Mahoney recordaba la frase de Asmussen en un artículo en el que aseguraba que, según Moody’s,
tres de los mayores bancos en peligro de la eurozona son alemanes: Deutsche Pfandbriefe Bank, Norddeustsche Landesbank y HSH Nordbanken. Las tres criaturas suman en total 467.000 millones de euros en activos pero, como comentaba el ex directivo de la agencia de calificación de riesgos, ni los depositantes ni los acreedores de esos bancos están en peligro de que les pase algo como a los de Chipre. Como concluye 'Rebelión en la Granja', de George Orwell, "todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros".
En el pasado, Alemania se opuso también a recortar los acreedores,
como recordaba Nicolas Véron, del Peterson Institute for International Economics (de Washington) y Brueghel (de Bruselas), refiriéndose al colapso de Irlanda en 2010. Ahora, sin embargo, el ministro holandés de Finanzas, Jeroen Dijselbloem, ha dicho que "los depósitos de los bancos sólo son tan seguros como lo sean los Gobiernos que han asegurado esos depósitos". ¿Es segura España? ¿Eslovenia? ¿Irlanda? ¿Portugal? Hasta hace tres meses, el mercado no lo creía así.
Pero ahora la Comisión Europea trabaja, bajo órdenes de Alemania, Holanda, Finlandia y Dinamarca, en un proyecto de Directiva europea, que entraría en vigor en 2015, en virtud de la cual
los rescates de los bancos los pagarán los que tengan bonos… y los depositantes.