Serán las temperaturas locas del verano, pero se me han presentado dos oportunidades para actualizar mi iPhone 7 y mi iPad Pro 9.7 que no he podido dejar pasar. Por muy poco he conseguido tener los dos tope de gama de Apple en teléfono y tablet. Y son dos máquinas impresionantes, la verdad.
Comento impresiones tras actualizar mi iPad Pro de 9.7" por el nuevo iPad Pro de 10.5". Sigo con el modelo Wi-Fi + Cellular y al igual que en el iPhone, he doblado capacidad de almacenamiento al pasar de 128GB a 256GB.
Aparentemente no hay muchos cambios, pero esa pulgada extra de pantalla en el mismo espacio físico la noto mucho y es lo que más me ha impresionado. En cuanto a calidad de imagen, al igual que el anterior modelo tiene una excelente colorimetría y su calibración y funcionamiento junto conTrueTone hacen una delicia utilizarlos. Muy destacable en el nuevo modelo los 120 Hz de tasa de refresco (ProMotion lo han llamado) que hacen que el scroll sea muy suave a cualquier velocidad.
Lo que impresiona es la comparación de la pantalla con la del iPhone X. Un iPad Pro con una pantalla OLED como la del iPhone sería increíble. Parece difícil que haya margen para más negros, pero la del iPhone X es notablemente mejor.
Aunque apenas utilizo las cámaras salvo la frontal para alguna llamada de vídeo, y ahí si gano pues han mejorado la frontal hasta los 7 megapixeles y soporte 1080p, que vienen muy bien.
El procesador A10X será más rápido que el A9X, no lo pongo en duda, pero ambos consiguen el mismo resultado para el uso que hago del iPad. Será más future-proof, pero de momento no percibo ganancia en ese aspecto.
No veo más diferencias y los dos me siguen pareciendo fantásticos. Mi señora tiene uno idéntico al que acabo de vender y está encantada con él.