Tecnicamente el Mercado Común Europeo abarca a países como Noruega e Islandia, que no están en la Unión Europea. Lo que no acabo de ver es en virtud de qué disposición estaría Cataluña dentro de ese mercado.
¿no lo explica el diagrama?
Tecnicamente el Mercado Común Europeo abarca a países como Noruega e Islandia, que no están en la Unión Europea. Lo que no acabo de ver es en virtud de qué disposición estaría Cataluña dentro de ese mercado.
Tecnicamente el Mercado Común Europeo abarca a países como Noruega e Islandia, que no están en la Unión Europea. Lo que no acabo de ver es en virtud de qué disposición estaría Cataluña dentro de ese mercado.
Claro, por que sois VITALES para esas grandes empresas...
Yo lo único que digo es que el caso de Cataluña, tal y como se está configurando, no tiene parangón. Presuponer. pues que va a suceder una cosa u otra, me parece arriesgado. Es más, en este caso, lo normal es salir incluso de la U.E. con lo cual el trabajo sería doble. Primero, alcanzar un reconocimiento internacional significativo, y en segundo lugar, volver a la U.E. Como ya he dicho antes, no creo que se trate de asustar a nadie, pero si es recomendable poner todas las cartas encima de la mesa.
El tema es muy complejo y cualquier cambio requeriria tiempo, mientras que por otra parte, como han dicho, se estaría negociando la entrada.
En cualquier caso, lo único que podemos asegurar es que el déficit fiscal desaparecería de un plumazo a partir del dia siguiente a la independencia.
Ya que hablas de leyes (me refiero al post anterior de Manu), aquí las leyes lo que determinan es el mantenimiento de los derechos que las empresas europeas ya tienen. Legalmente la UE se los puede quitar, pero no es nada fácil.
Claro, por que sois VITALES para esas grandes empresas... .
Ya que hablas de leyes (me refiero al post anterior de Manu), aquí las leyes lo que determinan es el mantenimiento de los derechos que las empresas europeas ya tienen. Legalmente la UE se los puede quitar, pero no es nada fácil.
Las empresas lo que quieren es un marco estable. No creo que la independencia sea un escenario deseable desde su punto de vista.
Txemix, hablo de mercados financieros no de bienes. Si el acceso a la pasta ahora está cerrado, con la independencia, a corto plazo, bancarrota total.
Txemix, hablo de mercados financieros no de bienes. Si el acceso a la pasta ahora está cerrado, con la independencia, a corto plazo, bancarrota total.
Mas cerrado que ahora, imposible. Ahora lo único que hay es suplicar que España nos preste nuestro propio dinero a precios de usura.
En cualquier caso, lo único que podemos asegurar es que el déficit fiscal desaparecería de un plumazo a partir del dia siguiente a la independencia.
¿Y se sostendría la recaudación? Yo creo que algo le afectaría.
Siendo prácticos, ...para qué iba Francia a renunciar a un mercado cercano de 7.5 millones de personas? Alguien puede creerse que todos los países europeos se pongan de acuerdo para boicotear a Cataluña? ...solo por "solidaridad" con España?
Last week, parties representing nearly two-thirds of Catalonia’s parliament called a referendum on independence, tilting Spain towards full-blooded constitutional conflict – just as the Spanish economy shows signs of starting to emerge from its crisis. It did not have to be this way. Politicians from both sides of this widening abyss need to become statesmen to prevent what is at root a political issue becoming a problem that threatens the very state.
Artur Mas, the mainstream nationalist Catalan president, has caught the government of Mariano Rajoy, the Spanish prime minister, off-balance by forging an alliance with separatists and elements of the Catalan left. They have set a date for a plebiscite next November, which will ask Catalans two questions: do they want Catalonia to be a state and, if so, do they want that state to be independent from Spain. In this palpable fudge lie the ingredients for a solution.
Spain was rightly acclaimed for its transition from Franco’s dictatorship to a decentralised democracy. But it has still not fashioned a plurinational home comfortable enough for its culturally distinct peoples. This foments reductive nationalism, in Castilian Spain and among Catalans and Basques.
There was enough flexibility in Spain’s quasi-federal system to accommodate the Catalans, until Mr Rajoy’s Partido Popular sabotaged it in 2010, by persuading its nominees in the Constitutional Court to strike down sensitive bits of the reformed statute of autonomy of Catalonia. Identical articles were left unmolested in the statutes of Valencia and the Balearic Islands, then under PP rule. That unleashed Catalan separatism, until then a fringe movement. The right issue on which to have a crisis is the politicisation of the judiciary – just one of Spain’s rickety institutions in need of reform.
Rather than leading his people, Mr Mas is being led by them and Mr Rajoy has backed him into a corner by insisting the post-Franco constitution – which consecrates the indissoluble unity of Spain – is immutable. Polls say Catalans would prefer more home rule – including a degree of fiscal autonomy – but will go their own way if the only alternative is a status quo, which Mr Rajoy’s government is chipping away at.
This is a political problem that requires a negotiated solution – more federalism within Spain’s crying need for institutional renewal. It is not just the Catalans but Spain’s leading parties, Mr Rajoy’s PP and the Socialists, that need to rise to the occasion.
Pues lo siento, pero es VUESTRA cantinela, no la mía. Se os llena la boca diciendo que todo el mundo se aprestará a pasarse por el forro la legislación vigente y a encabronar a las grandes potencias europeas (que os recuerdo no están muy por la labor de fomentar este tipo de aventuras), solo por que sois muy importantes, y para teneros a vosotros, obviarán cualquier otra consideración. Si eso no es creerse vitales (y el ombligo del mundo), que baje Dios y lo vea.