El expresidente catalán prófugo de la justicia tiene un equipo de vigilancia voluntario "leal, pero chapucero", que puede costar unos 30.000 euros mensuales
La seguridad del expresident Carles Puigdemont en Bruselas (Bélgica): 15 mossos a turnos con un coste de 30.000 euros al mes. Estas son las cifras que dan diversas fuentes sobre los escoltas voluntarios del exjefe del Gobierno catalán prófugo en la capital comunitaria, un servicio que los profesionales ven "leal, pero chapucero".
Según han informado diversas fuentes consultadas, el exlíder del Ejecutivo autonómico tendría a tres personas siempre con él: dos encargadas de la seguridad dinámica, entre las que se encontraría el mosso expedientado por la División de Asuntos Internos (DAI), y un agente de contravigilancia. Todos ellos, agregan las mismas voces, están en activo y se turnarían con compañeros para no perder días de trabajo. Con este esquema, hasta 15 agentes participarían en un dispositivo montado sobre días libres y vacaciones que generaría una factura de 30.000 euros al mes "tirando muy bajo".
Desde París y en pisos turísticos
Las fuentes conocedoras explican cómo está montado el operativo. "Se trata de agentes leales al expresident que vuelan de Barcelona a París (Francia), y de allí a la capital belga en tren para no levantar sospechas. Se alojan en apartamentos turísticos reservados por un tercero por internet siempre en zonas de la comunidad flamenca, donde minimizan los riesgos", detallan.
"Para realizar un servicio de protección de 24 horas a una personalidad de este tipo son necesarias ocho personas: dos turnos diurnos cubiertos por tres componentes --dos escoltas más el servicio de contravigilancia-- y un turno nocturno desempeñado por dos agentes si se realiza en turno estático, en el domicilio de la persona", aclaran para explicar la norma general. En el caso de Puigdemont, el dispositivo sería más relajado: de tres personas a turno con otros agentes que les relevarían desde Barcelona.
Mossos: "Asunto bajo investigación"
Preguntado por la cuestión, un portavoz de los Mossos d'Esquadra (CME) ha indicado a este medio que el asunto del mosso que acompañaba al expresident prófugo en función de escolta en Bruselas "se está investigando". Como en pesquisas de cualquier otro tipo, sean internas o externas, el cuerpo no puede aportar detalles que alteren la investigación, incluido el número total de efectivos implicados en el servicio de seguridad.
Como norma general, la misma fuente ha recordado que existe un código de incompatibilidades --"en revisión"--, que prohíbe a los agentes "desempeñar segundas actividades que tengan relación con su trabajo en el cuerpo. Un servicio de vigilancia, escolta o seguridad personal quedaría dentro del perímetro de esas exclusiones". En cualquier caso, un funcionario que quiera realizar una segunda actividad "debe solicitarlo a la prefectura. Y normalmente las solicitudes son incompatibles".
Expertos: "Vigilancia chapucera"
Directivos expertos en vigilancia personal han aportado más datos. "Se trata de un operativo chapucero, de cara a la galería. Las escoltas a vip en modo de seguridad dinámica son los llamados de confianza: una o dos personas. Y una o dos más de contravigilancia por la noche", explican. ¿Por qué el blindaje a Puigdemont es un apaño? "Porque si yo protejo a un político, diplomático o a un alto directivo, el 90% del riesgo es de seguridad electrónica: de pinchazos o micrófonos. Sólo el 10% son riesgos físicos. Y con quince mossos hay filtraciones seguro. Sí, el expresident tiene un topo. Y siendo vigilado por el CNI, como se ha publicado que lo está, para él no es bueno", aclaran.
"La seguridad del prófugo es un pegote porque una escolta dinámica en un tercer país tiene que ser de máximo una o dos personas fijas. Que sepan dónde están los hospitales para posibles eventualidades; que conozcan la red de carreteras; que tengan varios puntos de seguridad para emergencias y que interlocuten con la policía del lugar", agregan. "Un miembro de cualquier policía española --continúan-- no puede llevar su arma en el exterior. Si se produce una situación de peligro, no tiene pistola que sacar". Hay más. "Un agente, por muy leal que sea, tiene que tener el título de seguridad personal. Un mosso de calle no será óptimo", abunda un profesional y profesor del ramo. ¿Cómo cobrarían esos funcionarios? "No lo hacen. Al menos en dinero declarado. Otra cosa es que puedan cobrar en favores presentes o futuros. En mi opinión, Puigdemont combina la seguridad del grupo de mossos con escolta privada de una empresa. De lo contrario, está comprometido", concluye otra fuente.
Quince mossos protegen a Puigdemont en Bruselas