Findor dijo:
Yo no veo el problema a que una película no tenga una estructura narrativa clásica.
Y no lo hay. El problema de
There will be blood no es ése, ni que tenga escenas larguísimas; como bien dices, hay películas excelentes basadas en esos puntos. El problema es que el film no está bien estructurado, y que las escenas largas son, además, pesadas. Y eso sí es imperdonable.
Una de las reglas básicas de cualquier película es
mantener la atención del espectador, que éste se interese por lo que está pasando y
por lo que va a pasar. Dicho así parece fácil, pero es probablemente una de las cosas más complicadas que existen. Los malos directores lo intentan, por ejemplo, con una sucesión de efectos especiales a cuál más espectacular; o con giros inesperados en el guión cada tres minutos; o con cambios de plano permanentes, acompañados de imágenes
cool (técnica del videoclip). En resumen, cualquier cosa que impida pensar al espectador.
Otros, sin embargo, respetan al aficionado, y no utilizan trucos fáciles para captar la atención de los asistentes a una proyección. Desarrollan el guión dejando espacio para asimilar lo que va sucediendo en pantalla, y basan la percepción de la historia no sólo en lo que se ve, sino también en la imaginación de cada uno de nosotros, como puede hacer un buen libro. En sí, eso no garantiza que sean buenos directores; pero al menos están en el buen camino.
El problema surge cuando se pierde la concentración y la mente del espectador empieza a cansarse de ver lo que ya conoce y comienza a divagar sobre otros temas. Éso es lo que le ocurre a Anderson en
There will be blood en muchas de sus escenas. No que sean lentas: que son reiterativas. Eso hace que la película se haga pesada en muchas fases. El que Anderson no sepa resolver el final tampoco ayuda mucho.
Por eso creo que es un film fallido, que podría haber sido mucho mejor si lo hubiera dirigido un director con más calidad y, sobre todo, oficio; por ejemplo, Eastwood.