Vi parte del partido ya que el bebé se despertó y muy de acuerdo con esta cronica:
Saber cuándo, saber cómo
http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2013/08/17/tenis/1376705188.html
Supo aguantar en las malas y machacó cuando la fatiga hizo mella en el genio.
Rafa Nadal, por enésima vez, supo cuándo y cómo ganar a Roger Federer, que ya no anda para excesos cuando los partidos superan las dos horas. Hasta esa frontera le llevó de nuevo el balear para cerrar (5-7, 6-4, 6-3) su pase a las semifinales del Masters 1000 de Cincinatti, donde aguarda Tomas Berdych.
Nunca habían cruzado bolas Rafa y Roger en Ohio, uno de los cementos más rápidos del circuito. Propicio, por tanto, para el suizo. Más hostil con el 'número tres', pese a su extraordinaria racha el vigente curso, donde no había perdido ni uno solo de sus 13 partidos. Bajo las clásicas premisas de la pista dura, que privilegia el servicio y los puntos rápidos, se manejó la noche durante más de una hora.
El público, rendido a Federer, lo pasó de vicio por entonces. Jugaba el pentacampeón de Cincinnati como en los años dorados, encadenando dulcemente primeros servicios con 'drives' concluyentes. Para cerrar sus turnos de saque en menos de dos minutos. Para no conceder ni una sola de 'break' en todo el primer set.
Los saques de Roger
El paisaje que menos agrada a Nadal, visiblemente incómodo, incapaz de encontrar ritmo. Tanto le costó leer los saques que, como mucho, rascó un 'deuce' en el segundo juego. Federer le machacaba la zona de revés y tras varios amagos llegó el inevitable 'break'. Con 6-5 y servicio ya era demasiado tarde para frenar a Roger.
Cualquier otro se hubiera impacientado entonces. Con la premura con la que abrió en blanco el segundo parcial Federer, demoledor en todos los aspectos. Cualquiera menos Nadal, siempre con ansias de rebelarse ante la adversidad.
Golpe a golpe fue entrando en calor. Soltó el brazo y ganó picante en los golpes, sobre todo de revés. En el sexto juego, levantó con autoridad un 0-30 adverso. Se vivían entonces los mejores momentos de la batalla. Federer hizo cosquillas también con el 4-4, pero el partido viraba sin remedio.
Exceso de vista
Únicamente cinco errores no forzados de Rafa en toda esa manga, hasta el 'break', abrochado con una derecha paralela y la celebración a lo grande. A partir de ahí, el Nadal más aplastante, con siete puntos consecutivos y un 0-3 que ya lo ordenaba todo.
Incluso anduvo fuerte de cabeza el balear para sobreponerse a un error de cálculo en el quinto juego, cuando cantó fuera una bola que había lamido la raya. Ahí desperdició una oportunidad, aunque el plan seguía trazado. De poco le sirvió a Roger levantar tres pelotas de partido, porque su eterna némesis tenía claro que hoy jugaría de nuevo en Cincinnati, un Masters 1000 que siempre se le ha resistido. Si quiere jugar su primera final, debe ganar esta tarde (20.30 horas en España) a Tomas Berdych.