Del artículo que os enlazaba en el post anterior sobre los sistemas operativos inmutables, me ha llamado la atención Vanilla OS, basada en Ubuntu, y la voy a tener en el radar porque me parece una propuesta realmente buena.
Vanilla OS is an operating system built with simplicity in mind. It's fast, lightweight, beautiful and ready for all your daily tasks.
vanillaos.org
Soy de los que valoran mucho la primera impresión, y la visita de su sitio web me traslada una imagen atractiva, sencilla y clara, en la que destacan su orientación a todo tipo de usuarios a través de sus 6 puntos fuertes:
- Work, incluye herramientas para llevar a cabo las tareas habituales de ofimática y productividad
- Play, soporta periféricos y launchers para atraer a los gamers.
- Develop, con herramientas para el desarrollo de software.
- Access, proporcionando acceso a infinidad de aplicaciones a través de Flatpak, AppImage y pronto Snap.
- Solid, un sistema robusto y fiable gracias a su herramienta ABRoot, que garantiza la inmutabilidad.
- Versatile, versatilidad a través del uso de imágenes OCI (en su próxima versión Orchid)
Su sección de ayuda está muy bien organizada, en un formato minimalista y con una sección de preguntas frecuentes que resuelven las dudas habituales. Se nota que hay alguien en el equipo que entiende la orientación al usuario final, con un diseño muy cuidado que se extiende desde el sitio web hasta el propio sistema, con logotipos y tipografías muy bien elegidas.
Tienen hasta una guía de estilo de su marca en
Vanilla OS Brand, desde donde hacen una declaración de sus principios: simplicidad, limpieza, libertad y sin obstáculos en tu flujo de trabajo.
Una prueba rápida de Vanilla OS me ha dejado muy buena impresión, inicialmente lo he instalado en una máquina virtual en mi Surface Pro 7+ LTE, un equipo con recursos limitados ya que solo tengo 8GB de RAM y un procesador Intel Core i5-1135G7 @ 2.40GHz y no he podido asignarle más que 3GB de RAM y 4 de los 8 cores virtuales del procesador.
Luego me he llevado esa máquina virtual a mi Sagar Hozkatua y he podido asignarle 8GB de los 32GB de RAM del equipo y 4 de los 8 cores físicos del Intel Core i7-9700F. Y ahí luce fantástico, con aceleración gráfica y conectado a mi monitor BenQ 4K de 27".
La instalación no puede ser más sencilla, y en muy poco tiempo la he configurado añadiendo al software de base algunos de los programas que considero esenciales, como Microsoft Edge como navegador, Okular para la visualización de archivos PDF, Spotify, Tidal, Plexamp para el streaming de música...
... o Plex para el streaming de mi bibloteca multimedia, en la que tengo pequeñas joyas que apetece volver a ver.
Os animo a probarlo, y os comparto una pequeña guía de cómo ponerlo en marcha, que a su vez servirá para que veáis cómo de bien hecha está esta distribución de Linux.
Lo primero que tenéis que hacer es descargar la imagen ISO
desde la sección de descargas de su página web. Veréis que hay dos versiones
- Vanilla OS 22.10 Kinetic es la versión estable y sería la recomendable para la mayor parte de usuarios.
- Vanilla OS 2 Orchid es la nueva versión, que actualmente está en estado alpha, pero que puedo decir que funciona como una definitiva. Si la queréis instalar, tendréis que descargarlo desde su Git, haciendo login en Github previamente.
Una vez tengáis la ISO:
- Si la vais a instalar en vuestro equipo, tendréis que hacer un pendrive de instalación, para lo que recomiendo Balena Etcher o Rufus.
- Si la vais a instalar en una máquina virtual, tendréis que asignarla al CD virtual.
Iniciamos el equipo desde el CD de instalación y aparece el asistente de instalación, que me ha gustado mucho. Está muy bien diseñado, pensando en plantear de forma sencilla las decisiones que tendrá que tomar el usuario al configurarlo inicialmente.
Se inicia con una pantalla de bienvenida con el logo y un círculo inferior que gira, indicándonos que hay actividad.
Lo primero que vemos es el escritorio de GNOME y el instalador que nos ofrece dos opciones, una para probar Vanilla OS y otra para instalarlo, que es lo que vamos a hacer.
Por seguridad siempre configuro inicialmente las máquinas virtuales sin aceleración gráfica, y la pantalla se presenta con una resolución muy pequeña de tan solo 800x600 pixeles, pero podemos cambiarla accediendo a las preferencias del sistema, haciendo clic arriba a la derecha para desplegar el centro de control y ahí haciendo clic en el icono del engranaje.
Bajamos hasta el apartado Displays y seleccionamos la resolución que mejor encaje con nuestro monitor.
Conectado a un monitor Full HD he elegido 1920x1080 al 100%, pero si tienes algo con más resolución puedes usar HiDPI o resolución "Retina" que dice Apple, eligiendo ampliación al 200%. Dispone también de escalado fraccional, pero ya advierte que no es lo óptimo.
