Respuesta: La quedada navideñísima (Reabierto)
Bueno, mi turno.
TRANCO I: CASA LUCIO (taberna)
Llegué allí y lo que suele pasar en las quedadas de esta casa, como en casa (valga la redun). Un ambiente de "estoy con lo mío" realmente espectacular y unas raciones de huevos estrellados que te llevan al otro barrio. Tomamos varias mostrados en diferentes géneros (bacon, clásicos, etcétera). Todo bien regado. Y sí, quien diga que los huevos de lucio son como cualquieras, no tiene ni pajolera idea..., perdonadme.
Allí estaban el tímido pero entregado GRANT, el siempre clásico Werewolf que habla poco..., pero cuando lo hace da en la diana, es un cachondo y se le ve que es cuestión de coger confianza. El imparable Magneto, esta vez demasiado preocupado por un par de problemas, ajajjaja..., qué grande eres, Magneto. El hermano wfogg, contándonos su cruzada de proyectos..., y, por supuesto, la expectación cumplida: MENSCH MACHINE. Es un cabrón tan peculiar, personal e internamente complejo que tenéis que conocerle ya. Alto como una torreta misógina y fiel a lo que escribe. Un clásico. Luego llegó la bella, sentada, madura y decididamente arrebatadora Sagittarius. Y flipamos al ver que el marido de su mejor amiga era un conocido (de arte) cortometrajista. Qué cosas.
TRANCO II: OUH BABOO
Luego fuimos a donde Bruno, el que dicen mejor italiano de Madrid (probablemente lo sea) y donde descubrimos la Enjutada de que un tonto a las siete menos cuarto había cancelado la reserva. Allí nos encontramos con el genialoide Seaker, que ha cogido kilos por todos los flancos (los que yo me he quitado, ejem) y al tío que es TAL CUAL me lo imaginaba y que, por supuesto, como si ya le conociera: DANO. Un titán que no calla para entregar chorretones de temas interesantes.
Bruno dijo que nos resolvería lo del troll y que nos diéramos un garbeo. Tozzi entonces nos llevó a un tapódromo muy mítico de dirección de arte y, después, nos fuimos a comer. No sin antes decirnos Bruno que nos daba la mesa que Viggo, muy bien acompañado, le había pedido (sin reserva) y no le pudo dar. Espectacular todo: las mejores pizzas del mundo: cuatro quesos, caprichosa, una blanca y otra que he olvidado y no se lo merece. Y luego, platos cada uno: escalopines al limón, Ravioles de salmón, Gnoccis y un largo etcétera. Y en general, vi a todo el mundo muy satisfecho. Una comida salpicada con anécdotas, espectaculares cánticos de ópera y divertimentos del gran Bruno..., un tío que realmente merece la pena. Luego llegó Manu y el muy CABRITO se enrrolló tanto a hablar con la mujer de Bruno que no dio ni para que nos despidiéramos. Lo que raja el bicho, ajjaajaj. Por otro lado, los postres ya nos llevaron a la eyaculada padre.
Durante la comida, Dano y Seaker nos relataron su experiencia en Japón. Casi una hora de magistratura.
En general, lo de siempre: deseando que llegue la siguiente. Y también hubo ración de comentarios foreros. Algunos tan sinceros que harían reventar los cimientos de esta santa casa.
Putamadresco.