La Monarquía - Reinado de Felipe VI

No es que se vote a trozos, es que lo que se consensuó entre partes donde no todos tenían libertad para negociar sus condiciones se consensúe ahora que esa libertad existe, al menos en el tema que más cuestionado está de los fundamentales.

No sé si será por el asunto Ana Romero, pero desde entonces El Mundo (o elmundo.es) está haciendo lo que no hace El País por el debate sobre el referéndum.
 
Constituciones centenarias hay varias en el Occidente más avanzado.




pd. pues también Emurion, aunque no acabo de ver que la opinión mayoritaria de consenso haya cambiado.
 
Yo tampoco, pero no se trata de cambiar porque sí (ni de reventar el sistema, ni de abrir en canal la Constitución, como claman algunos) sino de ver dónde está ese consenso de verdad, y la forma de medirlo es por sufragio universal. De todas formas yo sigo pensando que lo que importa de esto es el proyecto y para meterse en esa faena aún hay que esperar a salir de la crisis, así que sin prisa, pero sin olvidarlo.
 
Puedes estar de acuerdo o en contra con la monarquía, pero no querer preguntar a la población dice mucho de la calaña de esta gente...
 
Sigo con interés el debate desde una postura de, digamos, ignorancia.

No sé cómo sería una España republicana tras 38 años vs una monarquica.

El pedir el referéndum por el argumento de que ha pasado mucho desde finales de los 70s es un arma de doble filo.

-¿Hacemos un referéndum sobre el contenido de los derechos humanos?
-¿Hacemos un referéndum sobre el reparto de votos en España?
-¿Hacemos un referéndum sobre seguir en la ONU?
-¿Por qué no "luchamos" por la democracia líquida?

Simplemente pienso en voz alta con espíritu crítico y desde una ignorancia de tiempos no vividos en primera persona.
 
Hacemos un referéndum por cualquier cosa de importancia que afecte al Estado, si no por iniciativa del Gobierno, siempre que exista un interés evidente por gran parte de la población. En este caso la gente ha salido a la calle en número contundente y de momento la única encuesta al respecto que creo que hay (la de El Pais) parece indicar que una mayoría está a favor de la consulta. Sobre los temas que mencionas no parece haber mucha gente cuestionándolo (afortunadamente).

P.S. Yo tampoco viví esos años, pero creo que eso no implica ser ignorante del todo.
 
El pedir el referéndum por el argumento de que ha pasado mucho desde finales de los 70s es un arma de doble filo.

No se pide porque "han pasado muchos años". Se pide porque nunca se ha consultado la alternativa. Y no, no hay que hacer referéndum sobre los derechos humanos por motivos obvios, pero precisamente sí hay que votar el modelo de estado en base a esos principios que recogen la igualdad de derechos, algo contra lo que sustenta la monarquía.
 
Hay algo peor que preguntar y es preguntar a un ignorante. Muchas veces parezco clasista con estas cosas que digo, y muchas veces de la peor ultraizquierda hablando de Casta y mostrando un asco tremendo hacía la clase política. Y claro, para cualquier persona con dos neuronas cuerdas el mensaje populista resulta insultante e indignante. Pero si tenemos que hablar de populismos, no tenemos más que salir a la calle o sentarnos en nuestra casa con nuestra familia a la hora de comer. ¿Acaso no somos unos populistas de tomo y lomo? ¿Acaso el populismo de la población al que a veces se le da un excesivo apego a la razón y no a la gilipollez no es aún más extremo que el de los políticos? ¿Los políticos no nos hablan con nuestro lenguaje zote? Pues la verdad es que sí. Ahora está de moda el referendum. Y la monarquía es una institución anacrónica que cae por su propio peso, y hablar de monarquía parlamentaria es como hacerlo del alma socialista de Esperanza Aguirre.

