Respuesta: La Diada 2012, un antes y un después?
Reflexiones deparramadas:
1. No siento ultrajada mi dignidad de catalán por ser también español. Para nada. Soy un persona digna de los pies a la cabeza. Por lo que la independencia se puede pedir por otros motivos pero no por dignidad. O en todo caso por una dignidad personal, no de la comunidad de ciudadanos.
2. Os lo pido por una cuestión de higiene mental. Dejar de hablar de los catalanes o los españoles como una globalidad. Los catalanes no salieron a la calle. Salieron muchos catalanes, pero no todos. Para empezar 5.000.000 que no sabemos que hacían a esa hora. Los españoles no nos odian. Lo harán algunos españoles, o muchos, igual de analfabetos que algunos, o muchos catalanes. Pero jamás, en ambos casos, todos. Esa globalización es quizás lo más cansino de todo.
3. ¿ Qué independentistas merecen mi respeto como independentistas? Los que ya lo eran antes de la crisis. Los que llevan peleando o defendiendo la independencia de cataluña desde siempre. No los que empujados por la crisis se han desvelado oportunistas, no los que nunca lo han sido, no por los que se hacen por intereses personales y no de estado y no por los que tienen un discurso culturalmente analfabeto que basan su defensa de la independencia en el que nos roban y poco más, que son muchos. Hay mucho independentista de convicción, mis felicitaciones por ello, pero de la manifestación del domingo habían muchos más de los otros. Como toda la vida, los independentistas de verdad han sido los que han sido. Muchos de los del domingo nunca habían estado antes. Son nuevos en estos menesteres. Y tal como vienen se van. No contéis con ellos si las cosas vuelven a ir bien.
4. El papel de los políticos. Esto es lo peor. La peor de las calañas. La miseria intelectual en esencia. La podredumbre moral, ética y filosófica. Principalmente la de los que son responsables de liderar o de comunicar. Un impresentable presidente de Extremadura que es capaz de decir estupideces sin medir el alcance de las consecuencias de tales exabruptos. Un mesiánico en Cataluña que se apunta a un carro al que no se había subido y que no tiene los cojones de decirle a la gente que lo que pide no puede ser ni a corto ni a medio plazo y que hay que cumplir la legalidad y que no es fácil. Solo frases vanidosas y soberbias de otro que no mide las consecuencias de sus palabras, que se deja que la tarea que solo con querer es suficiente. Eso lo convierte automáticamente en un irresponsable que será responsable de cruzar una linea que acarreará graves problemas. Creerá que amparado en la multitud podrá incumplir la ley y salir impune de su sanción. Tendrá la tentación de hacerlo y podrá arrastrar a los catalanes a un problema mayor. Cuando a este tipo de gente le entra la divinidad en el cuerpo no tiene techo.
5. Las cosas tienen que cambiar. Todo lo anterior no significa que piense que nada ha de cambiar. Se ha de reevaluar el equilibrio económico del estado. Ahora las diferencia de balance contable han de tener otro cálculo. Se tiene que terminar con la idea de que de manera permanente y constante las comunidades ricas han de estar financiando a las pobres. Eso desincentiva que las pobres hagan esfuerzos por ser autosuficientes. Necesitan tener la presión de la necesidad de esforzarse para salir adelante. Los desequilibrios que deben subsanarse son los que por recursos propios no podrían ser reparados. Infraestructuras básicamente. Una vez las infraestructuras proveen a esas comunidades de igualdad de condiciones materiales el resto ha e ser responsabilidad de ellas y no de las otras comunidades. El balance ha de seguir siendo positivo a favor de las pobres pero sin las distancias actuales que impiden a las ricas seguir siendo competitivas. Por eso el necesario un nuevo pacto fiscal que dé al sistema más justicia y equilibrio. Pero de eso a la independencia a un mundo. La pena es que solo por este argumento han proliferado los independentistas como setas. Y eso no es.
6. Lo de la idiosincracia cultural de los catalanes. ¿ Mandeeee? Los catalanes tenemos en esencia la misma cultura que el resto de españoles y de la mayor parte de Europa. Lo que se tiene diferenciado son costumbres, no cultura en mayúscula. Lo que nos diferencia son las extremidades, el tronco es el mismo. Mismos valores, mismos principios éticos y morales, una misma religión vertebradora, el cristianismo que es el fundamento invisible de las ideas occidentales, el respeto al prójimo,a la igualdad entre los hombres, a los derechos humanos, a la mujer. Esto que parece una obviedad no es así en otras culturas. Eso sí es diferencia, no lo que tenemos aquí.
7. El idioma. Un idioma distinto no te hace diferente. El castellano y el catalán son dialectos, entendámonos, de un idioma común, el latín. Las distancias geográficas ,en la época de desarrollo de los idiomas, eran insalvables. Y el paso del tiempo creaba particularidades que derivaron en idiomas nuevos. Detrás de la creación de esos idiomas no había un sentimiento de construir una cultura propia. Era fruto de unas circunstancias concretas, sobretodo geográficas. Hoy en día no se crea un idioma nuevo ni en pintura. Hoy las distancias geográficas son inexistentes. Hoy tienden a desaparecer no a crearse. Como es un instrumento utilizado para entenderse mi concepción de un idioma y el valor que le doy es más limitado. No me aferro a él como una garrapata para tener aspiraciones independentistas de ningún tipo. No lo considero un elemento troncal de las diferencias entre los pueblos.
Otro día más que estoy cansado de escribir.