Películas que vais viendo en casita

El beso mortal (Robert Aldrich. 1955)
Kiss me deadly siempre me recuerda al cine visceral de Fuller con argumentos imposibles, auténtico mcguffin para desarrollar una cinta vibrante e impulsiva y puro virtuosismo técnico que además, en manos de Aldrich, se convierte en una sucesión de iconos a recordar, un auténtico festival de CINE, pura gozada que uno sólo puede imaginar como vería el espectador de los años 50...

Lástima de reparto chufa o de guión embrollo... o casi mejor, dejando a Aldrich en bragas para construir algo tan sólido.
 
Ya son ganas de buscarle peros a semejante PORTENTO.

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Straight Time (1978) - Ulu Grosbard y Dustin Hoffman


Adaptación de No hay bestia tan feroz, aquella novela cruel, desgarradora y confesional de Edward Bunker. Con Dustin Hoffman interpretando a Max Dembo. No se siente el vértigo, la indignación, el placer y la rabia que si experimentas al leer la historia en papel, pero es una película más que decente, rodada con sobriedad. Seca y dura como una piedra.

La contraposición de los dramas criminales modernos, muchos de ellos plagados de sangre y brutalidad, e internamente conservadores hasta el hartazgo. Grosbard y Hoffman presentan su película desde una perspectiva casi costumbrista e insustancial, pero tanto más dolorosa al hablar de un ser humano al que se le pone dura robando y cometiendo actos criminales, al que la culpa a la hora de infligir dolor le es ajena. Que sabe que ser una persona tóxica es a lo único que puede aspirar.

Quizá su final sea ligeramente indulgente. Pero el repartazo (donde destaca Harry Dean Stanton, Kathy Bates versión jovencita y delgada, Theressa Russell, un Dustin Hoffman más contenido que nunca y hasta el mismísimo Edward Bunker con peluca) está soberbio. Hay nervio narrativo, los personajes están bien perfilado, la atmósfera es áspera y sus ambientes sórdidos. Una cinta (casi) notable e imperdible para los que apreciamos el cine seco, urbano y directo de los setenta.
 
¿Ésta se llamó aquí Libertad condicional? Porque ésa sí la vi hace mil y la recuerdo soberbia.
 
ROCKY (1976, -John G. Avildsen)


Emblemático film que supondría el inicio de una entretenida saga y del estrellato de Sylvester Stallone. La película, es en el fondo una inteligente puesta al día de los clásicos films de boxeo de los años 40 y 50, pero aquí utilizando un efectivo trasfondo de critica social, un retrato de personajes -todos perdedores- perfectamente descrito e interpretado (Stallone es literalmente ideal para el personaje además de un guionista más que notable), añadamos una muy buena puesta en escena y magnífica fotografía... El resultado, además de soportar muy bien el paso del tiempo, es un producto sólido, muy bien rodado y construido al que la gran y mítica banda sonora de Bill Conti acaba de dar un toqueespecial
 
Última edición:
Yo volví a ver la de Aldrich también, es catedralicia en todo, guión incluido, que una cosa es la novela en la que se basa y otra muy diferente el guión adaptado, y éste tiene un subtexto fascinante en forma de nihilismo, negrura y culmina con ese doble mortal al abrir el maletín.

Pero es todo, la narrativa, el ritmo, el aterrador uso del sonido, el uso del off, el salvajismo, el erotismo (en pleno código Hays), el cosmos de personajes pulp, ...

Un bombón a todos los niveles.
 
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Los hermanos del hierro (1961) - Ismael Rodriguez

Un western mexicano exquisito a modo de tragedia violenta y venenosa, donde los lazos familiares son parasitarios. Las deudas no terminan por cobrarse nunca y los padres, a modo de satisfacción personal, entregan a sus hijos un legado desgraciado y una existencia malsana.

Dos hermanos marcados a fuego por un episodio salvaje de sus infancias, son empujados involuntariamente a una orgía de violencia. Pero mientras uno decide rechazarla y tratar de rehacer su vida; el otro se hunde hasta lo inimaginable. Es un inconsciente dispuesto a desatar un espectáculo pavoroso y repugnante allá por donde pase, aunque no esté en él hacerlo con maldad.

Otro de los grandes protagonistas es el mismísimo Dios. Un Dios furioso y vehemente que se representa por medio de paisajes áridos, desérticos, con un sol abrasador que te carcome. En esas tormentas asesinas o en esas puestas de sol amenazantes, que la madre de los protagonistas contempla dándose cuenta de todo. Dándose cuenta de que la ha cagado irremediablemente y que ahora todos van a tener que pagar con sangre. Un descenso a los infiernos de una familia. Un western y una película de terror. Un pequeño portento.

