Yo no me atrevo a proponer nada. No soy político ni jurista... me falta información, preparación y estudio para tratar de determinar cuál puede ser el alcance de unas medidas que, en todo caso, deberían ser siempre temporales, discrecionales y excepcionales. Lo que está claro es que algo hay que hacer; lo contrario es un lento suicidio.
Igual que aceptamos con naturalidad que, ante indicios razonables de peligro para la salud pública, se puedan suspender temporalmente determinados derechos, ante una amenaza de estas características no podemos quedarnos de brazos cruzados. Existe un peligro claro que hay que atajar de raíz (y no con el "tenemos que acostumbranos a esto").
¿Diálogo con los moderados? Sí. ¿Buscar la cooperación antes que la coerción? Sin duda. Pero nadie puede negarnos el derecho a la legítima defensa.