EL PROCESO DE REAL MADRID TV
Al hilo de la problemática en Barça TV es interesante rememorar lo ocurrido con Real Madrid TV. En la temporada 2004-2005, la empresa Sogecable, del grupo Prisa, se ocupaba de la producción de la cadena madridista. A raíz de un programa visto en una cadena portuguesa, Florentino Pérez instruyó al director de comunicación, Antonio García Ferreras, para reorientar la antena del club. El programa en concreto que encandiló al presidente blanco fue un show que presentaban Luis Figo y un mago luso y que contó con la presencia en primera fila de Raúl González. Entusiasmado con el espectáculo, Florentino planteó que quería convertir Real Madrid TV en un canal abierto a todo el mundo, con un programa espectacular en el ‘prime time’ de los viernes para alcanzar una audiencia de 10 millones de espectadores. García Ferreras añadió la puesta en marcha de satélites en todo el mundo con tal de difundir dicha programación.
La conclusión del proyecto fue la ruptura del acuerdo con Sogecable y la firma de uno nuevo con Royal Media International, filial de Mediapro. Como objetivo, hacer una televisión insuperable, instrumento de evangelización madridista, según consta en los archivos de la época. Ese gran canal universal de televisión elevó su presupuesto anual a 21 millones de euros. Al mismo tiempo se rodó la película Real Madrid The Movie, saldada con estrepitoso fracaso pues tras ocho días exactos de exposición en cines hubo salas en las que no entró ni un solo espectador.
La salida de Florentino Pérez en 2006 redimensionó el proyecto, que en ámbitos de gestión del club llegó a ser tildado de “megalomaníaco”. En la temporada 2006-2007, el presupuesto del canal se redujo de 21 a 7 millones de euros anuales, eliminando horas de producción, directos en plató, satélites repetidores en toda la geografía mundial y viajes para realizar reportajes. La televisión del club se centró en reforzar sus informativos y debates y las transmisiones en directo de los partidos del Castilla. Con el retorno de Florentino a la presidencia de la entidad se procedió a la modificación del contrato con Mediapro, otorgándole la comercialización de los contenidos del canal a cambio de que la productora asumiera los costes de producción, algo similar a lo que acaba de realizar el Barça. El resultado visible ha sido un empobrecimiento de los contenidos o la no renovación de contrato a 28 empleados hace unos meses. En estos momentos, la definición de Real Madrid TV es materia de debate en los órganos de gestión del club, con posturas opuestas que oscilan entre la reducción del canal al mínimo o el alquiler de una antena propia en la TDT.
La decisión adoptada por el Barça es de corte parecido: tras un período expansivo en el que algunos contenidos eran, como mínimo, chocantes, se efectuó un proceso de ajuste de costes para desembocar ahora en la externalización del canal y de una parte importante de la comunicación del club. El futuro inmediato nos dirá si la conclusión de Barça TV se asemeja a la vivida hasta la fecha por Real Madrid TV.