Magnífica crítica. Tochazo, algo hater sobre la rapidez que pasan las cosas en las dos últimas temporadas, y alguna que otra boutade de que esto con tiempo se habría arreglado pero echa con enjundia y que merece la pena leerse. Por momentos es maravillosa, equiparando la victoria de Daenerys como un hecho que ha pasado siempre a lo largo de la historia del hombre, sobre sus ganas de conquistar, su derecho de conquista, el poder y las traiciones.
Juego de Tronos 8x05 - Las Campanas : Impresiones de un No Lector .
Algunos extractos....
[...]"El ejército Lannister depone sus armas por intimidación:
primera bofetada de realpolitik para el antaño genio de la lámpara Tyrion. Luego llega, naturalmente, lo que se preveía: Daenerys, con la victoria ya en la mano, no se conforma, se transforma en su padre,
es el Rey Loco que ha resucitado y encima de su increíble animal de destrucción baña con la muerte a civiles, amigos y enemigos. No distingue, no puede distinguir. ¿Acaso tiene razones para hacerlo, a estas alturas? ¿Quién puede reprochárselo?
La serie la ha enfrentado con Jon en dos días, lo ha hecho a machamartillo, sin transición, sin épica; pues bien, la épica la ha puesto ella.
Es la gran actuación de Emilia Clarke, la actuación más esplendorosa de una actriz a menudo inexpresiva, ñoña incluso, que pocas veces logró transmitir las sensaciones imposibles de desentrañar que debe transmitir una mujer que quiere conquistar el mundo y que lo lleva haciendo durante ocho años con la vida y la justicia en una mano y con la cólera y el exterminio en la otra.
Ella es la épica: es la épica de la oscuridad, y es hermosa, mucho más hermosa y más atractiva que la confusa, vaga y estúpida reacción paniaguada de pretendida sorpresa horrorizada de Nieve ante la masacre. Es una sorpresa que no se la cree nadie,."
AQUÍ POLLA BRUTA:
[...]Daenerys es la más fuerte, no hay ninguna duda de eso.
Su decisión enfrenta a millones de espectadores occidentales, criados en la superabundancia y en la inocuidad (bendita) de un sistema socioeconómico esterilizado,
ante la realidad bruta y basta, con be, de la vida:
para hacer tortillas hay que romper huevos y el poder sólo puede alcanzarlo quien lo desea a toda costa; un animal acosado es el más peligroso de todos; y
no hay código moral que sobreviva al ansia humanísima de conquistar y dominar a los demás: el público
millennial ha descubierto que no sólo los gatos son animales territoriales,
el más territorial de todos es el hombre. El territorio ha de defenderse cueste lo que cueste, y en la larga historia del poder entre los hombres, la mera sospecha de traición equivale a una certeza de traición. Daenerys se ha sentido traicionada, da lo mismo que lo haya sido de verdad por Jon, o no.
Ha respondido como responden quienes han escrito siempre la Historia.
Daenerys ha jugado al juego con unas reglas que no son ni masculinas ni femeninas: son las que son, iguales para todos, pero ella tenía las mejores cartas.
¿Qué ha sido siempre el pueblo en esta serie? Tan sólo un recurso, un recurso de quienes tenían peores cartas que ella, un recurso para disuadirla de ejercer a fondo su poder: como decía Nietzsche del cristianismo, que era la religión de los más débiles, hecha por los más débiles para paralizar al más fuerte.
Daenerys ha trascendido a todo eso, se ha puesto por encima de la moral. Jon ahora queda en pie únicamente como depositario de un ambiguo y artificial sentido de la ética, del honor de los inocentes, del clamor de las víctimas pidiendo venganza desde el más allá; verlo sentado en el trono de Poniente será ver sentado en el poder a lo políticamente correcto y es razonable esperarlo, pero
yo hoy quiero brindar por Daenerys, Daenerys de la Tormenta.[,,,]