Esconder un deficit descomunal
XAVIER SALA I MARTÍN Catedrático de economia, Univ. de Columbia
Finalmente, el ministro Montoro y su empleado Ángel de la Fuente, exinvestigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Autónoma de Barcelona, han publicado sus "cuentas territorializadas." Tras una primera lectura, estas son mis reacciones.
Primera. Es una vergüenza que el ministro esconda los datos que deberían ser de propiedad pública y no los publique para que los economistas puedan hacer los cálculos de las balanzas que más les gusten, incluyendo los métodos científicos que se han utilizado durante años. Ocultar los datos y sólo publicar unas "cuentas territorializadas" totalmente cocinadas por economistas afines es una vergüenza intelectual. En los países democráticos los datos son de los ciudadanos, y no del ministro o del rey, y los exacadémicos respetados no deberían participar en esta ocultación.
Segunda. Ya he dicho mil veces que no hay balanzas fiscales buenas y balanzas fiscales malas. Cada una es la respuesta correcta a una pregunta concreta.
Tercera. Una vez visto lo que han hecho De La Fuente y compañía, la pregunta a la que responden sus cuentas es: "¿Si Cataluña fuera independiente, cuánto dinero neto adicional tendría la Generalitat una vez tenidas en cuenta todos los nuevos gastos que tendría que pagar y que hasta ahora hacía el gobierno central? "Respuesta: 8.455 millones de euros. ¡No está mal! Es relevante saber que en una Cataluña independiente la Generalitat dejaría de estar ahogada y dejaría de sufrir para pagar la sanidad y la educación. Gracias, exprofesor De La Fuente, por la información.
Cuarta. Como sabemos que De La Fuente y sus ayudantes han hecho todo lo posible para hacer que este dato del déficit fuera lo más pequeño posible (ya confesó Montoro que el objetivo de estas cuentas era político: ¡no dar munición al soberanismo catalán!), sabemos que el superávit de la Generalitat independiente seguramente sería muy superior a estos 8.455 millones.
Quinta. Con la independencia, el dinero adicional que tendrá la Generalitat no es el dinero adicional que tendrá Cataluña. La razón es que habrá muchos gastos que hará la Generalitat y que antes hacía el gobierno de Madrid, gastos que antes se hacían en España y que a partir de entonces se harán en Cataluña. La respuesta a la pregunta "¿Y cuánto dinero adicional tendrá Cataluña como país en caso de independencia?" es "el saldo de la balanza fiscal calculada por el método del flujo monetario." Como De La Fuente no ha hecho estos cálculos (y aquí es donde aquel economista honesto y respetable que era Ángel deja de tener respetabilidad, porque un académico como él no debería participar en programas de ocultación de datos), podemos utilizar los datos de la Generalitat: si Cataluña fuera independiente, su PIB aumentaría en 16.000 millones de euros ya que todos los impuestos que, estando en España, se van de Cataluña, se quedarían en el país.
Sexta. Los cálculos de De La Fuente y sus colegas suponen que los gastos públicos no territorializables y que se hacen en Madrid benefician a todos los ciudadanos de la misma manera. ¿Nos beneficia mucho, a los catalanes, el Museo del Prado? ¿Nos beneficia al igual que los madrileños (que son los que viven al lado del museo y lo pueden visitar con más frecuencia) o los extremeños? ¿Y el salario del Rey? ¿Beneficia igual a un monárquico que a un republicano? ¿Y el salario de Wert? ¿Beneficia igual a los españoles que quieren que la escolarización en Cataluña se haga totalmente en castellano que a los catalanes que quieren que la escolarización se haga en catalán? La verdad es que es casi imposible saber a quién beneficia cada euro gastado por el Estado. Y, como es difícil, De La Fuente hace un supuesto tan valiente como arbitrario: dice que todo el gasto público beneficia a todos los ciudadanos de la misma manera. Claramente este es un supuesto gratuito, ya que el salario del Rey no puede nunca beneficiar de la misma manera a un republicano que a un monárquico y el salario de un ministro que ataca a la lengua catalana no puede beneficiar igual a los catalanes que a los no catalanes. Pero si hacemos como De La Fuente y suponemos que el gasto público beneficia a todos los ciudadanos por igual, entonces el 16% de todo el gasto que se hace en España, se hace en beneficio de los catalanes, ya que Cataluña tiene el 16% de la población española. Que quede claro que este es un supuesto arbitrario aunque De La Fuente le quiera dar una naturaleza científica imparcial que no tiene. Igual de científico sería decir que los gastos que no benefician a los catalanes (como el salario de los ministros Montoro o Wert) no deberían ser imputados a Cataluña.
Séptima. Las cuentas de Madrid son un chiste. Decir, como ha hecho el presidente de esa comunidad, que Madrid sale "el doble de perjudicado" que Cataluña por el sistema fiscal español es una farsa. Como ya he dicho, los cálculos de De La Fuente asignan la mayor parte de los gastos que se hacen en Madrid a las otras comunidades. No importa que estos gastos se hagan en Madrid, generen negocio en Madrid y tengan un impacto macroeconómico en Madrid. La realidad es que, según De La Fuente, el 85% de estos gastos se hacen "para los no madrileños" y, por tanto, no se asignan a Madrid aunque se hacen en Madrid. Y, claro, si los madrileños pagan los impuestos que les corresponden y, en cambio, el 85% de los gastos que se hacen en Madrid los asignamos a las otras comunidades, nos sale que Madrid paga mucho y recibe poco. ¿Resultado? Un déficit de la balanza fiscal gigantesco, que lleva a muchos madrileños a decir que ¡los más perjudicados son ellos! Esto es una gran mentira.
Es como si un grupo de 17 amigos organizamos una fiesta en tu restaurante. Nos cobras a todos en proporción a nuestra renta y, como tú, el propietario del restaurante, eres el más rico, eres el que pagas más. El amigo catalán es el segundo más rico y, por tanto, el segundo que paga más. Y así sucesivamente. Si sólo miramos qué paga cada uno sin tener en cuenta el negocio que se hace con la fiesta, saldrá que tú, el propietario del restaurante, eres el que paga más. Esto es contablemente cierto. Pero lo que no puedes hacer es decir que eres el más generoso y solidario, porque, aparte de lo que pagas, tú estás haciendo un negocio descomunal con la fiesta. Si tuviéramos en cuenta que este negocio se hace en tu restaurante (y esto es lo que hace el método del flujo monetario que De la Fuente y Montoro ocultan), resulta que ya no eres tan generoso. Pues al déficit de Madrid le pasa exactamente lo mismo: De La Fuente dice que el 85% del salario de Wert se asignará al resto de los españoles aunque, en realidad, se gasta en Madrid y beneficia a sus restaurantes y negocios.
Poner el déficit de Madrid como si fuera comparable al resto parece hecho sólo para poder decir que el déficit catalán no es tan grande como dicen. De hecho, esta ha sido la reacción de la prensa afín. Pero, entre las comunidades que no hacen negocio con la fiesta de la capitalidad, los datos de De la Fuente confirman que Cataluña es la más perjudicada de España, con un déficit cuatro veces mayor que la segunda, Valencia, y casi seis veces mayor que la tercera, Baleares.
Resumiendo: desde el punto de vista fiscal y económico, España sigue siendo un mal negocio para Cataluña y esta realidad no cambia con la publicación de la balanza fiscal de Montoro y De La Fuente. Lo único que cambia con esta publicación es que ahora ya podemos constatar la deshonestidad intelectual de quien hace todo lo posible para ocultar un déficit descomunal.