Películas que vais viendo en casita

UMBRACLE (1972, -Pere Portabella)


Experimento radical de Pere Portabella que tras "Vampir Cuadecuc" logró de nuevo contar con el actor británico Christopher Lee para rodar este puzzle. El film se construye como un largometraje lleno de rupturas y sin una lógica narrativa clara. Lo más interesante sin duda se encuentra en todos los bloques en los que interviene Christopher Lee (excelente y maravilloso en su interpretación , llega a cantar ópera y recita "El Cuervo"), enigmáticos y muy logrados -ayuda de nuevo una fotografía en negativo de sonido de B/N de Manuel Esteban-, aunque el film para ni gusto pierde mucho cuando utiliza cortes referidos a la censura española incluso una larga secuencia de un film de Pedro Lazaga.
 
Todos los hombres del Presidente (Alan J. Pakula, 1976)



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Hay un puñado de películas que para mí son las representativas de esas dos gloriosas décadas que fueron los ’70 y los ’80: El exorcista, French Connection, El Cazador, Harry el sucio, Fiebre del sábado noche… y por encima de todas esas, Todos los hombres del Presidente, el filme orquestado por Alan J. Pakula bajo los auspicios de Robert Redford.

Por supuesto que hay muchas otras películas que reflejan esa época y cada cinéfilo tendrá las suyas (y además, sus décadas) pues eso lo grande del cine, que hay miles de películas para cada uno. Pero tratándose de dar una opinion personal para mí esta es la mejor, y explicaré por qué.

Dos de las estrellas más grandes de la época protagonizan en comandita el relato verídico y minucioso de uno de los escándalos más icónicos de la corrupción moral del período. Los elementos son impagables: el caso watergate, con Hoffman y Redford, bajo la batuta de un director que asaltó los 70 con una energía imparable, y todo ello, con una apuesta por el detalle digna de Kubrick.

Cada plano de la película respira la época. Se palpa el ambiente a la vez combulso y esperanzador que bañaba la sociedad americana de la época: el idealismo e inocencia de unos, confrontado con las barreras del sistema. Por supuesto, toda la iconografía de unos tiempor que no volveran (exceptuando la pasajera moda hipster): los coches, los trajes, los teléfonos analógicos –snif– clamando estridentemente, los cortes de pelo de los protagonistas, los relojes, las añejas máquinas de escribir, los armatostes de espionaje que emplean los patosos del hotel Watergate, la redacción del Post a rebosar de gente trabajando, etcétera.

A mí se me hace la boca agua solo de recordar haberlo visto mientras escribo este artículo, aunque es un entusiasmo muy personal que no tiene por qué ser compartido.

La historia

La sinopsis no es espectacular: detienen a unos tipos realizando escuchas ilegales al partido demócrata en el hotel Watergate de Washington. Se acaba descubriendo que las escuchas eran obra del Patido Republicano, la Casablanca y el mismo Presidente.

Lo verdaderamente fascinantes es la historia detrás de la historia (aquí mezclaré partes que vemos en la película con partes sacadas del recomendadisímo documental que trae el bluray): en la redacción del Post, Bob Woodbard, el último pringao de la redacción, un tipo que acaba de llegar y es el que peor salario recibe de toda la plantilla, es el encargado de asistir a la vista ordinaria para el caso de los patosos detenidos en el hotel. Empieza a hacer preguntas al ver un abogado importante asistiendo al caso de cuatro supuestos tipos sin importancia, se mosquea aún más con las evasivas del abogado y bang!, ya tenemos una historia increíble que supera a la imaginación de los mejores guionistas. Sigue investigando, un compañero de redacción, Bernstein (Hoffman) se le une, el jefe de sección (Jack Warden), el redactor jefe (Martin Balsam) y hasta el Director del periódico (Jason Robards) les prestan su apoyo para que lleguen hasta el final.

