Echando un vistazo a la actualidad culé y a Valverde en particular...
El año pasado Valverde llegó y Neymar se marchó. Ante una baja tan importante el equipo debía adaptarse a esas circunstancias. El club fichó a Dembelé, pero su primera lesión, su juventud y su segunda lesión, hizo que apenas entrara en la dinámica de grupo. A Valverde se le "perdonó" por todas estas cuestiones que dejara aparcado el 4-3-3 y apostara por el 4-4-2 con Messi y Suárez en punta. La llegada de Coutinho tampoco varió mucho este esquema, pues fueron pocas las ocasiones en las que Iniesta y Cou coincidieron en el campo con el brasileño de extremo. Valverde prefería solidez y por ello Paulinho se fue haciendo un hueco en el once.
Con este sistema (puntualmente un 4-3-3) apenas se perdieron partidos. Quitando la Supercopa a principio de temporada, un partido de Copa ante el Espanyol, la debacle de Roma y ese partido de Liga ante el Levante con el título conseguido no se perdió ningún otro partido. En aquel partido de Roma no jugó Paulinho, pero sí lo hizo Sergi Roberto en el centro del campo manteniendo un 4-4-2. No fue eso la causa de la derrota, pero es una muestra de la elección de ese sistema frente al 4-3-3. Sobre lo que pasó en Roma di mi opinión meses atrás:
A Valverde le culpo mucho de lo que sucedió en Roma. No puede ser que la mayoría que jugaron en Roma habían jugado dos partidos en 6 días. Es inexplicable que con la ventaja que se llevaba en Liga apenas se hacían rotaciones en ella. Es inexplicable que Coutinho varias veces no jugara de titular un partido de Liga, cuando el siguiente martes o miércoles no iba a poder jugar Champions. Y también es inexplicable la mala gestión de Dembelé. Se entiende que tras la lesión, y segunda lesión, se pueda ser precavido con el chaval, e incluso protegerlo, pero tras varias semanas ya se nota que no juega porque no ha asimilado ciertos conocimientos tácticos, pero no ponerlo de titular en Roma, después de haberlo hecho aceptablemente bien contra el Chelsea fue un error. Un error porque si algo tiene Dembelé es velocidad y con espacios es muy bueno. Y contra la Roma iba a tener muchos espacios, lo que habitualmente no tendrá. Pero ese día sí, porque la Roma necesitaba tres goles. Y si no lo pones de inicio, en la segunda parte lo sacas, mientras hayan espacios. Pero no, ni así.
Eso fue lo ocurrido la temporada pasada. Este verano hay que reconocer que se ha hecho una buena limpia de jugadores intrascendentes que no tenían sitio en el equipo. Se fue Paulinho, que era muy del gusto de Valverde por eso del "músculo" y a cambio se ha traído a Vidal. El resto ya no parece que san peticiones del entrenador, de Malcom se desentendió absolutamente en aquella rueda de prensa, Arthur no fue petición suya sino que el club lleva mucho tiempo detrás de él y Lenglet no sé que pensar. Todo apunta a que la dirección deportiva va por un lado y el entrenador va por otro. Algo que puede ser entendible pues un entrenador puede estar 2, 3 o 4 años en el cargo y el club debe mirar a largo plazo. Por contra, si el club ha hecho un fichaje de futuro pero el entrenador no está en sintonía con ese fichaje, probablemente juegue mucho menos de lo que debería.
Dicho esto, empieza el curso y teníamos las dudas de si Valverde recuperaría ese 4-3-3 más ofensivo ahora que este año indiscutiblemente tiene mejor fondo de armario, de si iría incorporando a Arthur, un tipo que ilusiona por su trato de balón, para ir recuperando ese control del juego y esa forma de jugar que se fue perdiendo, de si utilizaría esa energía que tiene Malcom o si Dembélé se afianzaría en el 11.
Pues bien, tras 3 jornadas vemos que el tipo nos está dando más de lo mismo. Con Dembelé en el 11, eso sí, y con un 4-3-3, pero el resto es inamovible. Con Coutinho definitivamente como interior (al menos así juega Dembelé), el tipo juega contra el Huesca con su once de gala. Ni un cambio. Podríamos haber visto más a Arthur, que muchos tenemos muchas esperanzas en él o a Malcom y dejar en el banco a un Suárez que falta le hace. Pero no. Busquets y Rakitic siempre ahí chupándose todos los minutos. Quien sabe si cuando Vidal esté bien y en forma saque a Dembelé del once y volvamos al "cemento" y el 4-4-2. Ya se lo preguntaron en rueda de prensa y no lo desmintió.
Valverde se está ganando la fama de cagón y de amarrategui y desde luego no parece aquel entrenador que Cruyff en su día bendijo para entrenar al barça. Los Buenos (así se autodenominan en un foro que frecuento aquellos que siguen el estilo de Cruyff y Guardiola) ya están echando pestes de él.
Valverde parece un tipo cortoplacista, no parece mirar en demasía el futuro. Igual que la temporada pasada metía casi el mismo once, semana tras semana, aunque tuviera más de 8 puntos de ventaja en la Liga, repercutiendo en una eliminatoria de Champions, tampoco parece tener demasiado interés en meter gente nueva. Mete a los que más dinero han costado y a las vacas sagradas, estén en la forma que estén (véase Piqué y sus negocios o Suárez). Para qué va a dar minutos ahora a jóvenes promesas si cuando "exploten" probablemente ya no esté en el club. Esa es la mentalidad.
Si contra el Huesca en casa no le da cancha a Arthur o Malcom, cómo se la va a dar a Riqui Puig o Aleñá. Que en el 51' iban 5-2 y hasta el 64' no hace un cambio que es Lenglet. Si los jugadores nuevos van a jugar un par de veces al mes que nadie se sorprenda que no rindan.
Mientras tanto a seguir disfrutando del 10. Sigue pasando el tiempo y sigue siendo el más decisivo.
Y hasta aquí mis larguísimas reflexiones del comienzo de la temporada.