Cuando se habla de algo Pro se entiende que estamos hablando en otros términos. Por ejemplo en fotografía, Canon y Nikon han sacados sus modelos de cámaras sin espejo, a imagen y semejanza de las Sony, que no bajan de 2000€ (ya no hablemos de los objetivos) y cuando les han preguntado por qué llevan solamente un slot SD la respuesta de ambas marcas ha sido la misma: no consideramos estas cámaras como profesionales
Vete a Zara y pregunta por una prenda de ropa que no encuentres en la tienda. Quien te atienda sacará del bolsillo un dispositivo en el que tienen una aplicación que busca el stock de la tienda, consulta almacén, otras tiendas, si está en almacén te lo piden pulsando un botón, etc. ¿Alguien sabe qué dispositivo es? Porque si nos ceñimos a que lo usa alguien para trabajar, desde luego es un dispositivo más profesional que la mayoría de los que conocemos. Es más, lleva una funda que le añade lector de código de barras, por si llevas una prenda pero buscas otra talla y no la hay, entre otros usos. Se admiten apuestas
Se supone que aplicar un término Pro a un dispositivo cuando ya tienes uno similar que no lo lleva es porque puede hacer algo más. Mucho más. Cosas que no significan, por ejemplo, más potencia. En mi trabajo los portátiles que nos dan no son los que más benchmarks tienen, ni falta que nos hace. Los portátiles se buscan que tengan el mayor número de conectores USB, que traigan DisplayPort y a ser posible lector de tarjetas. A mí me parece genial que en iPad se vaya a poder usar un Photoshop completo, así como puedes usar en Surface. Pero por ser algo práctico. Para un ritmo de trabajo diario es inviable. Lo mismo para producir música. Un estudio profesional de verdad puede meter estos dispositivos para ciertas tareas y nos flipa verlo, pero no da para mucho más. Porque si nos ceñimos a "es que con esto puedo hacer trabajos profesionales", ¿acaso un portátil de 300€ no puede hacer un trabajo profesional como el que más? Un comercial que usa el correo, Word y Powerpoint es tan profesional o más que un músico que edita su disco en un iPad. ¿Su Huawei de 100€ es un dispositivo profesional? Pues todo depende de la perspectiva. Pero aquí es Apple la que añade a un iPad un término Pro. Y resulta que ese término Pro es hardware. No son funcionalidades a lo loco. ¿Acaso no puedes editar un disco con chorrocientas pistas en un iPad Pro y en un iPad de 400€? Las limitaciones del iPad normal muchas veces están impuestas por Apple. No sé ahora, pero en su momento iMovie en iPad Pro permitía editar vídeos 4K y en iPad normal no. Como si no pudiese editar esos vídeos de sobras. Desconozco si siguen imponiendo ese tipo de restricciones sin sentido con el único ánimo de fomentar la compra de un producto superior.
Sobre por qué en muchos sitios se utilizan iPads (normales) en modo kiosko (como esos de Iberia, en ING cuando vas a una oficina, etc.) principalmente hay dos motivos:
- Marketing: Aunque un iPad sea hasta más barato que ciertas tablets Android, una marca intenta llamar la atención de sus clientes a través de otras marcas. Es lógico. Dos aerolíneas te llevan igual de un aeropuerto a otro. Si tu marca intenta transmitir ciertos valores, qué mejor que hacerlo que usando otras marcas que están buscando lo mismo. En casos así hasta la propia Apple pone de su parte para que esté ahí su producto. Es un beneficio para ambas.
- Control de los dispositivos: todos estos cacharros se administran de forma remota a través de lo que se llama un MDM (VMware Airwatch, que ahora se llama VMware Workspace ONE UEM, MobileIron, etc.). A través de un agente desplegado en los dispositivos, controlas desde el despliegue de aplicaciones, las restricciones de lo que un usuario puede hacer o los modos de uso (kiosko, multiusuario...). Lo que está permitido hacer depende de Apple en el caso de iOS, obvio. En el caso de Android dependes de cada fabricante, que te da acceso a lo que ellos van implementando en su SDK propio. Y ahí te encuentras con que Samsung a nivel empresarial va a años luz del resto. Luego Huawei y alguna más tampoco lo hacen mal. Pero con otras marcas no puedes hacer nada. Por tanto tienes dos opciones principales: Apple o Samsung. Si sumas el aspecto de marketing y la garantía de que en todos los dispositivos vas a tener implementado casi todo a nivel MDM, pues ya lo tienes.
En mi opinión, y además puedo decir que hará dos años compré un Surface y lo devolví a los dos días, creo que al iPad Pro le faltan ciertos detalles fundamentales. No entiendo cómo pueden permitir conectar un monitor 5k externo pero no puedes deslizar a otra pantalla una aplicación y poder tener una en el iPad y otra en el monitor. Me parece surrealista que con semejante hardware no puedas hacer lo primero que haces cuando conectas un segundo monitor.
Y el iPad Pro pesa y ocupa mucho menos que una Surface, y el SO es mucho más cómodo para el uso táctil. Usos profesionales tiene para aburrir, y aunque la Surface tenga más, los que tiene el iPad están mejor conseguidos que con el incómodo (en comparación) todoterreno de Microsoft.
Insistes en comparar un iPad Pro con un Surface, cuando un iPad Pro (¡es lo que vende Apple!) has de compararlo con un portátil. Un Surface es un portátil reconvertido en modo tablet, pero un portátil al uso. Un MacBook Pro al que le quitas el teclado y le pones el teclado de un iPad Pro y la pantalla táctil. No tiene más ciencia.
Te animo a nombrar un uso profesional más conseguido (no sé qué significa eso, por cierto) que el de un portátil. Y no te ciñas a Surface, equipos con sistema operativo de escritorio en general independientemente del sistema operativo que lleven.