Lo del boicot a los productos catalanes me parece una tontada.Para no consumir productos catalanes basta con ser minimamente exigente en el consumo no hace falta buscar motivos peregrinos.
Esto es lo que opinaba Stendhal sobre el tema cuando los visito:
Stendhal y el catalán liberal
«Cabe señalar que en Barcelona predican la virtud más pura, el beneficio general y que a la vez quieren tener un privilegio: una contradicción divertida. El caso de los catalanes me parece el caso de los maestro de forja franceses. Estos señores quieren leyes justas, a excepción de la ley de aduana, que se debe hacer a su gusto. Los catalanes piden que todo español que hace uso de telas de algodón pague cuatro francos al año, por el solo hecho de existir Cataluña. Por ejemplo, es necesario que el español de Granada, de La Coruña o de Málaga no compre los productos británicos de algodón, que son excelentes y que cuestan un franco la unidad, pero que utilice los productos de algodón de Cataluña, muy inferiores, y que cuestan tres francos la unidad. Con esta excepción, esta gente son de fondo republicano y grandes admiradores del Contrato Social de Jean-Jacques Rousseau. Dicen amar lo que es útil y odiar la injusticia que beneficia a unos pocos. Es decir, están hartos de los privilegios de una clase noble que no tienen, pero quieren seguir disfrutando de los privilegios comerciales que con su influencia lograron extorsionar hace tiempo a la monarquía absoluta. Los catalanes son liberales como el poeta Alfieri, que era conde y detestaba los reyes, pero consideraba sagrados los privilegios de la nobleza.»
Stendhal, Memorias de un turista (1838)
Stendhal en Cataluña
Pues eso,no es necesaria ninguna voluntad de boicot; basta con exigir calidad.
Cualquier producto catalán no aguanta ni en precio ni mucho menos en calidad, su comparación con el mismo producto originanario de cualquier otra región española o país cercano de la unión.La manzanas y peras catalanas, la industria alimentaria catalana en general, sólo tienen un mercado, la inercia y la mala costumbre del consumidor español.
Lo que ahora es un casi secreto de quienes consumimos buscando calidad (y precio) puedes ser pronto opinión y juicio contrastado general: el proteccionismo secular del estado ha llevado a Cataluña a sólo saber producir mierda...y cara.
Según los últimos datos disponibles, en 2011 Cataluña vendió bienes al resto de España por valor de 49.389 millones de euros, mientras que compró por valor de 26.705 millones. Este saldo comercial favorable de más de 22.000 millones compensa con creces los 16.400 millones de déficit comercial que Cataluña mantiene con el resto del mundo.
Van de seres de luz supertrabajadores, productivos e innovadores pero su mercancía es totalmente incolocable en los mercados internacionales por su nula competitividad.Y encima van insultado a sus clientes y mirándoles por encima del hombro.
La pena es que no se independicen perdiendo el mercado español por que seria gracioso verlo.Las independencias de argentina o cuba iban a parecer una maravilla al lado de la de esta gente.
(Existen productos catalanes de calidad sin embargo, agropecuarios, difíciles de encontrar fuera de los mercados medievales comarcanos.Algunas cosas se salvan,cierto es.)