Leyendo mis comentarios escritos aquí tras mi primer visionado, me doy cuenta de que mi opinión sobre esta película ha cambiado bastante.
Cuando la ví, salí emocionado de la sala, pues desde "The Last Crusade", no había vuelto a ver en cine al arqueólogo. Me lo pasé pipa, la verdad, aunque hoy reconozco que mi crítica la hice más con el corazón que con la cabeza.
Han pasado 15 años desde el estreno y durante ese tiempo, he aprendido más sobre cine y también sobre Spielberg, así que ahora veo esta película con otros ojos.
Por un lado, no me emocionaría tantísimo al hablar de ella. Sí, hace 15 años os hablé como fanboy, pero hoy lo hago como usuario y amante del cine. La película me sigue gustando, me entretiene, me divierte y le encuentro muchas virtudes. Aunque he de reconocer que tiene muchos fallos que nadie esperaría del gran Steven Spielberg.
Tras 3 películas prácticamente redondas (una de ellas obra maestra absoluta), uno no esperaría que Spielberg la cagase con un guión que da tumbos y que no acaba de funcionar. La primera parte sí lo hace, recuerda a lo anterior y todo eso, pero una vez viajan a Cuzco, la película pierde todo lo que había construido.
Me encanta el principio, todo el prólogo (nevera incluida, no podéis aceptar la caída en bote hinchable del templo y no aceptar esto), me parece que Ford seguía en forma, los planos, la música... Pero la parte final es un estropicio de personajes, situaciones y cromas que bajan la nota estrepitosamente.
Aún así, la disfruto mucho. Le daría un 7.