El nacionalismo no se entera: ahora aplaude la “portugalización” de Cataluña
Con la secesión las multinacionales tratarían a Cataluña como a Portugal: un desastre.
Los separatistas más cebolludos están encantados de compararse con el dulce y hermano Portugal. No se han dignado siquiera a cotejar las rentas per capita. Tampoco se dan cuenta de lo que realmente significa “ser como Portugal en la Península Ibérica”. Portugal es un país maravilloso, pero ser un país pequeño tiene sus inconvenientes. Vamos a ayudar a los nacionalistas a que piensen un poco, por ejemplo ofreciéndoles el punto de vista de las grandes corporaciones extranjeras.
Los presidentes de multinacionales se enfrentan a retos de toda índole por todo el planeta: crisis, hiperinflación, devaluaciones, revoluciones, demandas, grupos de presión etc. La inestabilidad política no es algo ajeno a su trabajo: el mundo es un lugar complejo y ellos están acostumbrados a lidiar con la complejidad.
La ruptura de España les preocupa seriamente, pero ninguna gran multinacional extranjera dejaría de existir si la secesión se consumara. A final de año el CEO de turno cobraría su deseado bonus y su vida en Londres, Zurich o Cincinatti seguiría igual. Simplemente debería decidir qué hace con su operación en España.
Y la decisión sería simple para él, aunque con graves implicaciones para los ejecutivos y empleados de la filial española en Barcelona: trasladar la central de Iberia a la zona donde el mercado es mayor, o sea a Madrid (hoy muchas de las sedes ibéricas están en Barcelona). Cerrar la sede de Barcelona y despedir o trasladar forzosamente a sus empleados. Cerrar o reubicar las fábricas catalanas que abastecen al resto de España o de Europa para evitar la incertidumbre del tipo de cambio de la nueva moneda. En suma, gestionar el mercado catalán desde Madrid, tal como se hace hoy con Portugal, y siguiendo el mismo patrón de otros países: los negocios en Irlanda se gestionan desde Reino Unido, los de Bélgica desde Holanda, etc.
¿Cuántas sedes ibéricas de multinacionales están hoy en Lisboa? Ninguna. Nestlé, Danone, Unilever, Pepsi, Henkel, Procter & Gamble, etc. gestionan Portugal desde Barcelona, porque Barcelona está en España. En los negocios el tamaño sí importa.
Les multinacionals fugirien, però els nostres polítics podrien seguir cobrant el trespercent i a sobre ningú no els hi demanaria comptes. Xauxa. Per a ells, és clar.