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Los protagonistas, en tela de juicio, siguen las noticias de la TV con sus tres jefes (por si uno no fuera suficiente)

En todo el trayecto asistimos a las enormes dificultades que los dos periodistas tuvieron que afrontar. Desde el escepticismo inicial de la redacción (que como he dicho, acaba tornándose en soporte), hasta las presiones políticas que los únicos testigos procedentes del partido republicano reciben para no contar lo que saben, pasando por las escasez de medios teconológicos (todo con teléfonos y faxes, de los de “si no estás cuando suena te jodes y te quedan sin la info”, nada de correo electrónico -en esa época empezaba a experimentarse con él en el ámbito académico, fotos de lejos y borrosas, la gente no lleva una cámara en el bolsillo, y demás ejemplos).

El elemento humano, genial. Los protagonistas son un republicano conservador del medio oeste (a pesar de que el subtitulador de los extras se empeñe en traducir middle west como oriente medio), Woodbard, rubito y con cara de niño bueno y Bernstein, un judío liberal melenudo que se pasa la película con un cigarrillo en la boca. Ambos suman sus heterogéneas personalidades para, dando lo mejor, llegar al fondo del asunto como no hubieran podido hacer de haber ido en solitario.

Lo mejor de todo es que no se trata de una licencia de guionista, no. Ese es el retrato que hace la película, pero es también como los describen varios testigos de los hechos que aparecen en el documental.

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Los verdaderos protagonistas. Sus alter ego serían Hoffman, Redford, Balsam y Robards.

Se ha comparado muchas veces esta obra maestra con otra más reciente, el Zodiac de Fincher.

Las similtudes son muchísimas: un relato escrupulosamente detallado de los hechos, con un estilo muy cinematográfico pero una dinámica casi documental: los personajes van repasando a modo de lista todas las pistas y datos que van recabando para que cuando veas la película por quinta vez te enteres de qué pasó realmente. Los protagonistas de ambas películas se involucran plenamente en descifrar lo ocurrido y su compromiso con la verdad los vuelve obsesivos y paranóicos. Más en el caso de Zodiac, lo que es comprensible, puesto que dar con la identidad en un asesino en serie resulta mucho más aterrador.

Sin embargo hay una diferencia grande en la estructura de los dos filmes. Se trata de un personaje real, pero que dramáticamente acaba resultando un Deus ex machina que aparece cuando la historia necesita un empujón que ayude a los reporteros. Hablo de el comodín de la llamada a Deep Throat en el garaje.

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Genial la censura española que decidió traducir a Garganta Profunda como “el ronco”…

Y es que este personaje sale puntualmente cada vez que Woodbard está atascado, dándole nuevas pistas con las que seguir. Incluso al final, cuando dan todo por perdido, aparece para decirle al bueno de Bob que son tontos, que cómo no se han dado cuenta de esto y de aquello.

Doy por hecho que los hechos fueron así, entre otras cosas porque lo confirman varios de los protagonistas reales, pero dramáticamente queda un poco “a ver joputa, no me marees que me estoy matando con esta mierda, dime ya todo lo que sabes y ahórrame todos los disgustos que estoy teniendo”.

Lo más gracioso es que Garganta Profunda era un subdirector del FBI que se había chinado cuando no lo nombraron para suceder a Hoover… y así, de un Ego herido nace la leyenda de Deepthroat.

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Mark Felt, el verdadero Garganta Profunda poco antes de su muerte en 2008.

La producción


Para terminar, voy a dar un apunte que considerocapital sobre la producción: evidentemente, el cerebro de la película no es otro que Robert Redford, el verdadero impulsordel proyecto. Pero en este caso el mérito va más hallá del filme.

Redford empezó a leer las crónicas de la investigación de Woodbard y Bernstein, convirtiéndose de un seguidor del caso en directo, según se iban publicando datos en el Post. Es entonces cuando se entera que la pareja de reporteros están pensando en escribir todo lo que saben en forma de libro.

