
Mucha hipocresía es lo que hay, mucha. Y mucha gana de ponerse el traje de caballero blanco y llamar la atención. La base de nuestro problema con los políticos es ese respeto cateto, ese miedo palurdo a los políticos, como si fueran sacrosantos, propio de una época oscura de nuestro país. A tomar por culo ya, hombre.
Hay que señalar a los corruptos y hay que hacerlo fuerte y guardar respeto para quien lo merezca. Y hacerle el juego al partido más corrupto del país, cuando han tumbado varios homenajes a otros políticos o víctimas del franquismo, lo dejo para los que os chupéis el dedo aún peinando canas.
Y, si, que descanse en paz, como cualquier humano. La muerte nos iguala. Pero espero que sus compañeros de fechorías duren más, al menos lo suficiente como para pasar por los procesos judiciales que les esperan.