Respuesta: KENNETH BRANAGH: actor, director y adaptador
No sabes lo que te agradezco la recomendación, Sorel. Una jartá de reir y disfrutar a partes iguales.
(In the Bleak Midwinter, 1995)
Como siempre me ha parecido (y con este título vuelve a cumplirse) Brannagh no debería salirse de Shakespeare. Para mi gusto tiene un don, algo especial que todo lo que toca referente al escritor lo convierte en algo realmente interesante de ver y sobre todo en algo digno de conocer.
En esta ocasión la historia, como no, ronda en torno al típico actor en paro que para sentirse realizado decide crear una obra de teatro basada en la inmortal obra de Hamlet. La historia es bien sencilla, sin muchos ingredientes en la ecuación pero es a partir de la presentación de personajes cuando (a los pocos minutos de metraje) cuando despega como un cohete y no cae hasta los títulos de crédito finales. Creo que cuando se inventó la frase "actores en estado de gracia" se hizo pensando en el elenco al completo porque no hay ni uno solo que sobre o que pueda ser intercambiado por un rostro más conocido. Cada uno ofrece un rol necesario para que la historia llegue a buen puerto (inseguridades, credenciales ancladas en tiempos pasados, locuras de actor, divos venidos a menos) pero todos con su correspondiente carácter distintivo.
Lo mejor de todo es que Brannagh crea un guión repleto de humor ácido, irónico, rápido y sobre todo con diálogos de tatuarse porque si algo brilla por encima de todo es que no hay un momento de respiro. Realizada por partes (o capítulos) como si de una auténtica obra de teatro se tratase la película es toda una oda a la parte interna del mundo del teatro, representándolo todo con (mucho) respeto y sobre todo devoción. Pero hay hueco para el sentimentalismo (sobre todo en la parte final) donde las emociones, los secretos, recuerdos y las vivencias afloran por sí solas de una manera exquisita, sin alardes pero todo muy bien rematado.
Y por si todo esto fuera poco contamos con una obra de teatro final donde se representa un Hamlet vivo, repleto de momentos cómicos y a la vez llamativos. Rodada en blanco y negro y con una escueta banda sonora que más bien acompaña a las escenas y acciones (pues en sí son la clave de la película) "En lo más crudo del crudo invierno" es una película de visionado obligatorio, rodada con maestría, sabiendo lo que tiene que contar en el momento exacto, sin nada que le sobre y sobre todo con una realización modélica ajustada en un metraje acorde con la historia.
En serio, de disfrutar de principio a fin.