¿Tercera vía? Hablemos
¿Quieren que nos tomemos en serio una hipotética propuesta de tercera vía? De acuerdo. Dicen que harán una propuesta. Hablemos. Sea como sea, una propuesta de última hora no nos hará retirar la pregunta sobre la independencia. Los catalanes nos expresaremos sobre si queremos un estado independiente sí o sí. Si alguien cree que un juego de manos improvisado impedirá que se consulte sobre lo que hace muchos años que se prepara con honestidad, va bien servido. Pero seamos generosos y no descartamos de entrada la posibilidad de tomar en serio la tercera vía.
Que España pida perdón por el fusilamiento del presidente Lluís Companys en un acto solemne con las máximas autoridades presididas por el rey Felipe VI.
Que el Tribunal Constitucional enmiende la decisión de liquidar el estatuto aprobado por los catalanes en un referéndum y que se restituya íntegramente el texto aprobado en el Parlamento en septiembre de 2005.
Que el gobierno balear del PP retire el decreto de lenguas (TIL) y deje en paz la comunidad educativa. Que el gobierno valenciano del PP haga posible que los miles de familias que ahora no pueden escolarizar a sus hijos en catalán puedan hacerlo. Que se detengan todas las sentencias invasivas sobre la inmersión lingüística que no reconocen la autoridad de la Ley de Educación de Cataluña. Que se suprima la ley de lenguas de Aragón que denomina 'LAPAO' Al catalán de la Franja. Y, evidentemente, que se retire completamente la LOMCE promovida por el ministro Wert.
Que el estado español haga la petición formal para la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Que el congreso español y el senado reformen sendos reglamentos para permitir las intervenciones y las actividades parlamentarias en catalán, euskera y gallego.
Que el estado ordene las inversiones inmediatas para comenzar la construcción del corredor mediterráneo con ancho de vía europeo. Que retire la propuesta de ley de puertos que pretende robar los beneficios del puerto de Barcelona para financiar las infraestructuras deficitarias españolas. Que se reconozca la propiedad y el control de la gestión de la Generalitat sobre todos los aeropuertos catalanes. Que queden sin efecto los cientos de acuerdos bilaterales con más estados que impiden a los aeropuertos internacionales de establecer conexiones directas con el aeropuerto del Prat y que les obligan a hacer parada en Madrid.
Que las selecciones catalanas puedan disputar competiciones oficiales internacionales y no sean boicoteadaS por las instituciones españolas. Que los conductores de los Países Catalanes puedan llevar el CAT en la matrícula en lugar de la E de España.
Que el gobierno de Alberto Fabra devuelva el dinero de las multas impuestas a Acció Cultural del País Valencià y se reconecten inmediatamente los repetidores. Que vuelva a abrir la Radio Televisión Valenciana y se active automáticamente la reciprocidad total de los canales públicos de todo el país.
Que se devuelvan a Cataluña, Al País Valenciano y a las Islas Baleares los intereses pagados en concepto de retorno del crédito del fondo de liquidez autonómica (FLA) y se paguen las deudas de las disposiciones adicionales de los estatutos. Que se ordene una distribución equitativa y proporcional de los objetivos de déficit público entre el estado, los gobiernos autonómicos y los municipios de acuerdo con sus cargas sociales.
Que el estado español reconozca el expolio fiscal sostenido en una moción aprobada por dos terceras partes del congreso español. Y que se apruebe la reforma del sistema de financiación con una limitación del déficit fiscal del 2,5% del PIB.
Que se establezca la obligatoriedad de entender el catalán en todos los tribunales de justicia de los Países Catalanes para respetar los derechos lingüísticos de los ciudadanos. Que despidan a todos los agentes y funcionarios del estado que hayan humillado o discriminado a ciudadanos por razón de lengua o de identidad.
Que retiren a todos los policías españoles, guardias civiles y al ejército del territorio catalán. Que la delegada del Gobierno procure el buen funcionamiento de las instituciones españolas en Cataluña y el cumplimiento de sus compromisos con el gobierno y los ciudadanos, en lugar de acosar -- con dinero público -- a los municipios por la bandera española o por mociones de soberanía aprobadas.
Que se renuncie definitivamente al trasvase del río Ebro y que se abandonen todos los proyectos que dañan el territorio y el medio natural de nuestras comarcas.
Que el rey de España pase por todas las ciudades y villas quemadas durante la guerra de Sucesión para pedir perdón y reconocer que es monarca por aquellos hechos funestos. En estos mismos actos de petición de perdón, que reconozca que la lengua española fue una lengua de imposición y que se persiguió el catalán.
Una vez hecho todo esto, y no antes, estudiaremos con mucho gusto cualquier propuesta que nos quieran hacer de convivencia y de encaje. Quizá entonces podremos empezar a entender esto de "la diversidad en la unidad" como una idea positiva y no como un insulto a la inteligencia de los catalanes. Nosotros somos gente que aprecia el diálogo y el pacto, que aprecia las buenas maneras y la voluntad de entendimiento. Que no nos tomen por tontos ni por ingenuos. Todo esto se ha acabado. Cataluña ya no fía. A partir de ahora decimos "hechos, no palabras." Quien quiera ser escuchado que demuestre que lo merece. Mientras tanto, no nos haga perder el tiempo. La "diversidad en la unidad" de estos últimos trescientos años ya la hemos probado. A fe de Dios que la hemos probado.