Si partimos del hecho de que España se encuentra gobernada por unas élites extractivas, es decir élites que no producen y lo que hacen es extraer rentas de la población, el caso de Catalunya es exactamente igual al caso Español. Estas élites una vez agotadas sus fuentes de financiación y viendo en peligro el sistema clientelar que las mantiene en el poder intentaran sobrevivir por todos lo medios posibles, escudándose detrás de cualquier construcción ideológica que les de alguna esperanza. Por ejemplo, en el caso de Catalunya la clase política parece olvidar que Barcelona subvenciona con sus impuestos a las otras tres provincias catalanas, por lo que aplicando el mismo discurso también debería ser independiente.
En cuanto a una posible independencia solo hay que considerar que más del 30% del PIB catalán se vende en el resto de España y el 70% de la financiación de sus bancos proviene de fuera de Catalunya. Si la región se independizase tendría que asumir unos 200.000 millones de Euros de la deuda del estado español, por lo que nacería con un PIB un 30% inferior al actual, con una deuda que sobrepasaría el 100% de su PIB y sin financiación para sus bancos. Es decir: nacería quebrada.
Por todo esto y sin entrar en nacionalismo si o nacionalismo no, la cual es una opción muy respetable de todo aquel que la profese, pensamos que todo esto no es mas que una cortina de humo ante el desastre financiero que las actuales élites catalanas han organizado en el mismo sentido de la que han organizado las élites nacionales. Cortina de humo muy útil debido a la inmensa carga emocional que conlleva. El problema de fondo es la falta de democracia, la no separación de poderes y la excesiva concentración de riqueza en muy pocas manos. España posee uno de los índices de GINI (indicador de concentración de riqueza) más alto de Europa. Con solo decir que 1200 personas controlan el 80% del PIB nacional. En Catalunya 300 familias lo controlan casi todo.
En realidad en el mundo no existen buenos y malos, lo que existen son inmensos grupos de poder cada uno luchando por mantener sus privilegios mientras el ciudadano común asiste impasible al espectáculo.
Un saludo