Respuesta: John Carter (de Pixar, en imagen real)
donde el director copia de aquí y de allá (Stargate a la cabeza, Star Wars, Dune, Flash Gordon, Prince of Persia, Avatar, Cowboys and Aliens pulula también... ¿Lawrence de Arabia? jajajaja y más jajajaja... coff coff coff).
¿Eres consciente de que la historia original de John Carter es anterior a todas esas películas que mencionas, no? Y que incluso aquellas se inspiraron en la obra de Burroughs.
De hecho, el primer capitulo de la obra salió serializado en 1912 bajo el titulo "Bajo Las Lunas de Marte", es decir, que la peli se estrena en el centenario de su primera aparición publica; posteriormente fue coleccionada en formato de libro en 1917 retitulada como "Una Princesa de Marte".
Aunque ha sido una novela fundacional y enormemente influyente (gente como Lucas, Bradbury, o varios cientificos como Carl Sagan confiesan que les isnpiró) y madre de muchas ideas y estructuras hoy comunes en la ciencia ficción, vertiente más fantastica, también es cierto que, desde un punto de vista puramente cinematográfico, puede que la adpatación se haya inspirado demasiado en gestos, formas y maneras de otras peliculas, terminando el circulo de influencias.
Es un film raro, no obstante, y aun estoy pendiente de verlo, pero es raro; Una PRincesa de Marte no es sangriento, ni tiene sexo, pero no es material para la Disney, ni a priori parecía materila para el director de Nemo o Walle. Es feroz, salvaje, realmente exotica, y todos, TODOS los marcianos van en bolas (y las mujeres ponen huevos). Aunque esto ya no es cosa de Disney; conseguir un reparto de buenos actores que hagan ua peli de aventuras en bolas es cosa imposible...
Pero es una obra sucia, donde el polvo mancha, y todo lo que he visto de este film es demasiado limpio, recogido y ordenado.
Aún así, a ver que tal la pelicula por sus propios méritos, pero es un poco como esa manía que le dio a Disney a partir de Pocahonta sde intentar infantilizar con toques semi-adultos-pero-no-lo-suficiente novelas que de infantiles no tenían nada.