Respuesta: John Mctiernan
Una pequeña rara avis dentro de la filmo de McTiernan donde acostumbrados a su estilo frenético y su pulso narrativo ferreo a la hora de plasmar grandes escenas de acción toma el rumbo hacia el cine de aventuras clásico donde la guerra de sexos y la ecología frente a la ambición del hombre son las constantes de este filme. Con cierto aroma a los escritos de Chrichton, el director recurre una vez más a Connery después de haber quedado como amigos en "La caza del Octubre rojo" (éste es quien produce la película) como un rudo médico que encuentra la cura al cáncer, siendo su química y sus dotes interpretativas lo mejor de la película. Lorraine Bracco será la parte femenina de la historia, cuyas dotes interpretativas a veces rozan lo cargante pero consigue ser una partenaire bastante adecuada por el choque de carácteres (aún siendo nominada a los premios Razzie).
Lo más gracioso del caso es que estamos ante un filme de pulso templado, casi intimista, donde la aventura está a cuenta gotas y sin mucha espectacularidad como tal (sin ir más lejos, el momento más tenso acontece en la parte final) pero mantiene la esencia del género donde el simple hecho de descubrir qué es lo que provoca la cura ya es toda una aventura en sí mismo. Es un filme más de actuaciones que situaciones. Un punto de inflexión en la filmografía de McTiernan donde el guión (de Tom Schulman) es conciso, directo y sin perderse en mucha parafernalia haciendo hincapié en la relación tirante y luego imprescindible entre los egos y convicciones de los dos doctores deparando el clásico refrán de "los polos opuesto se atraen".
Quizás suene extraño que el director que revolucionó el cine de acción con dos totems como Die Hard o Predator decida enfrascarse en un producto tan ajeno o alejado de ciertas constantes donde aquí se sirve del choque cultural, del egoismo del hombre frente a la naturaleza y como el hombre acaba destruyendo todo lo que toca aunque cuente con buenas intenciones (la escena final es un buen resumen de lo que se intuye desde el mismo instante que vemos aparecer la primera columna de humo). Como indicaba antes, la película juega muchísimo con la guerra de sexos, en muchos momentos, con la comedia por bandera.
Añadámosle una partitura de parte de Goldsmith dándole un aura de misticismo, epicidad y belleza poética a un filme que no desmerece el visionado y a pesar de contar con algún momento que otro puntual donde la cosa se resiente (precisamente por parte de Lorraine Bracco, su excentricidad nerviosa juega en contra suya) no deja de ser una película interesante, que apenas decae y visualmente es todo un prodigio, siendo el bosque del Amazonas un personaje más, como la escena donde escalan los árboles y a través de cuerdas podemos contemplar la majestuosidad del lugar junto con el carácter afable (aunque un tanto desdibujado) de la tribu local.