Y aquí viene la genialidad de Redford: les llama por teléfono, se presenta, les felicita por su labor, bla, bla… y les dice: “está bien eso de escibir un libro sobre el Watergate, pero lo que a mí realmente me llama la atención es vuestro trabajo: cómo trabajáis, cuál es vuestra rutina, cómo os sentís con tanta presión y pateando la ciudad mendigan información… por qué no cambiáis el enfoque del libro y os dedicáis a hablar de vosotros, narrando en primera persona todos los aspectos de la investigación desde vuestro punto de vista”.

Acojonante. El tío tiene un ojo increíble al darse cuenta de algo que es frecuente, pero no se explota lo suficiente: la historia detrás de la historia es mejor aún.

Woodbard y Bernstein le hacen caso y escriben ese libro. Redford compra los derecho para producir la película pero el estudio le pide que la protaginice. Para que no haya un desequilibro entre los protsgonistas optan por otra estrella en la balanza, Hoffman, y el resto… el resto no es tan curioso aunque merece la pena verlo.

Así que ya sabéis, esta obra maestra hay que verla varias veces (al parece es un must en las carreras de periodismo en los USA) y si os gusta indagar más hallá de la película, no os podéis perder el documental del Bluray.
 
Pues a raiz del comentario de Upper, yo también he revisado 'Los inmortales'. Una gran idea tirada al retrete por obra y gracia de unos guionistas incompetentes que dan una de cal y cinco de arena, y sobre todo por una puesta en escena abrumadoramente petarda del australiano Russell Mulcahy. Un festival constante de colorines, humos, contraluces, grandes angulares y frenéticos movimientos de cámara con la única intención de 'molar' a toda costa, sin que ninguno de estos recursos vengan a cuento en momento alguno. Lo mismo podría decirse de gran parte de las canciones de Queen, aunque por separado no están mal.

Una lástima, porque la verdad es que la peli cuenta con un personaje carismático por parte de Sean Connery (lo poco que le dejan salir al pobre) y un buen villano. Incluso Christopher Lambert está aquí más soportable y menos ridículo (y bizco) de lo habitual, aunque no por ello podríamos decir que su, ejem, actuación sea siquiera de aprobado raspao.

Con todo, me atreveré con el 'director's cut' de la vilipendiada segunda parte, aunque sólo sea por la curiosidad de la historia que dicha película tiene detrás.

Un saludete.
 
Estos dias como tengo estropeado el PC, me dedico a revisionar parte de mi coleccion filmica. ayer le toco a " El corazon del angel" de Alan Parker, me sigue casi fascinando como el primer dia, ese ambiente tan especial, la epoca, Rourke en su mejor papel que ha hecho en el cine, tal vez no sea la mejor de su director pero es un icono de los 80 esta peli. La otra fue " El dia de la bestia",para mi sigue siendo la mejor de Alex de la iglesia, divertidisima, trepidante y con unos actores en estado de gracia, otro icono en este caso de los 90, y de lo mejor que se ha hecho en el cine español.
 
BIRDMAN (2014, -Alejandro González Iñarritu)


Sin ser en mi opinión la obra maestra que algunos asienten estamos ante un notable relato sobre el fracaso, para mi gusto no del todo redondo (le falta más humor y algo más de desmelene) y con algunos altibajos y reiteraciones, con el que Iñarritu se aleja parcialmente de sus dramas desesperados y trata de buscar un punto más irónico a todo el entramado de la historia. Excelente a nivel interpretativo donde todos los actores brillan con su gran nivel...Y jugando con una puesta en escena en la que una serie de planos secuencia -brillantes, pero para nada molestos o excesivos- muestran el ensayo, preestreno y estreno de una obra de teatro en la que un actor en decadencia (Michael Keaton en un papel casi autoparódico) trata de reivindicarse ante la crítica de Broadway tras ser conocido durante años como superhéroe cinematográfico
 
quién la puso de Obra maestra? QUIÉN ?

