feanor
Miembro habitual
quien es el que está entre Xavi y Piqué?
Bagnack, defensa del B.
Cesc no está en la foto
quien es el que está entre Xavi y Piqué?
El Tata y el síndrome de Rebeca
El día que Pep Guardiola anunció su marcha, el Barça dio por inaugurado un proceso de nostalgia que el tiempo ha ido agravando. Con el barcelonismo eternamente enamorado de los años de Pep (y con razón), el entonces presidente Rosell tuvo que buscar un heredero perfecto. Nadie mejor que Tito, hombre querido, de la casa y mano derecha del técnico saliente. El destino en forma de enfermedad trágica lo enredó todo, y un año después, la sucesión se volvió imposible: se buscaba a alguien parecido a Pep, pero no podía ser Pep. Ni, desgraciadamente, Tito. Ni siquiera Luis Enrique o Valverde, recién comprometidos. Ni Bielsa, íntimo de Guardiola pero rebotado del Athletic tras una mala segunda temporada. Así que de la chistera apareció el Tata Martino. Sin ser lo ideal, se parecía. Podía funcionar.
Un año después, la situación recuerda a Rebeca, la colosal novela de Daphne du Maurier que Alfred Hitchcock convirtió en obra maestra del cine. Para quien no lo recuerde: un aristócrata británico, Maximiliam de Winter, vive feliz en su mansión de Manderley junto a su esposa, Rebeca, hasta que ésta desaparece en un acantilado. Maximiliam vuelve a casarse con una joven, sin nombre en la novela ni en el cine, que se instala en la mansión. Pero la vida allí, bajo el recuerdo de Rebeca y bajo la implacable ama de llaves, Mrs Danvers, es imposible para la joven, condenada a la comparación con un fantasma perfecto e idealizado.
El reparto es sencillo: Pep, en el papel de Rebeca, la desaparecida esposa ideal. La planta noble, e incluso la plantilla, como Maximiliam de Winter, desconsolado perseguidor de un ideal perdido. Al Tata le corresponde el papel de segunda segunda señora de Winter. La intrigante ama de llaves, Mrs. Danvers, es lo que hace muchos años Cruyff definió como “el entorno”.
Así que quedamos en que a Martino, como a la segunda señora De Winter, le tocaba rehacer la vida y recuperar la felicidad para éste, además de devolver la luz a la tenebrosa mansión de Manderley. Misión imposible: docenas de recuerdos y cientos de consejos (de fuera y de dentro) le han explicado a Martino el método y el camino… para ser como Pep. “¿Qué Pep?” ha debido preguntarse Martino. ¿El del 2-6, con Messi, Eto’o y Henry? ¿El del 5-0, con Mourinho enfrente? ¿El de Chygrynsky e Ibrahimovic? ¿El de tres defensas en el Bernabéu? ¿El Pep que anunció su marcha porque ya no podía motivar al equipo?
Si hacemos caso a los críticos, el Tata debería parecerse a todos a la vez. Pero, eso sí, ganando siempre y sin salirse de los axiomas de Guardiola, interpretados obviamente por docenas de exégetas con mejor o peor criterio. A cambio, al Tata se le condenaba a ser comparado una y otra vez con la imagen ideal de Rebeca a la que, por supuesto, nunca podría equipararse.
Le fue bien al Tata mientras adoptó sus propias soluciones, con las que completó una primera vuelta excelente. Pero siempre había un ama de llaves recordándole que no podía usar cierto vestido, cambiar los muebles de sitio o entrar en el desván. Ni acortar la circulación, pasarse en las rotaciones, sentar a Messi, perder la posesión con el Rayo o salir con balón largo (como Cruyff o Rijkaard, por cierto). El día que el Tata dijo aquello de "no soy de la cantera ni holandés", el ama de llaves sonrió en secreto. El fantasma de Rebeca había triunfado.
¿Era Martino el entrenador perfecto para el Barça? ¿Lo será Luis Enrique? Ni siquiera es esa la cuestión. Los psicólogos dieron en llamar “síndrome de Rebeca” a la enfermedad que producen los celos de lo imposible. Por tanto, al señor de Winter azulgrana sólo le quedan dos caminos: o ir a buscar al acantilado de Múnich a la Rebeca original, o alejar definitivamente a su fantasma y abrir una nueva etapa sin referencias constantes a la anterior. De lo contrario, el Barça estará condenado a la melancolía. A convertir al Camp Nou en una Nueva Mansión de Manderley.
Bagnack, defensa del B.quien es el que está entre Xavi y Piqué?
Cesc no está en la foto
Tras su exposición técnica, Zubi abandonó la sala de reuniones, aunque con anécdota final. 'Barto' le emplazó a una nueva cita en un mes para desvelar los otros refuerzos, al margen de Ter Stegen, Masip, Rafinha y Deulofeu, que completen la plantilla. La respuesta del director deportivo dejó boquiabierto a más de uno: "¡Pero si en un mes no habremos hecho nada!", exclamó. Y se fue.http://
Lluís Mascaró | 23.5.2014 | 10:29h.
El Barça ha fichado a Ter Stegen. Y Ter Stegen será el portero titular del Barça la próxima temporada. Pero el Barça tuvo la oportunidad de fichar a Courtois, el guardameta del Atlético, en una operación rocambolesca... pero Zubizarreta desestimó esta opción.
La historia del supuesto fichaje de Courtois tiene un trasfondo de 'guerra intestina' en el Barça. La lucha por el poder de algunos directivos disconformes con Bartomeu y, sobre todo, con Zubizarreta. Uno de estos directivos, conocido por sus negocios de ocio nocturno, contactó casualmente en un establecimiento de Madrid con la novia de Courtois, Marta Domínguez, una guapa tinerfeña que estudia en la UNiversidad Autónoma de Madrid y que trabaja como dependienta en una tienda de ropa del Centro Comercial Plaza Norte 2 de San Sebastián de los Reyes.
En este contacto, el susodicho directivo le pidió a Marta que quería hablar con Courtois para hacerle una oferta para el Barça. Una oferta que no estaba autorizado a hacer y que, en realidad, era una manera de intentar 'torpedear' a Zubizarreta, El directivo blaugrana consiguió hablar con Courtois y le interrogó sobre su interés por jugar en el Barça. Obviamente, Courtois se dejó querer...
Con esta 'promesa' de Courtois, el directivo se presentó a la última reunión de la junta dispuesto a presentarle 'batalla' a Zubizarreta. Cuando el director deportivo expuso las líneas maestras de la renovación del Barça, este directivo, jaleado por otro, puso sobre la mesa el nombre del portero del Atlético, pensando que tendría el apoyo de todos sus compañeros de junta. Pero no fue así...
El directivo fue severamente reprendido por el presidente Bartomeu, que volvió a mostrar su total confianza en el trabajo de Zubizarreta, "Si Zubizarreta cree que el portero debe ser Ter Stegen, será Ter Stegen", dijo el presidente. Y el directivo, avergonzado, calló. Ganó Zubizarreta. Se ha fichado a Ter Stegen. Y la llegada de Courtois está totalmente descartada. Pero la guerra interna en la directiva blaugrana no se ha acabado... Una guerra interna que puede cobrarse, dentro de poco, más de una víctima. Este directivo parece tener los días contados. Y algún que otro 'disidente', también..