Me ha resultado un poco larga y tediosa, sentimiento afín a la cara de hastío de Harrison Ford durante toda la película. Quizá lo mejor sea el principio, con el Indy joven en el tren pateando nazis. La técnica de deaging ha mejorado pero aún sigue sin ser convincente del todo, le falta fisicidad y expresión, los rostros siguen pareciendo demasiado sintéticos. Aún así las secuencias iniciales recuerdan bastante a las primeras pelis y están muy bien resueltas.
La trama marca de la casa, ir de un lugar a otro siguiendo pistas para conseguir un cacharro mítico, no emociona apenas. Los secundarios son bastante repelentes y no aportan una química destacable con el viejo Indiana, que ya está para el asilo pero hace unas piruetas increíbles y suelta unas hostias que ni Bud Spencer. El villano no me ha parecido mal, este actor siempre da grimaza y sabe dotar de un carácter chungo a sus personajes. Eso sí, lo de despejar el peligroso camino hasta llegar al "tesoro" y que poco después aparezcan los malos debería estar penado en la escuela del guionista. El final no es épico ni emocionante pero sí me ha parecido coherente, a pesar de todo la vida sigue.
En lo estético he echado de menos los planos canónicos de Spielberg (revelación de personajes, primeros planos), aunque Mangold se defiende bien, lástima que el aspecto digitaloide no ayude mucho al conjunto, como ya pasaba con la infame Calavera de Cristal.
No es una mala cinta de acción pero para mi gusto carece del alma propia de una peli de Indiana Jones.