Keaton está muy bien, si, pero Norton es que sencillamente se come la pantalla. Y lo mismo con Emma Roberts. Nunca estuvo tan rica ::P
 
Psobre todo por una puesta en escena abrumadoramente petarda del australiano Russell Mulcahy. Un festival constante de colorines, humos, contraluces, grandes angulares y frenéticos movimientos de cámara con la única intención de 'molar' a toda costa

Mulcahy es uno de los mejores directores de videos musicales de los ochenta, un referente con videos miticos, y se nota mucho en Los Inmortales. Y precisamente eso es uno de los elementos que más me atraen del film.









 
Última edición:
LARGO FIN DE SEMANA (Long Weekend, 1978 -Colin Eggleston)


Glorioso descubrimiento y toda unajoya del cine australiano de finales de los setenta que entronca directamente con otros clásicos como ""La Última Ola" o "Wake in Fright" tanto en atmósfera como en una puesta en escena igualmente elaborada y superior del para mi hasta ahora desconocido Colin Eggleston.
La trama nos cuenta como una pareja en plena crisis matrimonial decide pasar un film de semana en una playa aislada y poco a poco va enrareciendo el clima y la atmósfera hasta terrenos casi de film de terror psicológico, en el que el drama de los personajes se mezcla con los atavismos típicos del ser humano en un entorno hostil y la cosntate presencia de la naturaleza como elemento de amenaza latente. Muy bien escrita por Everett De Roche , con una maravillosa dirección de fotografía y magnífica en su desarrollo de la tensión, jugado con una cámara siempre dispuesta a inquietar a través de pequeños detalles que suman un constante mal rollo...Para acabar estallando en un climax de mucha efectividad. Obra cumbre pues que si no es una obra maestra, poco le falta
 
Mulcahy es uno de los mejores directores de videos musicales de los ochenta, un referente con videos miticos, y se nota mucho en Los Inmortales. Y precisamente eso es uno de los elementos que más me atraen del film.

¡Razorback no estaba mal! En cuanto cobraba protagonismo el bicho el exploit era más torpón pero tenía todo un tramo inicial majo, sacando partido al desierto...

No sabía que Total eclipse of the heart es suyo, el brainstorming tuvo que ser la leche. "¡Y ahora ninjas!" Claro que desde mullet with headlights no puedo tomármelo en serio.


Keaton está muy bien, si, pero Norton es que sencillamente se come la pantalla. Y lo mismo con Emma Roberts.

Por no hablar de Julia Stone.
 
WE ARE STILL HERE (2015, -Ted Geoghegan)


Correcto film de fantasmas rodado con modos narrativos que recuerdan más al fantástico de hace 25 años que no al actual, que aboga por crear una atmósfera y no abusar tanto de los golpes de efecto (aunque los tiene, en su algo precipitado final). Su mayor handicap está en una historia que nos es nada sorprendente, típica incluso, en la que un matrimonio que ha perdido un hijo (excelentes Barbara Crampton y Andrew Sensenig) llega a una nueva casa donde tendrán extrañas sensaciones y apariciones de algo oculto...Pero lo que tieneeste pequeño e imperfecto film, casi siempre interesante, rodado con sencillez por Ted Geoghegan, es por lo menos agradable, nada estridente y con un descarado aire de film algo demodee que se agradece.
 
Mulcahy es uno de los mejores directores de videos musicales de los ochenta, un referente con videos miticos, y se nota mucho en Los Inmortales. Y precisamente eso es uno de los elementos que más me atraen del film.

¡Razorback no estaba mal! En cuanto cobraba protagonismo el bicho el exploit era más torpón pero tenía todo un tramo inicial majo, sacando partido al desierto...

No sabía que Total eclipse of the heart es suyo, el brainstorming tuvo que ser la leche. "¡Y ahora ninjas!" Claro que desde mullet with headlights no puedo tomármelo en serio.