Desde un punto de vista humanista, no, no hay nadie por encima de otro. No considero a Felipe superior a mí, ni tampoco me importa su vida como no me importa la del tipo de la esquina. Pero se supone que hay que tragar, y que una institución anacrónica e inconstitucional dentro de la Constitución (ley sálica, inviolabilidad, ausencia de elección, etc) es mercancía que tenemos que comprar sí o sí.

Yo no compraría, pero ojo, que aquí mucho referendum y primero, más importante que la democracia es una opinión pública formada e informada. No la tenemos, si alguna vez la tenemos, que lo dudo, entonces quizás en ese momento hasta podríamos empezar a hablar de Democracia. Sin ese requisito, no hay democracia que valga. Tenemos lo que nos merecemos. Punto.
 
Tened en cuenta que el 88% de los españoles votó a favor de la transitoria cuarta, a favor de mantener la posibilidad de que Navarra se uniera al País Vasco. A que jode?


Que no hombre, que no... Fueron exigencias del momento. que no todo se puede ver con la perspectiva actual
 
Tened en cuenta que el 88% de los españoles votó a favor de la transitoria cuarta, a favor de mantener la posibilidad de que Navarra se uniera al País Vasco. A que jode?


Que no hombre, que no... Fueron exigencias del momento. que no todo se puede ver con la perspectiva actual
Cierto...¿pero porqué esa facilidad de las generaciones actuales, en ponerse en la "cabeza" de los que votaron en su día, y llegando a la conclusión que se votó por que eran lentejas, o por las exigencias del momento?

Por menos en este foro han lapidado a más de uno por atreverse a opinar de lo que piensa otro...
 
De alguna forma la Constitución eran lentejas... Ya venía hecha, y mejor Constitución que otra cosa.
 
Somos gilipollas por Arturito
XLSemanal - 09/6/2014

A veces, cuando pienso «somos gilipollas», recuerdo aquel chiste en el que, al decirle eso un amigo a otro, y responder éste «no pluralices», concluye el primero «vale, eres gilipollas». Por cierto, y ya que estamos con eso, la definición de gilipollas que da el diccionario de la Real Academia Española -inocente, cándido, tonto o lelo- queda, a mi juicio, incompleta. Un gilipollas es un tonto, por supuesto. Pero la definición, que espero se pueda corregir en una próxima edición, no recoge lo fundamental: un gilipollas es un tonto que no sabe que lo es, y que además se cree listo. Para entendernos, una mezcla de cantamañanas y tonto del ciruelo. Que a veces ni siquiera hace falta que hable, ni nada. Y al que a menudo se le conoce hasta por los andares.

Pero hay gilipollas que hablan, naturalmente. Y que escriben. O que -vamos a pluralizar- escribimos. El otro día oí hablar a uno de ellos, o tal vez era una de ellas. Porque gilipollas los hay de ambos sexos, y algunos hasta con carrera. La estupidez, aunque mucho más acusada en los hombres que en las mujeres -casi todas ellas vienen con intuiciones extra de fábrica-, no es exclusiva del varón. Y el otro día, como digo, oyendo comentar en la radio el último viaje del rey de España a Arabia Saudí para vender trenes Ave y cuanto allí nos quieran comprar, escuché una frase perfecta para inscribir en los anales recientes de la hispana gilipollez: «El rey se vino de allí sin hablar de derechos humanos».

Vayamos por partes, como Jack el Destripador. Que el rey don Juan Carlos, con sus 76 tacos de almanaque, se ha calzado 40.000 kilómetros en los últimos dos meses, bastón en mano y sonrisa en boca, para arrimar el hombro, es indiscutible. Sea monárquico, republicano o indiferente quien observe la cosa, ésta es la fetén; y también, que ha conseguido no pocos contratos, dejando las puertas abiertas a los empresarios españoles. Las lecturas laterales, aunque tengan su puntito, son ahí secundarias: da igual que uno de los motivos sea la necesidad de la familia real española por lavarse el careto, más bien sucio tras los elefantes en Botswana, los ojos azules de doña Corinna, la desvergüenza del yerno Urdangarin -y de quienes se lo consintieron- y la prístina inocencia de la infanta. Todo eso explica cosas, pero no altera el hecho principal: el rey se lo curra como un león de la Metro, y a sus años tiene mérito que se gane el jornal. Y a él, además, se le ponen al teléfono. Imaginen a Rajoy.

