Respuesta: John Mctiernan
(
Die Hard with a Vengeance, 1995)
Simon dice...
5 años después cambiamos de escenario y volvemos con el mejor. McTiernan vuelve a posicionarse como director en una de las mejores entregas de la saga y encima una de las mejores películas del cine de acción de los 90. Lo que más me sorprende a día de hoy es como el guión funciona como un reloj desde el primer segundo con el rótulo apareciendo a golpe de surround y reventando la ciudad a golpe del "Summer in the city" de The Lovin' Spoonful para subir el telón de este espectáculo pirotécnico en estado de gracia. Es impresionante la concatenación de set pieces sin despeinarse y encima ofreciendo acción a raudales mientras McClane y Zeus, el buen samaritano, juegan a las pesquisas urbanitas mientras el hermanísimo de Hans Gruber expolia la Gran Manzana a ritmo marcial.
La sensación de angustia veraniega, la magnitud de la propuesta y el empleo de la ciudad de Nueva York como gincana a contrareloj con pruebas letales a cual más divertida (el juego de las garrafas que tanto me ha hecho siempre estrujarme la cocorota) hacen que "Junga de cristal III: la venganza" sea un deleite para los amantes del cine de acción puro y duro, con un héroe de acción que sufre, sangra, suelta tacos a borbotones al igual que recibe mamporros adoleciendo todos y cada uno de ellos. De guión sencillo pero eficaz, repleto de pistas a modo de puzzle con la intriga por bandera y la acción en dosis exactas (el ascensor, el metro, el acueducto, el interior del barco, etc.). Quizás le sobra alguna escena puntual que otra (el rescate de los niños) y un final un tanto forzado que quizás necesitaba un repaso pero desde luego la tercera entrega de la saga rompe por completo con el tópico de que pocas terceras partes se salvan de la quema.
Bruce Willis se sabe el manual de protagonista carismático y vuelve a conseguir ofrecer un John McClane imprescindible, retirado pero obligado a volver a quien juntan con un secundario de lujo como Samuel L. Jackson, una de las mejores incorporaciones de toda la saga interpretando a Zeus (sus frases son las más impagables de toda la película amparándose siempre en un racismo incurable). McTiernan juega con la cámara de una forma perfecta donde el montaje vuelve a ser su mayor acierto dándole soltura al metraje y consiguiendo el dinamismo y la tensión necesarias para que la acción y el suspense no decaiga en ningún instante.
Porque recuperar a la familia Gruber como villanos y volver a recurrir a su modus operandi pero de forma mucho más explosiva no tiene precio aunque este hermano sea menos carismático. Pero se le perdona. Tan sólo por ver lo premonitorio de la propuesta al ver como terroristas llenan de bombas New York con Las Torres Gemelas de fondo sin atisbar lo que sucedería 6 años después provoca escalofríos.