Keaton está muy bien, si, pero Norton es que sencillamente se come la pantalla. Y lo mismo con Emma Roberts.

Por no hablar de Julia Stone.


:mparto :mparto

se me fue la cabeza a otra diosa pelirroja :doh
 
Gente Corriente (Robert Redford, 1980)


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En 1980 Robert Redford debutaba en la dirección de manera espectacular: con una película magistral, de las que se clavan en la memoria, y alzándose con el Oscar a la mejor película, mejor guión, mejor director y mejor actor secundario.

La historia doméstica de una familia de clase media (tal y como se entiende la clase en media en el Medio Oeste, en este caso Ilinois, en un suburbio cerca de Chicago: vida acomodada en una gran mansión y con un círculo de amistades de profesiones liberales) que trata de mantener la normalidad en un entorno idílico de opulencia y tranquilidad (en 1980 Vietnam se ve lejano y América aún mantiene la cordura antes de la irrupción del Reaganismo que pronto vendría), pero que por dentro se va resquebrajando por el dolor de la pérdida en accidente del primogénito.

La mano firme de Redford nos va introduciendo en la historia a paso lento (muy lento dirían los más impacientes) y contemplativo. Va dando pinceladas que a lo largo del relato se irán juntando hasta completar un mosaico detallado de la tragedia que ha asolado a la familia compuesta por Donald Sutherland, Mary Tyler Moore y Timothy Hutton, que resumiendo sería así (y esto es un spoiler que empieza contando el final para entender el comienzo –una dedeconstrucción-; pero yo no creo que se pueda spoilear una película que tiene 36 años, es un imposible):

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El protanosita, perdido, y su madre, fría y distante. Dos metros de distancia, que son como kilómetros.

El hijo mayor muere en el accidente marítimo (probablemente no sea marítimo y haya ocurrido en el cercano lago Michigan u otro de los Grandes Lagos norteamericanos) del que consigue salvarse el hijo menor, verdadero protagonista del relato. Desde entonces su madre se ha alejado emocionalmente de él y éste se encuentra tan trastornado que ha intentado suicidarse.

Lo que podría ser el argumento de un telefilm dominguero de los que ven las mujeres mientras sus maridos escuchan el Carrusel Deportivo, resulta ser una fascinante disección de cómo surge y se desarrolla ese sentimiento de culpa que puede hacer enloquecer a uno.

El genial guión de Alvin Sargent (tipo ecléctico donde los halla, que lo mismo te escribe esta historia íntima que idea cómo destrozar Nueva York en las películas de Spiderman), basado en una novela best seller del momento de Judith Guest, introduce la figura del psicólogo judío que va a ayudar al chico a salir del atolladero mental que lo aflije. Es este gracias a este personaje imparcial, que ve la tragedia desde fuera y tampoco pertenece a la sociedad wasp de los protagonistas, que el chico va conseguir dar la vuelta a la situación, expresando el sentimiento de culpa que lo corroe y, una vez expresado, dejándolo ir.

Pero no hay triunfalismo. La película tiene un final agridulce, no es un final made in Hollywood: la calvinista madre del muchacho, que se pasa la película manteniendo unas formas perfectas como si en la vida no ocurrieran cosas malas, es incapaz de expresar su dolor y arremete contra el marido y el hijo por hacerlo, finalmente abandona el hogar, en un final bastante duro. No duro porque los abandone, sino por ver una persona débil que tiene que esconderse en maneras victorianas para no afrontar su herida interna.

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El padre, el personaje más equilibrado, cómplice del espectador. En la foto volviendo en tren, cabizbundo y meditabajo.

Resumiendo: es una cinta maravillosa, de las que provoca placer ver escenas en las que no ocurre nada, disfrutando de unos planos sencillos con actores magníficos, viendo cómo era la América relajada y casi feliz en los estertores del benevolente gobierno de Jimmy Carter, a la vez que sufrimos con el retrato descarnado del proceso de enfermamiento mental postraumático.

