Un desprendimiento de la catenaria a la altura de la localidad de Ariza, en la provincia de Zaragoza, provocó
la interrupción de la circulación de trenes en la línea de alta velocidad Madrid-Zaragoza-Barcelona durante varias horas en la tarde del pasado sábado. Más de 8.000 viajeros de 25 trenes alta velocidad de Renfe y de la compañía francesa Ouigo se vieron afectados. Las dos compañías transportistas ya han anunciado que indemnizarán a sus clientes por los retrasos pero queda por dilucidar quién se hará cargo finalmente de esas compensaciones, así como de los gastos por los destrozos de la catenaria, ya que el tren de Ouigo implicado en el incidente arrancó cuatro kilómetros de cable antes de detenerse.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), la compañía pública encargada de regular el tráfico y el mantenimiento de las vías,ha abierto una investigación para averiguar las causas de la avería. Las primeras conclusiones provisionales de ese examen a las que ha tenido acceso EL PAÍS apuntan a que fue el tren de Ouigo el que provocó el desprendimiento de la catenaria por una mala práctica de conducción, ya que se enganchó a la red en un tramo en el que no debía hacerlo. En caso de que se confirmara esta hipótesis inicial, Ouigo, propiedad de la compañía francesa pública SNCF, deberá indemnizar tanto a Renfe como al Adif.
El accidente se produjo a las 14.55 horas del pasado sábado cuando el tren de alta velocidad del operador francés, modelo Alstom Euroduplex, que hacía el trayecto Madrid-Barcelona se detuvo en la vía tras arrastrar varios cientos de metros de catenaria, la línea de alta tensión que suministra electricidad al tren. El corte de luz obligó a Adif a paralizar toda la circulación de la línea y afectó también directamente al AVE que cubría el trayecto entre Marsella y Madrid, que tuvo que retroceder a Calatayud. Además 20 trenes AVE y Alvia de Renfe y otros cinco de Ouigo sufrieron retrasos considerables, ya que se detuvieron en la estación más cercana o no pudieron efectuar su salida en el horario previsto. En total se vieron afectados más de 3.000 viajeros de Ouigo y 5.000 de Renfe.
La circulación se reanudó a las seis y media de la tarde por una sola vía. Adif trabaja desde entonces en la reparación de las instalaciones en la vía del tramo afectado que este lunes aún no se encuentra operativa, en período nocturno para no afectar a la circulación en la otra vía. Las previsiones iniciales apuntan a que la reposición total de esta vía se completará en unos cuatro días, según fuentes del gestor. La circulación ayer, domingo, en la línea Madrid-Barcelona no presentó alteraciones significativas como consecuencia de esta situación, reduciéndose la afectación a aproximadamente un 15% de los servicios (8 trenes de un total de 50 programados), con retrasos medios inferiores a 10 minutos en los trenes llegados a destino a esta hora.
Las primeras pesquisas de la investigación apuntan a que la infraestructura ferroviaria y la catenaria se encontraban en perfecto estado, por lo que Adif estaría exento de responsabilidad. La causa sería que el tren de Ouigo invadió una zona neutra -aquellas en la que los trenes deben circular por su propia inercia sin precisar energía eléctrica- y recurrió a la tracción de la catenaria, provocando un cortocircuito por sobrecalentamiento entre las fases de las subestaciones de Terrer y Medinaceli y la rotura del sustentador del cantón afectado en la vía 1 del lado Zaragoza, derribando y arrastrando posteriormente los cables de la catenaria hasta que logró detenerse, según consta en los conclusiones preliminares del informe de los técnicos a las que ha tenido acceso este diario.
La peor parte la vivieron los 500 pasajeros del tren de Ouigo que sufrió directamente el siniestro que tuvieron que esperar encerrados durante más de dos horas sin aire acondicionado con elevadas temperaturas hasta que fueron trasladados a otro tren para completar su trayecto. Alguino incluso intentaron forzar las puertas para salir y se produjo la rotura de algún cristal de los ventanales herméticos de los vagones. Para hacer el trasvase, que no finalizó hasta las 18.20 horas, los viajeros tuvieron que bajar a los andenes y contemplar con estupor como la locomotora del tren estaba capturada por una red de cables de alta tensión que había arrastrado antes de detenerse, arrastrando cuatro kilómetros de catenaria.
Ouigo ha anunciado que compensará a los pasajeros afectados del tren de Calatayud que sufrió la avería con el pago del billete y un 200% más del importe, y a todos los demás pasajeros de los otros cinco trenes afectados con un 100% del precio del billete. Renfe también aplicará su compromiso su compromiso voluntario de puntualidad, que contempla la devolución del precio del billete en porcentajes que pueden llegar hasta el 100% y que oscilan en función del tiempo del retraso.