Pero esto es España, donde toda gilipollez tiene su asiento. Y su público. Por eso no podía faltar el comentario arriba mencionado, cuyo desarrollo no se nos escapa. Conseguir contratos está bien, viene a decir; pero el rey viaja al Golfo, donde no se respetan los derechos humanos como aquí, sin afear a esos jeques totalitarios y machistas sus infames conductas. Mecachis en la mar. Va a sacarles contratos, pero para conseguirlos calla, cómplice, en vez de denunciar públicamente, aprovechando la coyuntura beduina, el estado de cosas. Tenía que haber cogido al jeque de turno por el cordón de la kufiya y decirle ante los periodistas: «Oye, Abdalláh, Rachid, Faisal, eso de que tratéis como esclavos a los criados filipinos, y no permitáis prensa libre y democrática ni bares con tapitas de jabugo, y obliguéis a las señoras a llevar velo prohibiéndoles conducir y hasta fumar por la calle, está muy feo, en serio. Que eso es cosa de fascistas. Y si no os enmendáis y democratizáis jiñando estopa, los empresarios españoles no harán negocios con vosotros, ni construiremos el Ave a La Meca, ni los equipos de fútbol llevarán vuestros nombres en las camisetas, ni nada de nada. Tampoco os/nos ingresaremos más comisiones por negocio hecho, porque eso es éticamente reprobable. Os vamos a hacer el vacío, y no vendré más a comer cordero, y los palacios de vuestros príncipes y princesas no saldrán en el Hola, donde tengo mucha mano, más incluso que Nati Abascal». Y entonces, atormentados por el remordimiento, todos esos jeques del petróleo, abrazándolo llorando, habrían dicho: «Juancar, tío, nos has convencido, en serio. Jandulilá. Estábamos cegados por el petrodólar, pero esto va a cambiar, lo juramos por la sura IX del Corán, y cuando vuelvas no nos vas a conocer, de demócratas que nos habremos vuelto: vamos a autorizar los derechos humanos, las tetas en la playa, tendremos libertad de prensa, nuestras Fátimas podrán alistarse en la Legión y nos pondremos hasta las trancas de jumilla y de jalufo. Gracias a ti, colega, nos vamos a volver más demócratas que la leche».

Y es que lo dije antes, me parece. Incluso en el título. Somos gilipollas.

http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/923/somos-gilipollas/
 
Una pregunta: ¿en qué forma se deja constancia en el BOE de que hay un cambio de Gobierno, de presidente, o cualquier cambio relevante en el funcionamiento?

Y ya sabréis por dónde voy :juas
 
¿qué constituciones se votan a trozos?

Vaya falacia.
:facepalm

Mirate las Constituciones europeas y cuenta las veces que se han modificado desde su creación. Y luego opina otra vez.

Sabes al menos el número de enmiendas de la Constitución de los USA? :pensativo
..ya te lo digo yo: 27!

Qué pasa, que la de España se hizo tan perfecta que encajaba con los deseos de los españoles por los siglos de los siglos?
 
A medio día, Francisco Marhuenda, que es profesor de Derecho Constitucional en el campus de Vicálvaro de la Rey Juan Carlos decía que le parecía una gilipollez el asunto de la Ley Orgánica para la abdicación del Rey.

A su juicio, basta con publicar en anuncio de abdicación del monarca en el BOE para proceder a la coronación del heredero, que según nuestra Constitución sería el hijo varón de mayor edad. No obstante, por encima de esto, es una elección que hacen las Cortes. Si el hijo del Rey sale un hijo de puta, se buscan alternativas.
 