Un dato curioso: en 1980 Scorsese se quedó sin el Oscar por Toro Salvaje frente al debut de Redford, y diez años más tarde le pasaría lo mismo cuando Uno de los Nuestros fue derrotada por otro debut de un actor, Bailando con Lobos.

Tan maravillado me he quedado que he decidido seguir penetrando en la obra del Redford director.

Chapó.

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Ordinary people, extraordinary filmmaker.
 
Es elegante y sobria, pero muy muy muy maníquea y al lado de Toro Salvaje es un telefilm de Antena 3. Los Oscars ya eran un disparate hace 35 años (el año anterior con Manhattan, Apocalypse y Alien gano ... Kramer vs Kramer :mparto)
 
Gente corriente es una maldita obra maestra. Uno de los mejores dramas que jamás reflejaron la miseria y el vacío vital de los yuppies americanos de principios de los 80. Todos espléndidos, desde el psiquiatra judío a un Sutherland enorme, pero la que se lleva el gato al agua es Mary Tyler Moore como una mujer tan enormemente competente en sociedad como fría e inhumana en la vida privada, un ser incapaz de afrontar que la vida no es solo deportes, compras, y relaciones sociales poco comprometidas. Verla es desgarrados, es un ser humano pero es imposible llegar hasta ella, es una careta sin fondo. Más aterrador que cualquier miedo ancestral, que cualquier película de terror.
 
Totalmente.
El momento en que no le devuelve el abrazo a Hutton me ha parecido digno de Carrie.. Qué horrocrux:llanto
 
Última edición:
pero la que se lleva el gato al agua es Mary Tyler Moore como una mujer tan enormemente competente en sociedad como fría e inhumana en la vida privada, un ser incapaz de afrontar que la vida no es solo deportes, compras, y relaciones sociales poco comprometidas. Verla es desgarrados, es un ser humano pero es imposible llegar hasta ella, es una careta sin fondo. Más aterrador que cualquier miedo ancestral, que cualquier película de terror.

Más impresionante si cabe si la viste en la legendaria sitcom The Mary Tyler Moore Show. Carl Reiner la llamó "La Grace Kelly de las comediantes.".



Ganó un Tony, un Emmy... pero perdió el oscar ese año.
 
Mahoma, el mensajero de Dios, de Moustapha Akkad

Película que cuenta la vida del profeta Mahoma y el nacimiento de la religión islámica. Realizada en 1977, hay dos versiones, una en árabe y la otra en inglés, siendo ésta la más conocida y la que aquí nos ocupa. El director, Moustapha Akkad, también conocido por ser el productor de la saga Halloween, quiso con esta película dar a conocer el islam a un público occidental, de manera divulgativa, destacando sus aspectos positivos para contrarrestar la visión negativa en exceso que occidente tiene tanto de dicha religión como del fundador, figura donde confluyen discursos a menudo exaltados y sobre la cual es difícil encontrar un punto de referencia común para todos. Abordar la representación de un personaje histórico como Mahoma en el cine puede ser interesante por todo lo que puede dar de sí, al menos ideológicamente hablando. Podría decirse que vida y obra, dichos y hechos, individuo y colectividad, forman un todo inseparable, tanto para entender al hombre como para entender la manera de vivir y de pensar de miles de personas en el mundo. La película de Akkad sigue unos esquemas muy clásicos de cine bíblico y épico hollywoodiense, esquemas destinados a la exaltación de un personaje concreto. Estamos, pues, ante una hagiografía de casi tres horas, que nos habla de un islam pacifista, igualitario y tolerante con otras religiones.

