A ver Juan, si hay otro fallo, será de otra cosa o se pasará por alto... El problema aquí es el siguiente: la pifia de Boeing llevando un diseño más allá del límite es inmensa, sí, pero es que todo el mundo está pillado de los cataplines con este problema. El mundo necesita que se fabriquen y vuelen los 737-MAX. Las compañías que lo han comprado necesitan, de forma competitiva operar ese avión en sus rutas de corto y medio radio, para ir de Roma a Frankfurt o a donde te salga de las narices, pero las compañías necesitan ese avión. El mundo necesita mover gente de un sitio a otro, necesita ese avión.
O sea, es importante que ese avión vuele. No podemos esperar a un nuevo avión de la misma clase por parte de Boeing, ni nada, hay que construir y entregar. En diez años ya veremos.