Entre Bielsa y Karanka
Por:
Juanma Iturriaga | 30 de abril de 2012
Se marcha Guardiola y cada cual hace inevitablemente su reflexión al respecto, pues no es noticia por la que se pueda pasar por encima. De las muchas expuestas, tomemos dos que representan probablemente los extremos de todo el espectro posible de opinión. Como si fuese un ring de boxeo, a un lado Marcelo Bielsa, al otro, Aitor Karanka.
Bielsa dijo: “
La pérdida de Guardiola es mayúscula para el fútbol”.
Se puede decir más alto pero no más claro. Bielsa abandona lecturas locales y coloca a Guardiola a otro nivel, el de aquellas personas cuya trascendencia va más allá de unos colores determinados y se traslada a terrenos globales. El problema no es ya del Barcelona, ni siquiera de la liga española. Su posible ausencia, de tiempo indeterminado, es una muy mala noticia para el fútbol. Tan mala como para catalogarla de mayúscula. De esta forma Bielsa homenajea a uno de sus fans declarados situándole en la exclusiva nómina de personajes cuyo legado trasciende un momento determinado y un equipo concreto. Hay gente que pasa a la historia de un club. Otros, a la del fútbol. Para Bielsa, Pep es uno de ellos.
Karanka, por su parte, dijo: “
Creo que la Liga española ha existido sin Guardiola y existirá sin Guardiola. Es verdad que sus títulos están ahí durante los últimos cuatro años, pero como ya he dicho, con o sin él, con o sin Karanka y con o sin Mourinho, la Liga seguirá existiendo”.
Sin entrar en que sabiendo que se lo iban a preguntar, podía haberse preparado un discurso algo más elaborado, Karanka no hizo otra cosa que practicar uno de nuestro deportes nacionales: el ninguneo. Ningunean la mayoría de los políticos, incapaces de decir ni una sola cosa buena de cualquiera que no combata en su misma trinchera y dedicados en cuerpo y alma a tirarse los trastos a la menor oportunidad, sin importarles un huevo donde nos lleve esta espiral de descalificaciones. Ningunean muchos de los periódicos y radios, volcados con lo suyo, rindiendo pleitesías ideológicas y empresariales, mientras se dan cera a la menor ocasión sin saber que el desprestigio de la competencia es su propio desprestigio. Ningunean casi todas las cadenas de televisión, donde solo existe lo propio, su gente, sus programas, los deportes cuyos derechos poseen y donde no hay cabida para otra cosa que no sea mirarse bien el ombligo. Y también, por supuesto, se ningunea en el universo deportivo, aunque eso signifique traicionar el
fair play y otros cuantos valores normalmente asociados al deporte. ¿Títulos, reconocimiento mundial, germen inicial de la selección campeona del mundo, constante evolución táctica, jugadores dando su mejor versión durante una eternidad? Bah, eso ni es nada, ni merece nada. Además, la Liga ha existido antes y existirá después. Menos mal que era una pregunta esperada, que si llega a ser una sorpresa, vete tú a saber por donde sale.
Eso sí, se podrá decir muchas cosas de la lastimosa actuación de Karanka, pero de lo que no se le puede criticar es de falta de coherencia. Si durante los dos últimos años has puesto en duda todo lo conseguido por el Barcelona, si sus títulos los has achacado a los árbitros, la federación española, la UEFA, el calendario, la potra o lo que hiciese falta, es normal que no des la más mínima importancia ni a su entrenador ni a su marcha. En ese aspecto, trayectoria irreprochable. (Afortunadamente en el Madrid no todos piensan así y se han podido escuchar otras voces más lógicas, como las de Casillas y Butragueño. Por no hablar de la de Raúl, que aunque le quieran nacionalizar alemán, siempre será referente blanco)
Un ejemplo. Supongamos que Djokovic o Federer deciden retirarse esta temporada. ¿Se imaginan a Rafa Nadal no deshaciéndose en elogios del que le ha derrotado en unas cuantas ocasiones y diciendo que bueno, el tenis estaba antes y estará después? ¿O a Magic ninguneando a Bird? ¿Tan difícil es reconocer los méritos ajenos, aunque sean de nuestros rivales? ¿Por qué el cuerpo técnico del Real Madrid sigue en esta línea tan penosa?
Desde luego que mi opinión está mucho más cerca de la de Bielsa que de la de Karanka. Guardiola siempre gozó de mis simpatías desde su etapa de jugador. Por su inteligencia, claridad de ideas y capacidad de liderazgo. Pero no sólo eso. Recuerdo esta foto de Pep con Kiko en uno de esos espectaculares Barça-Atlético de Madrid de aquellos años. Fue después de una viva discusión entre compañeros y amigos, que terminó con este abrazo. Pura pasión deportiva. Como entrenador, me limito a lo obvio. El Barça de su mano, ha sido un equipo imperial, en lo práctico y en lo estético y se le reconoce mundialmente como uno de los mejores equipos de la historia (para mí desde luego, el que mejor he visto jugar a fútbol). Y en su discurso y comportamiento, en el que algunos ven falsedad, yo he visto casi siempre sensatez, coherencia, respeto y espíritu deportivo. Sí, creo firmemente que ni el Barça, ni el futbol, ni el deporte andarán nunca sobrados de personajes como él (sospecho que este tipo de opiniones son las que me convierten en un pseudomadridista)
Termino enviando a Guardiola una sugerencia para su vuelta: ¿Qué tal el Athletic post-Bielsa? Si no nos alcanzan los euros, pagamos en chuletones.