Respuesta: Los animales son PRODUCTOS...
A ver qué os parece este texto extraído de ThinkVegan.
¿Especista con las plantas?
En más de una ocasión al hablar sobre especismo y dar su definición - discriminación de los intereses un individuo en función de la especie -, me han acusado de ser "especista con las plantas", ya que según quienes tratan de argumentar esta postura, el antiespecismo (según ellas/os) por definición, debe implicar que se incluya a los vegetales dentro del ámbito de consideración.
Pero al igual que no se puede hablar seriamente de que se está siendo sexista con las plantas, cuando por ejemplo se separan las hembras de determinadas especies en vez de a los machos ya que tienen propiedades diferentes, no se puede hablar con seriedad de que alguien antiespecista es especista con las mismas.
Para ser víctima de una discriminación moral (a la que se refiere la definición) es necesario verse afectado por dicha discriminación, y las plantas al contrario que los animales que poseemos sistema nervioso (algo sobre lo que existe amplia evidencia científica) no son seres sintientes/conscientes que puedan verse de ninguna manera afectadas por no ser tenidas en cuenta*1 cuando las matamos para comer.
En el caso de los vegetales, al igual que en el de las células, las bacterias, los hongos etc. no existe un sujeto que padezca el sufrimiento de saber que va a ser asesinado, ni nadie que tenga deseo/interese en seguir viviendo que se vean frustrados por la muerte.
La propia definición de especismo tiene esto en cuenta doblemente primero, al utilizar la palabra discriminación - como ya hemos visto -, y en segundo lugar al referirse a los "intereses de los individuos": solamente quienes pueden verse afectados por el sufrimiento o el disfrute tienen intereses, ya que tener un interés (que puede ser sinónimo de deseo o querer) implica poseer un sistema nervioso que nos habilita para sentir, y por lo tanto evitar lo primero, y tender hacía lo segundo.
Este argumento cobra otra forma cuando lo que se dice es que quienes defendemos la igualdad animal, somos especistas al establecer la línea de consideración en los animales con sistema nervioso, es decir, al respetar a lo que "siente/es consciente" en particular, y no a todo la "vida" en general. Pero podríamos replicar exactamente lo mismo que anteriormente ante esto, estar viva/o no es sinónimo de ser un sujeto que experimenta y que percibe cosas, y por lo tanto que algo este vivo no quiere decir que el organismo en cuestión tenga intereses. Esta línea no se establece de manera arbitraria, como sí ocurre cuando se hace en base a la pertenencia a la especie humana, ya qué una característica relevante para ser tenido en cuenta (la capacidad para sentir), es la que se valora.
Las células están vivas y no cometemos ningún crimen cuando nos cepillamos la cabeza, ya que no hay nadie que se vea afectado por ello (quizás nosotras/os si lo hacemos muy fuerte, pero desde luego no las células de nuestra cabeza). De la misma forma no cometemos ningún genocidio cuando cortamos la hierba o arrancamos hierbajos de un jardín, porque los vegetales no sienten ni dolor ni disfrute.
La igualdad animal implica que los intereses de todos los individuos afectados por una acción sean dados un peso justo y tenidos en cuenta a la hora de llevarla a cabo sin discriminaciones arbitrarias, y por lo tanto lo que no puede verse afectado por esa acción no deben ser tenidos en cuenta. Nadie nos acusaría de no tener en cuenta los intereses de una silla cuando nos sentamos en ella, porque es evidente que no los tiene, y en el caso de las plantas ocurre exactamente lo mismo.
*1 Las plantas tienen un valor indirecto, aunque no por sí mismas, es decir si no debemos talar un bosque no es por el bosque en sí, si no por todos los individuos sintientes que se verán afectadas/os por dicha tala, son ellas/os a quienes realmente estamos teniendo en cuenta cuando decidimos no talar un bosque.
Un bosque en la luna, e independientemente de lo contraintuitivo que nos parezca, en donde no vive ningún ser que pueda verse afectado por su tala, no tiene ningún valor.
*2 Evidentemente no deben ser dados el mismo peso el interés en vivir de alguien, que el de otra/o en degustar el sabor de su cuerpo, ya que a pesar de que pueda haber excepciones, la mayoría de nosotras/os no estaríamos dispuestas/os a sacrificar nuestro interés en vivir por nuestro interés en degustar el sabor de un plato.
Por ello establecemos la regla de que el interés en vivir de los seres sintientes es más importante que otros intereses, como nuestro interés en saborear en plato, en disfrutar de un espectáculo etc.
En el caso de que un interés idéntico se vea en conflicto en dos seres sintientes (y si no hay intereses de otras/os implicados), la solución más justa es no priorizar a ninguno de las/os dos y por lo tanto recurrir al azar (tirar un amoneda al aire)