Respuesta: Películas que vais viendo en casita
MUERTE EN VENECIA, Luchino Visconti
Ya en su primer plano, Visconti hace una metáfora bellísima de la película, que toda ella está vertebrada en torno a la idea de la belleza, planteada en terrenos estéticos y puramente filosóficos, al igual que la novela de Mann. Idea esta que atormenta a un artista en crisis, a un supuesto creador de belleza; el literato Aschembach ("arroyo de ceniza" en alemán, lo que ya hace relación a lo finito) trocado por Visconti en compositor (No es casual la elección de Mahler como tercer protagonista de la obra tras Aschembach y Venecia), acude a la ciudad de la laguna a descansar tras una crisis nerviosa, que poco a poco vemos que se va transformando en una crisis de identidad a muchos más niveles. El contacto con una belleza que no puede controlar ni crear, y por supuesto poseer y que además está representada por un adolescente, acaba por hacerle sucumbir en esta crisis hasta el punto de -como Venecia- autodestruirse. La metáfora del inicio, representada por un vaporetto que llega a la ciudad saliendo de la oscuridad a ritmo del tercer movimiento de la 5ª sinfonía de Mahler, dejando una estela de humo que se va deshilachando, desvaneciendo, en un momento álgido de comunión perfecta entre la música de Mahler y la fotografía, deja paso a la oscuridad donde ventean los últimos vestigios de ese humo, que como la propia belleza, es completamente efímera. Es decir el eje de todo el discurso fílmico. Al final, esta búsqueda obsesiva de lo bello, acabará por reconfigurar al sobrio Aschembach en un ser grotesco que busca desesperado reverdecer en una perdida juventud, que como humo se fue, y que como Venecia morirá. Pues la propia concepción de la ciudad, su buscada y lograda belleza, lo es a costa de tener dentro de sí su propio germen de destrucción. Venecia morirá en manos de su anhelada belleza, como Aschembach.