Yo soy de los pocos a los que les gustó 10.000. Entretenida y para pasar el rato, no hay que darle más vueltas. El guión parece escrito por un crío de 10 años y se olvida nada más salir del cine, pero las hay peores.
Pues ahora acabo de ver Following, de Christopher Nolan.
Como no podría ser de otra manera, un lío de mil pares de cojones del que me he enterado de la mitad de las cosas.
Se trata del debut de Nolan, una peli de aire underground-independiente, en blanco y negro, rodada con cuatro duros, pero que sin embargo es un primer paso en el que se notan las señas de identidad de ese director que años mas tarde se daría a conocer con Memento. La peli, una interesante mezcla de intriga, thriller y crímen, es liosa de cojones, rebuscadísima y muy enrevesada, no está tan lograda como los posteriores trabajos del director (tampoco hay que pedirle peras al olmo, es una peli completamente amateur, en la que se le sáca el máximo partido a sus escasos recursos), pero aquí, nuestro sosainas favorito ya empezaba a hacer experimentos con el montaje y a desfragmentar la historia para confundir al espectador a toda costa y lograr la completa aniquilación de sus neuronas, de tanto pensar. Algo que más tarde perfeccionará con Memento. El problema de Following es que todo está subordinado a la trama, por eso los personajes están poco perfilados y la tensión es más bien poca (el espectador está ya bastante ocupado con ir descifrando el embolao), pero en general la peli es interesante y digna de ver. Lo mejor sin duda es el punto de partida, antes de que todo se convierta en un pifostio monumental, y la idea constante de invasión de la intimidad, que recuerda en cierto modo a Hierro 3.
Los fans de Nolan no deberían perdersela, porque les encantará, y además es muy corta, por lo que no se hace pesada.
NOTA: 7