Y esa canción maldita…

La descubrí por un texto de Duke, muchas paginas más atrás. Y vaya sorpresa!
 
Yo volví a ver la de Aldrich también, es catedralicia en todo, guión incluido, que una cosa es la novela en la que se basa y otra muy diferente el guión adaptado, y éste tiene un subtexto fascinante en forma de nihilismo, negrura y culmina con ese doble mortal al abrir el maletín.

Pero es todo, la narrativa, el ritmo, el aterrador uso del sonido, el uso del off, el salvajismo, el erotismo (en pleno código Hays), el cosmos de personajes pulp, ...

Un bombón a todos los niveles.

El final es puro cine de terror.
 
MI VIDA EN RUINAS (My life In Ruins, 2009 -Donald Petrie)


Mediocre pero visible producto construido en función del éxito de “Mi Gran Boda Griega”, repite la protagonista (Nia Vardalos) y en esta ocasión la trama nos explica las tribulaciones de una guía turística por tierras griegas acompañada por un variopinto grupo de turistas (incluídas un par de calientes Españolas). Tópicos por doquier y turismo cinematográfico
 
Sword of the beast (Hideo Gosha. 1965)
otro chambara de qualité de los 60, en este caso de un director algo menor como Gosha pero aquí realmente brillante, por momentos recuerda, en su tratamiento de la naturaleza y su presencia a Shindo, pero luego va por otros derroteros más clásicos, derivas morales, cuestionamiento del clan, análisis de las obediencias, honor, y todo en una atmósfera muy conseguida de depravación en la "Edad Media" japonesa, con brillante empaque formal, aunque menos elaborado que otros de su época, Gosha no es un tipo muy inventivo pero sabe crear imágenes poderosas y rematar a gusto -finalazo-, aparte del atractivo seguimiento a los personajes femeninos, una cinta muy rica; obligatoria.



Battle in outer space (Ishiro Honda. 1959)
clásico de la ci.fi japonesa, pleno de medios e imaginería para la época, en TOHO-SCOPE!!! aunque acaba saturando limitada por un guion simplón y un final interminable de fanfarria "naciones unidas superando sus diferencias contra los malos" pese a su corta duración, además de que en muchos aspectos se ha quedado viejunísima, pese a todo tiene el encanto de sus diseños y la honestidad de no querer quedarse en un drive-in de 60 minutos contando mucho más en el poster que en el metraje, y estando Honda detrás por supuesto hay un continuo y naif trabajo con maquetas.

 
LA INVASIÓN DE LOS ULTRACUERPOS (Invasion Of The Body Snatchers, 1978 -Phillip Kaufman)


Segunda versión de la novela de Jack Finney y un film tan extraordinario como la anterior de 1956 dirigida por Don Siegel (en realidad ambas me parecen complementarias, distintas y magníficas, no puedo destacar una sobre la otra). Con mayor presupuesto y mejores F/X, esta nueva versión amplia perspectivas del tema de la invasión de duplicadores de cuerpos, del miedo a ser sustituidos por otros. La película juega con bazas muy logradas: Buen reparto, un atmosférica fotografía de Michael Chapman y está dirigido con maestría por Phillip Kaufman, logrando desde el primer instante crear una sensación de angustia y desasosiego, gracias a un ajustado juego de encuadres, momentos y personajes inquietantes (atención al cameo de Robert Duvall) que van sumando un todo en un ejemplo de progresión dramática que lleva al clímax de paranoia y a un final solo posible en el cine americano de la década de los setenta
 
LA INVASIÓN DE LOS ULTRACUERPOS (Invasion Of The Body Snatchers, 1978 -Phillip Kaufman)


Segunda versión de la novela de Jack Finney y un film tan extraordinario como la anterior de 1956 dirigida por Don Siegel (en realidad ambas me parecen complementarias, distintas y magníficas, no puedo destacar una sobre la otra). Con mayor presupuesto y mejores F/X, esta nueva versión amplia perspectivas del tema de la invasión de duplicadores de cuerpos, del miedo a ser sustituidos por otros. La película juega con bazas muy logradas: Buen reparto, un atmosférica fotografía de Michael Chapman y está dirigido con maestría por Phillip Kaufman, logrando desde el primer instante crear una sensación de angustia y desasosiego, gracias a un ajustado juego de encuadres, momentos y personajes inquietantes (atención al cameo de Robert Duvall) que van sumando un todo en un ejemplo de progresión dramática que lleva al clímax de paranoia y a un final solo posible en el cine americano de la década de los setenta
es genial esta pelicula, para mi es superior a la primera.
 
yo creo que ambas son excelentes y cada una muy enmarcada en su época, no hay por qué destacar una por encima de otra, se complementan muy bien.

lo último que recuerdo haber visto,

Atrapado en el tiempo (Harold Ramis. 1993), hacia años que no la veía y si bien en su primera hora no me parece nada destacable en su tercio final, Ramis construye una cinta romántica con paradojas temporales realmente bella, cosa que por otro lado no creo que se destaque de ella siendo una peli que arrastra cierto culto, maravillosa en su tramo final que no inicial.

