El problema fundamental es que las series cortas, de 10-12 episodios, se emiten rodadas, terminadas. Y, igual que el cine, tienes una limitacion y por tanto una obra acabada por temporada desde la concepcion. Las temporadas de 20-22 episodios, dejando a un lado que sueles empezar con encargos de los primeros 13 episodios y ya veremos, incluso cuando todo marcha bien y se pide el resto, se emiten mientras se ruedan, y las audiencias, reacciones, criticas y, con internet, opiniones, afectan inmensamente una obra que está en plena formación. Ademas, son obras construidas para largo alcance, es decir, para resistir una cierta continuidad, aunque haya un plan, porque no saben a dónde van con seguridad, y eso les obliga a conceptos que se tienen que mantener en el tiempo, y en esos casos nunca sabes qué funcionará mejor ni peor. No s la primera vez que empiezas una serie con una idea y te da cuenta de que otra funciona mucho mejor in media res. Por no hablar de que al no estar del todo seguro de nada, tienes que tener una serie de localizaciones seguras y recurrentes para poder adaptarte a la versatrilidad requerida. Y claro, son más caras. Es otro mundo.
Las series de 22 episodios tienen sus ventajas. Las oportunidades para profundizar y crear algo de mayor alcance y pausado son mayores, pero claro, son mas arriesgadas, son un salto al vacío, hay que tener paciencia, darles tiempo (algo casi utopico en un mundo en el que se juzga una serie al tercer episodio) para encontrarse y son mucho menos cinematograficas en su estructura y sus medios. Y claro, más imperfecciones. Estamos hablando de rodar 40-50 minutos per episodio en semana, semana y media, a veces sin apenas ensayo, con dias de trabajo de 18 horas y mucha improvisacion. Y no hay posibilidad de retraso. En tres semasas emites SI o SI. Las posibilidades para florituras formales siempre son menores.
El concepto de "relleno" puede darse en cualquier lado, si, pero es más frecuente en las de 22 episodios. Se dan por muchos motivos. Desequilibrios en el presupuesto, cansancio del equipo, darse tiempo para cambiar algo en marcha, encontrar la formula naciente de ese cambio, que vayan mal de tiempo, episodios que se complican, lesiones, escandalos...
Es una pena, pero en una epoca sin paciencia, en la que se le va exigiendo a las series que tengan los mismos lujos que el cine y en la que uno uiere ver 30 series a la vez, apenas se tienen en cuenta las vastas diferencias en el contexto y la ejecución de tipos diferentes de serie y se comparan con tremenda injusticia. Y es una pena. Porque las series de 22 episodios tiene su lugar, tienen sus caracteristicas únicas y ofrecen oportunidades que las mas cortas no tienen. Seeria una pena que fueran desapareciendo, pero bueno, la media en los 60 era de 36 episodios. Los tiempo cambian y el arte se adapta.
Ahora el debate es menos 13 vs 22 y más binge a lo netflix o serial semanal.