JENNIFER 8 (1992, Bruce Robinson). Notable psycho-thriller, mal recibido en su momento, suspicaces ya muchos con el cansino aluvión de psicópatas de aquellos años, pero que ha ido ganando cierta reputación, gracias sobre todo a su interés y énfasis por la atmósfera, entonadamente tenebrosa, neblinosa y húmeda –lluvia o nieve-, que parece contagiar los ánimos de los personajes; y también por un tono más clásico y de mayor cuidado por los mentados personajes, de lo que se destilaba. Historia de policía y asesino, en la que se incrimina al primero –modo “En la Cuerda Floja”- y testigo ciega, apuntalada por una buena labor del plantel de actores (Lance Henricksen, John Malkovich, Uma Thurman , incluso, hasta donde puede, Andy García) y cierta reminiscencia al giallo. No para los que busquen originalidad de guión, pero sí solidez y hasta disfrute narrativo, visual y sonoro: el cómo se cuenta. Para mí, estupenda e infravalorada.