QUENTIN TARANTINO'S DEATH PROOF
("Death Proof") (Quentin Tarantino, 2007)
Enorme revisionado de este 2x1 tarantinesco.
Una primera parte donde Tarantino se monta un slasher lleno de los clásicos tópicos; un grupo de chicas, victimas en potencia que charlan de aquello de lo que suelen hablar los personajes femeninos de esta clase de films (a saber, tios y sexo), y que planean irse juntas a pasar el fin de semana a un lago (faltaria mas), se toparan con un psicópata que las aguarda con su arma, un coche (acojonante y atrevida idea). Junto a una serie de monólogos
made in tarantino intrascendentes, necesarios y maravillosos, volvemos a un clásico; el asesino y sus victimas bajo el mismo techo. Ellas no lo saben, él las va vigilando, ellas siguen rajando y tú vas sudando con un lap dance que le hace la futura muerta al tipo que le reventara la cara con su rueda. Con todo montado solo falta empezar con las muertes, y ya que no hay mas trama que desarrollar, que mejor que juntarlas todas en el mismo brutal climax, cada una editada por separado y fiel al género, cada una diferente y original. FIN DE LA PELÍCULA Nº 1.
Pasamos a la segunda mitad, cine de persecuciones de coches 70's. Con el Challenger de Vanishing Point recreamos un reflejo de la primera mitad; de nuevo chicas en su coche, con su plan, con similares monólogos y conversaciones (de nuevo una de ellas deja al novio a dos velas, antes la Ferlito, ahora la Dawson). Pero algo ha cambiado, ha cambiado el tiempo que ha pasado. Las chicas (salidas de un rodaje) plantan cara al asesino y confirman lo que se apuntaba en la primera parte, la época del stuntman Mike quedo atras y es apaleado por la nueva hornada, que para mas señas es real. Ver lo que hace Zoe Bell en ese capó es para llorar de alegria (si KlopeK, MITICA). Y mientras asistimos a todo este goce nostálgico en sus maneras ya vilipendiadas, a Tarantino se le ocurre dejar a una actriz boba con disfraz de animadora (modelo de adolescente USA) fuera de su película, jodida (literalmente) en su ignorancia, al tiempo que destroza un cartel de Scary Movie 4 (al igual que este, un film que existe gracias a otros y que merece lo que le hace Russell en la película), y hasta se permite la autocita en forma de silbido de Kill Bill para movil (otro cambio generacional, ahora él es también un referente).
El director se sube al carro del Grindhouse y lejos de quedarse en la burda copia gañanesca, demuestra su talento para fagocitar unas bases dispuestas a ser reinventadas y reventadas. Puro placer el de esta película que más se disfruta cuanto más se ama el cine.
PD: os fijasteis en los guiños a Sofia Coppola?