Una pregunta: ¿en qué forma se deja constancia en el BOE de que hay un cambio de Gobierno, de presidente, o cualquier cambio relevante en el funcionamiento?

Y ya sabréis por dónde voy :juas

¡Sacar a concurso público el trono! :idea

:lol

Bueno, ya me ha contestado Seaker si lo que dice Marhuenda es lo que se puede hacer, pero como había escrito el post, lo dejo:

Planteo la cuestión, teniendo en cuenta que ni pajolera sobre Derecho, y que hay que proclamar a Felipe VI sí o sí porque lo dice así la Constitución.

Creo que la mayoría estamos de acuerdo en que la Ley Orgánica que se debate pasado mañana es una chapuza, dado que no es la Ley Orgánica a la que se refiere la Constitución, que debe regular la abdicación y que nadie ha hecho en 35 años. El problema parece ser que el trámite normal de una Ley Orgánica (como debería ser) y no urgente como esta "pre-ley", lleva al menos seis meses. Entonces:

a) ¿Es serio estar seis meses sin Jefe de Estado?

Yo creo que no. Si no es serio y el proceso sucesorio tiene que producirse ya:

b) ¿Es necesario dar cuenta de la abdicación?

Si es necesario:

c) Dado que es un asunto que afecta a la Jefatura del Estado y no puede hacerse de cualquier forma, ¿es necesaria una ley para ello?

Si aceptamos que es así, y que no puede ni debe ser un Decreto (no puede por el alcance, no debe por sanidad democrática), solo queda la chapuza de Ley Orgánica que nos presenta el Gobierno.

Entonces:

d) ¿Es una forma de refrendar la sucesión de forma que esa previsible mayoría que votará a favor suponga un impulso (mediático) a la monarquía? ¿Era la única forma de hacerse? ¿Las dos?

No lo tengo nada claro, analizando las cosas al margen de preferencias. Help.
Luego según Seaker, Marhuenda y yo (:p):

a) No
b) Sí
c) Puede hacerse de cualquier forma.

Votación mía pasado mañana: En contra.
 
Me parece también una falacia comparar la Constitución Americana que es una hoja con una Constitución larga y articulada como la española. La Constitución de los EEUU es la base de una pizza, una serie de principios morales. Por otra parte, vamos a ver, una Constitución como la española es una sandía peligrosa de abrir.
 
A ver la abdicación, como cualquier acto del Rey, es un acto refrendado por el Gobierno. Respecto a la pregunta C, es inconstitucional que la abdicación se hubiera hecho mediante la fórmula del decreto (como todos los que sacan, por otra parte), puesto que afecta a un asunto propio de Ley Orgánica.

Pero yo estoy de acuerdo con Marhuenda, y para lo que han hecho, con un anuncio de la abdicación en el BOE hubiera bastado para iniciar la sucesión. Porque la Ley Orgánica debe regular la sucesión, no anunciarla como hace esta. Puesto que esta Ley Orgánica en trámite, no regula, entiendo que es innecesaria.

Pongo el Título II para que veáis un poco la idea...

Título II. De la Corona





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Artículo 56

    1. El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.
    2. Su título es el de Rey de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la Corona.​
    3. La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65.2.​
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Artículo 57

    1. La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos.​
    2. El Príncipe heredero, desde su nacimiento o desde que se produzca el hecho que origine el llamamiento, tendrá la dignidad de Príncipe de Asturias y los demás títulos vinculados tradicionalmente al sucesor de la Corona de España.​
    3. Extinguidas todas las líneas llamadas en Derecho, las Cortes Generales proveerán a la sucesión en la Corona en la forma que más convenga a los intereses de España.​
    4. Aquellas personas que teniendo derecho a la sucesión en el trono contrajeren matrimonio contra la expresa prohibición del Rey y de las Cortes Generales, quedarán excluidas en la sucesión a la Corona por sí y sus descendientes.​
    5. Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una ley orgánica.​
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Artículo 58