Au hasard Balthazar (Robert Bresson. 1966), mira que Bresson me parece un genio pero esta cinta es horrorosa, gente que aparece y desaparece, historias inescrutables... no sé, si alguine puede hacer una peli más críptica que 2001 de Kubrick con un simple burrito ese es el francés, de paso, no animals were harmed in the making of this film??? ¿a algún bressoniano le gusta ésto? éso sí, me fascina como filma los detalles, unas simples manos recogiendo un objeto...

Somewhere (Sofia Coppola. 2010) la presencia y magia de la Fanning LLENA toda la pantalla, las cosas como son, unido a ciertos planos que demuestran el sentido estético de Sofia y ese score admirable rematando con Roxy Music, pues es una cinta que te eleva ciertamente; la secuencia en la pista de patinaje es arrebatadora.

 
yo creo que ambas son excelentes y cada una muy enmarcada en su época, no hay por qué destacar una por encima de otra, se complementan muy bien.

Somewhere (Sofia Coppola. 2010) la presencia y magia de la Fanning LLENA toda la pantalla, las cosas como son, unido a ciertos planos que demuestran el sentido estético de Sofia y ese score admirable rematando con Roxy Music, pues es una cinta que te eleva ciertamente; la secuencia en la pista de patinaje es arrebatadora.


Ese Chateuaux tan señorial, tan puteril y muy cutre, esperaba otro tipo de hotel. La señorita Coppola cada vez es más personaje pero al contrario que todo lo que se puede pensar, es para bien. Me encanta como alarga las escenas, así de pronto las gemelas divinas encima las saca un par de veces, viva el fetichismo sano. Y ese final tan de ella, como decía el Kipling "Para encontrarse a uno mismo, primero hay que perderse".
 
LA INVASIÓN DE LOS ULTRACUERPOS (Invasion Of The Body Snatchers, 1978 -Phillip Kaufman)


Segunda versión de la novela de Jack Finney y un film tan extraordinario como la anterior de 1956 dirigida por Don Siegel (en realidad ambas me parecen complementarias, distintas y magníficas, no puedo destacar una sobre la otra). Con mayor presupuesto y mejores F/X, esta nueva versión amplia perspectivas del tema de la invasión de duplicadores de cuerpos, del miedo a ser sustituidos por otros. La película juega con bazas muy logradas: Buen reparto, un atmosférica fotografía de Michael Chapman y está dirigido con maestría por Phillip Kaufman, logrando desde el primer instante crear una sensación de angustia y desasosiego, gracias a un ajustado juego de encuadres, momentos y personajes inquietantes (atención al cameo de Robert Duvall) que van sumando un todo en un ejemplo de progresión dramática que lleva al clímax de paranoia y a un final solo posible en el cine americano de la década de los setenta

Buff, una obra maestra, que muestra el la paranoia que vivió América en los años 70, cristalizada en toda clase de películas con finales desesperantes, desde cintas policiacas-políticas como El último testigo, a una ciencia ficción arrolladora, que mostraba un mundo sin salida para el ser humano (Soylent Green, Rollerball...); La invasión de los ultracuerpos casi podría considerarse una SECUELA de la original, de hecho el cameo del protagonista de la original, Kevin McCarthy, lo encaja todo muy bien, en la primera parte veíamos las consecuencias de la despersonalización en un pueblecito pequeño, en plena Guerra fría: la paranoia de la guerra fría, los "rojos", el Senador McCarthy... mientras que la de Kaufkman explora la continua (y casi natural, y no extraterrestre) despersonalización de los habitantes de una gran ciudad: esas calles llenas de gente indiferente, masas que se chocan sin el menor contacto, esas conversaciones telefónicas )con operadoras desconocidas e impersonales) que no van a ninguna parte, el inmovilismo burocrático de las instituciones... todo ello lo explica muy bien el personaje de Nimoy cuando Sutherland lleva a su amiga para que hable con él: la gente moderna ya no se molesta, ni se compromete. Vamos, el caldo de cultivo ideal para los suplantadores de cuerpos.
Sin duda alguna, una de mis cinco películas favoritas de terror (y digo terror antes de ciencia ficción) de los 70.
 
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