Respuesta: Lords of Salem: vuelven Zombie y señora
La vi anoche y aún estoy un poco consternado, eh... Algunas imágenes me persiguen sin descanso. Es como si hubiera visto mi particular "Le fin absolue du monde"...
TFV lo clava bastante en su blog (MUCHOS SPOILERS:
http://elcineseguntfv.blogspot.com.es/2012/10/el-triunfo-de-satanas-lords-of-salem-de.html), así que prácticamente firmaría debajo porque coincido mucho con él.
A falta de digerirla convenientemente y de verla al menos una vez más, algunas ideas me vienen a la cabeza:
- Zombie, de nuevo, refleja su simpatía por el Mal, por el ser grotesco, por el villano, por el perturbado, por el outsider, por el elemento ajeno al mundo cotidiano.
- Retrata las calles y las viviendas desde una óptica sombría, mostrando espacios oscuros, grises, anodinos... La existencia rutinaria se configura como un limbo desapacible, lo cual contrasta con los colores vivos y llameantes de las irrupciones de ese "otro" mundo que, irónicamente, resulta mucho más atractivo, magnético, de mayor grandeza...
- El espectador como observador primero... y como testigo directo después, asemejándose a la vivencia de la protagonista, que entra en un determinado estado de impacto que el mismo público puede experimentar debido a la estudiada sucesión de imágenes que Zombie lanza a diestro y siniestro. Así, la misma película sufre una transformación conforme se desarrolla.
- La indudable potencia visual (y sensorial) de momentos como la extraña entrada a esa suerte de catedral satánica en la que aparece cierto personaje, dando una impresión de grandeza que embelesa y hechiza.
- Los pasillos y las estancias del edificio donde se aloja la protagonista. Una oscuridad rota por fuertes focos de luces blancas aquí y allá.
- Los problemas personales en el pasado de la protagonista y su vida actual apagada, como si su devenir en el relato fuera la única salida a un día a día no especialmente excitante.
- La iconografía satánica de Zombie formada por símbolos e imágenes que remiten no a algo etéreo, sino a una fisicidad inquietante.
- El culo de Sheri Moon.
No sé... ya dirés. Para bien o para mal, hay que verla.