  1. La Reina consorte o el consorte de la Reina no podrán asumir funciones constitucionales, salvo lo dispuesto para la Regencia.​
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Artículo 59

    1. Cuando el Rey fuere menor de edad, el padre o la madre del Rey y, en su defecto, el pariente mayor de edad más próximo a suceder en la Corona, según el orden establecido en la Constitución, entrará a ejercer inmediatamente la Regencia y la ejercerá durante el tiempo de la minoría de edad del Rey.​
    2. Si el Rey se inhabilitare para el ejercicio de su autoridad y la imposibilidad fuere reconocida por las Cortes Generales, entrará a ejercer inmediatamente la Regencia el Príncipe heredero de la Corona, si fuere mayor de edad. Si no lo fuere, se procederá de la manera prevista en el apartado anterior, hasta que el Príncipe heredero alcance la mayoría de edad.​
    3. Si no hubiere ninguna persona a quien corresponda la Regencia, ésta será nombrada por las Cortes Generales, y se compondrá de una, tres o cinco personas.​
    4. Para ejercer la Regencia es preciso ser español y mayor de edad.​
    5. La Regencia se ejercerá por mandato constitucional y siempre en nombre del Rey.​
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Artículo 60

    1. Será tutor del Rey menor la persona que en su testamento hubiese nombrado el Rey difunto, siempre que sea mayor de edad y español de nacimiento; si no lo hubiese nombrado, será tutor el padre o la madre mientras permanezcan viudos. En su defecto, lo nombrarán las Cortes Generales, pero no podrán acumularse los cargos de Regente y de tutor sino en el padre, madre o ascendientes directos del Rey.​
    2. El ejercicio de la tutela es también incompatible con el de todo cargo o representación política.​
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Artículo 61

    1. El Rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas.​
    2. El Príncipe heredero, al alcanzar la mayoría de edad, y el Regente o Regentes al hacerse cargo de sus funciones, prestarán el mismo juramento, así como el de fidelidad al Rey.​
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Artículo 62

  1. Corresponde al Rey:​
    1. a) Sancionar y promulgar las leyes.
      b) Convocar y disolver las Cortes Generales y convocar elecciones en los términos previstos en la Constitución.
      c) Convocar a referéndum en los casos previstos en la Constitución.
      d) Proponer el candidato a Presidente del Gobierno y, en su caso, nombrarlo, así como poner fin a sus funciones en los términos previstos en la Constitución.
      e) Nombrar y separar a los miembros del Gobierno, a propuesta de su Presidente.
      f) Expedir los decretos acordados en el Consejo de Ministros, conferir los empleos civiles y militares y conceder honores y distinciones con arreglo a las leyes.
      g) Ser informado de los asuntos de Estado y presidir, a estos efectos, las sesiones del Consejo de Ministros, cuando lo estime oportuno, a petición del Presidente del Gobierno.
      h) El mando supremo de las Fuerzas Armadas.
      i) Ejercer el derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos generales.

      j) El Alto Patronazgo de las Reales Academias.​
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Artículo 63

    1. El Rey acredita a los embajadores y otros representantes diplomáticos. Los representantes extranjeros en España están acreditados ante él.​
    2. Al Rey corresponde manifestar el consentimiento del Estado para obligarse internacionalmente por medio de tratados, de conformidad con la Constitución y las leyes.​
    3. Al Rey corresponde, previa autorización de las Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la paz.​
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Artículo 64

    1. Los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes. La propuesta y el nombramiento del Presidente del Gobierno, y la disolución prevista en el artículo 99, serán refrendados por el Presidente del Congreso.​
    2. De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden.​
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Artículo 65

    1. El Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y Casa, y distribuye libremente la misma.​
    2. El Rey nombra y releva libremente a los miembros civiles y militares de su Casa.​
 
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