El hombre que nunca estuvo allí. Esta es otra de las que ganan muchos puntos cuando la vuelves a ver, si Muerte entre las flores era un homenaje a ese cine noir más desenfadado, el del Halcón Maltés, el de Bogart en general, aquí la trama noir es más del estilo margo de Perdición o Perversidad, con tono pesimista.
Una soberbia primera mitad presentando con pausa los personajes y la trama noir complicándose, con una fotografía en B/N hipnotizadora. Lo curioso es que lo que empieza siendo un ejercicio de homenaje cinéfilo acaba, en su segunda mitad igual que en No Country, en una reflexión filosófica acerca de las casualidades del destino, del conformismo, de la resignación, del dejarse llevar, todo en coherencia con su estilo Coen y sus caracterizaciones pero con un tono en plan Kafka/Welles del Proceso mezclado con el Brazil de Gilliam, que deja un poso que no me esperaba.
Otra recomendabilísima. Y van ...