Macas, con el nuevo iPad Pro puedes hacer mil cosas más que con el antiguo. Es como comparar un Ferrari con un Seat Panda. Ese procesador... Una bestia parda. En la keynote han dicho que tiene tanta potencia que sería capaz de ejecutar simultáneamente tres juegos en Flash.
El Apple Pencil ya ni hablemos. Lo más parecido a la traza de un boli Pilot pero con la suavidad de deslizamiento de un BIC naranja. Y con carga inalámbrica, como los cepillos Oral B, un auténtico escándalo.
Esa pantalla LCD pero Liquid. Quién no sabe las bondades de una pantalla LCD en su versión Liquid. Pixels a cholón. La pantalla más brutal que hayas visto jamás, tiene tantos pixels que ni los verás. Es tan, pero tan avanzada que la del iPhone XR supera en 2 ppi al iPhone 5. En el iPhone 5 se veían los pixels como pedruscos, dónde va a parar.
Yo vendía el cacharro pero ya.
También puedes esperar a que haya algo que aproveche a esto, aunque para aquel entonces ya habrá el iPad Pro 2019 (porque todas las aplicaciones que prometen ser brutales no salen hasta dentro de meses y sin fecha aproximada por el momento). Teniendo en cuenta lo que han sacado y que de primeras poco margen de mejora tiene salvo la pantalla, que algún día llevará una OLED, el día que saquen el siguiente modelo este bajará de precio. Mientras tanto, mucha potencia pero nada que le saque provecho. Comprar un Ferrari para ir por zona residencial a 30. Lo dicho, 2019-2020 serán los años en que el iPad Pro tendrá que mostrar de lo que es capaz y las ganas que tienen los desarrolladores de molestarse en hacer algo como un Photoshop completo. Mucho dinero invertido ahí que saben que recuperan porque es un formato que ya está más que probado en Surface (tanto en tablet/portátil como en el Studio) con un éxito arrollador. Pero a ver quién puede gastar dinero en un desarrollo así. Ojalá se anime el mercado. Que la salida USB-C permitiese conectar un monitor 5K a 10bits y Adobe RGB sería el puntazo.