curioso, pese a lo diferentes que son las pelis de la trilogía entre sí, conforman casi un subgénero propio con ciertas constates muy propias y exclusivas, a falta de revisar la 3ª, esta creo que funciona mejor que su precedente... una pequeña joya aún en su irregularidad, con ideas y motivos muy sugerentes.
¿Cómo que curioso? Las tres son adaptaciones de los seriales televisivos escritos y supervisados por el gran Nigel Kneale, basadas en el concepto de "Vamos hacia ellos", "Vienen hacia nosotros" y "Siempre estuvieron aquí". Hijas de un mismo autor, como no iban a tener unidad, en todos lso sentidos. Seriales, por cierto, considerados con justicia pioneros y padres de la sci fi televisiva británica, y nada de pastiches, absolutamente revolucionarios, tanto en su estilo dinamico/cinematografico, como en su conceptualizacion.
Las peliculas sin embargo, son bastantye diferentes, con menor carga social y dramática, en general, más serie b en algunos momentos, aunque a su manera, deliciosas. Quizás la diferencia más brutal entre los seriales y las peliculas y la que más desontento trajop a Kneale fue en la eleccion de Donlevy como el profesor, por estar en la santipodas del elegante, sabio y amable cientifico creado por él. Esto se arreglaróa bastante en la tercera, derogada una decada y ya con Kneale haciendo él mismo un estupendo resumen de su serial y con un actor, Andrew Keir, bastante más cercano al original, aunque el mejor Quatermass de los seis me sigue pareciendo André Morell.
Dicho lo cual, y aunque parcialmente estoy de acuerdo con Kneale, si soy sincero, Donlevy y su mala hostia (compara el hijo puta Donlevy con la version televisiva del profesor carcomido por la culpa de Reginald Tate en la primera) son una versión bastante interesante, una especie de piedra imparable que arrasa con todo lo que le echen. Y a momentos, el tio es hasta divertido.
Sin embargo, tienen su propio encanto. Las de val Guest cuentan con un estilo casi documental en su forma de rodar, a momentos cine verité que le dan mucha, mucha fuerza y ese realismo que tanto impactaba en los serieles, conseguido formalmente con un despacho de medios más alto. Esta segunda tiene una bso de Bernard estupenda, y aunque cubre solo en lo básico el sentido de paranoia gubernamental post segunda guerra mundial y tensión del serial, tiene a su favor un ritmo endiablado y un sentido de la sintesis encomiable. Es una pelicula vibrante, ágil hasta la maestria, sin un punto muerto, sin una entrada que no fluía organicamente de la salida anterior.
La tercera, más Knealiana, en color y rodada por Roy Ward Baker es otra historia, y es también, en s
si misma, una grandisima pelicula sci fi, a pesar de que alguno efectos fueran algo rudimentarios hasta cuando se estrenó.
Cualquiear que ame las peliculas de Quatermass debería sentirse obligado a al menos echarle un ojo a los seriales de los cincuenta, sobre todo al tercero, lamentando además que del primero solo sobrevivan dos episodios.