No digas chorradas, anda. Ni atribuyas a los demás cosas que no han dicho, que cuando te lo dicen a ti te cabreas como una mona. La sentencia del Supremo es una barbaridad que ellos mismos reconocen como tal. Un error mayúsculo, un patatal en el que se metieron y luego no han sabido como salir.
A partir de este punto, se abre un segundo problema. Que es lo que había que hacer de ahora en adelante. Había tres opciones:
1) Dejar las cosas como estaban. Que no era ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario.
2) Ser coherente con lo que se afirmaba cuando el tema estaba en el Supremo (este es un impuesto injusto, y blah, blah, blah), y suprimirlo. Que a partir de ahora no lo pague nadie, y todos contentos.
3) Pasarse por el arco del triunfo lo que decimos (algo a lo que este gobierno nos tiene ya acostumbrados), y aunque está en nuestra mano suprimirlo, lo mantenemos... pero para que no se note mucho que lo hago por la pasta que recibo por dicho concepto, traslado la obligación de tributarlo a los bancos. Y les digo a estos que no sean malos y lo repercutan en los clientes, o les hacemos tras-tras. La Botín aún debe estar descojonándose.
Vamos, de las tres soluciones posibles, escogen LA PEOR, la que deja el tema abierto frente a futuros pleitos, la que hará que los de siempre (nosotros) paguemos los platos rotos, la que a ellos les beneficia más (van a seguir recaudando por ese impuesto "injusto"), pero ojo... No lo digas en alto porque eres un pepero y todo lo que hace el PSOE te parece mal. Y anda que el PP...
A freir espárragos ya, hombre...