¿Cuál es, no sólo el problema, sino la característica más llamativa del film? Pues que el protagonista, básicamente, no aparece en pantalla en ningún momento debido a la prohibición islámica de representar físicamente al profeta y a la familia de éste. Lo que él dice, lo dicen los discípulos en su lugar, y cuando aparece, lo hace en forma de plano POV, con los personajes hablándole a la cámara. El resultado es por lo tanto absurdo, risible y un tanto contraproducente; nos muestran a Mahoma como hombre corriente, mortal, nada de Dios, o de hijo de Dios... y sin embargo, hay un escrúpulo extremo y sagrado, quitándole la presencia, y hasta la voz propia. Lo mismo con el tema de la mujer; vemos a un profeta poco menos que proto-feminista, pero la única mujer importante de toda la película es... la mala malísima. La voz en off es otro recurso burdo, como de documental de La 2. Y en general, mucho buenismo, unos villanos de opereta y una sucesión de hadices proféticos en forma de imágenes, cual anécdotas dispersas. Lo de Ali es de coña marinera, pues lucha en una batalla digna de western... y sólo vemos la espada dándo mandobles. Tenemos en el ajo a gente como Maurice Jarre, H. A. L. Craig y Anthony Quinn, y me entero de que el director quería a un Mahoma de verdad interpretado por éste último, lástima.

Bastante lejos de ser buen cine, me ha parecido más bien una rareza que desde luego merece un visionado, que es víctima de sus propias contradicciones. El “mensaje” del título original contrasta con el “mensajero” del título en español, que tal vez sea de una mayor honestidad.


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VIAJE ALUCINANTE (Fantastic Voyage, 1966 -Richard Fleischer)


Clásico de la S/F de los años sesenta, muy innovador a nivel de diseño de producción y con unos efectos especiales excelentes para su tiempo que narra la odisea de un grupo de científicos que son miniaturizados en un submarino e introducidos en el cuerpo de un enfermo para hacer una intervención quirúrgica. Una idea tan sumamente atractiva y como su nombre indica alucinante, que es servida por Richard Fleischer de modo muy correcto -tal vez le perjudica la subtrama de espionaje que lleva su desarrollo- y esta animada por un reparto espectacular (impagable ver a Rachel Welch atacada por anticuerpos) y una banda sonora de Leonard Rosenman -experimental, vanguardista-de pura antología

EL HOMBRE TERMINAL (The Terminal Man, 1974 -Mike Hodges)


Extrañísima adaptación de una novela de Michael Chrichton con un hombre (miscasting total con George Segal) de tendencias homicidas al cual se le implanta un microchip en el cerebro pàra controlarlas. Film interesantímo en su primera media hora, con una mirada casi científica del proceso, muy brillante a nivel visual, con una sensacional fotografía de Richard H. Kline casi continuista de -curiosamente otra adaptación del mismo autor : "La Amenaza de Andrómeda". Y una puesta en escena de Mike Hodges a ratos brillante, a veces pretenciosa, pero muy atrevida...Y con todas esas cartas a su favor el film se derrumba bastante por una frialdad emocional total, un protagonista equivocado y la ausencia de una buena banda sonora -solo se utiliza un tema de música clasica- que hubiese amalgamado y potenciado la tensión del relato
 
LA AMENAZA DE ANDROMEDA (1971) Robert Wise.

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Tras estrellarse un satélite del gobierno de los Estados Unidos cerca de la ciudad de Piedmont (Nuevo México), todos los habitantes de la ciudad mueren rápidamente. Sólo hay dos supervivientes - un hombre de sesenta y dos años y un niño de seis meses. Ante la sospecha de que el satélite ha traído un germen extraterrestre extraño, los militares activan un equipo de élite científica que se había reunido previamente sólo para emergencias de este tipo. El equipo traslada el satélite y a los supervivientes a un laboratorio subterráneo secreto situado en el desierto de Nevada y conocido como el Complejo Wildfire.


Adaptacion 100% Crichtoniana, empapada toda ella de elementos y teorias cientificas curiosas como la del hombre extraño/impar (aquel que puede decidir explotar o no la bomba atomica de autodestruccion sin remordimientos).