Tengo pendiente averiguar cómo establecer en Linux una resolución mayor que la que tiene el monitor 4K, que es lo que hace Apple para conseguir unos 2560x1440 pixeles de calidad, reduciendo a la mitad una resolución virtual de 5120x2880.
Sé que se puede porque si le pido a VMware Fusion que se ajuste la ventana al tamaño de mi BenQ 4K que en macOS tiene esa resolución virtual de 5120x2880, lo hace. Tendré que investigar las
resoluciones personalizadas usando xrandr.
Una vez ajustada la resolución, ya podemos trabajar con el instalador con comodidad, y elegiremos la opción Install Vanilla OS.
Elegimos el idioma Español.
Aunque hayamos elegido español, la instalación continúa en inglés. Algo que debieran resolver y creo que la única pega que he encontrado en todo el proceso.
La distribución del teclado en español, que podemos probar para estar seguros de que es la que necesitamos.
La zona horaria en la que nos encontramos
El disco donde lo queremos instalar
Podemos elegir usarlo entero o particionarlo
Confirmamos antes de borrar el disco
Creamos nuestro usuario y definimos su contraseña
Y ya solo nos queda confirmar la instalación.
El proceso de instalación avanza y durante el mismo van apareciendo unas pantallas que nos habla de las características de Vanilla OS
Para los más curiosos, que quieran saber lo que está pasando, hay un botón abajo a la derecha que muestra el log de instalación en vivo. Hay pequeños detalles por todas partes.
Y cuando termina, nos lo indica y nos ofrece reiniciar.
El sistema se reinicia y nos recuerda que retiremos el CD de instalación. Hasta la tipografía elegida para el reinicio es bonita.
La primera pantalla nos muestra los usuarios definidos para elegir con cuál queremos iniciar sesión.
Y a continuación tendremos que introducir nuestra contraseña.
El asistente nos da la bienvenida a la segunda fase. Una vez instalado el sistema, tenemos que terminar de configurarlo.
El proceso continúa en inglés.
Elegimos entre el modo claro y el modo oscuro
Nos permite elegir qué gestores de paquetes de software usaremos, y que tenga Flatpak es todo un detalle. Encaja perfecto con la filosofía del sistema, que internamente usa contenedores para todo.
Elegimos las aplicaciones que nos interesen, y a las principales podemos añadir su versión de LibreOffice y una serie de utilidades.
Otro detallazo es que incluye Timeshift, la versión Linux de Time Machine para hacer copias de seguridad.
Incluso detecta si estamos usándolo en una máquina virtual y nos ofrece la posibilidad de instalar las herramientas para optimizar su uso.
Esto se agradece mucho ya que en algunas distribuciones es un dolor de cabeza.
Linux busca que todo sea realmente software libre, pero hay cosas que necesitamos y que son propiedad de terceros. Muchas distribuciones no te lo dan y te tienes que buscar la vida, y en este caso también cuidan el detalle de ofrecértelo, con codecs y tipos de letra que tienen sus restricciones de uso.
No he activado el sistema de reporte de fallos
Y el proceso de configuración comienza con la ejecución de ABRoot, la herramienta que controla la ejecución con privilegios de administrador.
Mientras se configura, nos recuerda que Vanilla OS está basado en Ubuntu y que es un sistema "inmutable" y que usa ABRoot para que las transacciones sean "atómicas".
También nos recuerda que usa Apx comogestor de paquetes para que el software se instale en contenedores, y prevenir así el fallo del sistema.
Incluso nos ofrece la oportunidad de formar parte del proyecto.
Y unirnos a la comunidad
Y para cuando quieres darte cuenta, el sistema está ya listo.
Tras reiniciar, le queda instalar los paquetes de software que vienen de Flatpak
El escritorio está completamente limpio. Arriba a la derecha tenemos el centro de control, en el centro un calendario y las notificaciones, y a la izquierda pulsando en Actividades nos muestra el dock, que también podemos activar con la tecla Windows o Mac.
Es el funcionamiento habitual de un escritorio que usa GNOME como gestor, y esto es lo que aparece con la ventana de actividades, algo parecido al Launcher de macOS.
En el dock inferior (aquí le llaman tablero), podemos poner los programas que más utilicemos, como por ejemplo el de la tienda de aplicaciones.
Podemos buscar nuestros programas favoritos
Fijaros que debajo del botón instalar, aparece el origen del programa, en este caso Flathub.
En un momento, instalado y funcionando. La tienda de aplicaciones se encargará de mantenerlo actualizado.
Lo mismo podemos hacer con Spotify
O con Plexamp, por poner un par de ejemplos. Estaría muy bien hacer una lista conjunta de los programas de Linux que más nos gustan.
Aquí lo tenéis funcionando en la máquina virtual en mi Surface Pro 7+ en modo claro
O en modo oscuro
Y aquí en mi Sagar Hozkatua, a 2560x1440 pixeles de resolución "Retina".
Os dejo, que tengo que elegir si sigo escuchando el Silence de Charlie Haden o seguir viendo a los Rolling Stones de jóvenes... !menuda banda!