El inicio de la peli es muy misterioso y consigue aguantar bastante bien la tension de no saber que es lo que ha pasado en el pequeño pueblo de Piedmont. Despues ya entra el proceso algo mas farragoso y claustrofobico de pura investigacion dentro del complejo militar de Wildfire con sus 5 plantas subterraneas de colorines y seguridad absoluta. Se hace especial incapie a los procesos de aislamiento y desinfeccion para que nada de fuera entre y nada de dentro salga fuera... los ordenadores, la maquinaria, los trajes... todo es bastante creible para la epoca, y en lineas generales esta bien tirado. Quizas el final con esa ascension por la escalerilla del tunel central y los lasers disone un poco del resto, pero mas que nada por darle algo de accion a un relato que hasta entonces habia sido mas contemplativo.
 
Mary Poppins, de Robert Stevenson

Clásico popular con acertadas dosis de humor y de ternura, canciones pegadizas, y sobre todo, un personaje ya mítico de la cultura pop. Dos niños repelentes y viejóvenes por un lado, y unos intérpretes que son más bien cantantes y bailarines por otro, son los protagonistas de una historia cuyo contenido subversivo suele ser últimamente destacado... yo no diría tanto. Lal críticas al imperio británico y sus instituciones están ahí, pero Mary Poppins no ha venido para acabar con el rígido orden establecido, ha venido para reformarlo, para hacerlo más humano. El padre es un esclavo del dinero, la mujer se embarca en tonterías sufragistas porque el marido no le hace ni caso, y los niños sufren la autoridad y la falta de cariño. Entonces llega ella, para urdir un plan maquiavélico cual Joker de Nolan y unir a una familia desunida por el rigor de un liberalismo desatado.

Mary Poppins viene a ayudar, pero no es una más. Es “perfecta” en todo, menos en amar, en darse a sí misma... para ella, sólo es trabajo bien hecho, y no deben mezclarse los sentimientos y el trabajo. Mary Poppins es un cirujano de hierro que ha venido a cambiarlo todo para que todo siga igual (el padre recupera el trabajo, la madre olvida sus pretensiones revolucionarias...). Mary Poppins no es comunista, es socialdemócrata. Por lo demás, no he entendido muy bien lo de los cañonazos. Lo de los chistes y la levitación es digno de Arévalo, y dos secuencias, la de dibujos animados y la de los deshollinadores, tienen una inventiva visual con encanto y tal... pero se hacen larguísimas, interminables, un pegote, un coñazo. Y por último, decir que los efectos especiales que integran a los actores con distintos fondos son muy cantosos.

Muy digna, pero irregular, una amable combinación de cine familiar y musical que podría ser letal (Disney detrás) pero no lo es, ya todo un mérito. Supercalifragilisticolespiralidosa.


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Stockholm (Rodrigo Sorogoyen, 2013)

Sin tener ni idea de qué va el percal, uno podría tener la tentación de parar el visionado de este film sólo por no tener que aguantar el insufrible baboseo del protagonista durante la primera mitad del film. Ya me he topado con demasiados de estos personajes en la vida real como para tener que verlos como 'héroes románticos' en la típica comedieta para veinteañeros modernillos de turno. Pero afortunadamente, la paciencia obtiene su fruto y la segunda parte coloca las cosas en su sitio, mostranda la verdadera cara del film y los personajes, de una manera además impecablemente rodada y fotografiada. Como también lo estaba la primera parte en realidad, sólo que el contenido y las manías de uno a veces pueden ser un estorbo para apreciar el resto. Tan sólo me parecen criticables los momentos de postureo tipo 'Kubrick meets Haneke', demasiado gastados y cansinos a estas alturas.

Un saludete.
 
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MANDINGO (1975, -Richard Fleischer)


Notable ejemplar de melodrama esclavista, rodado por un inspiradisimo Richard Fleischer (nunca entenderé porque siempre se le trató como un mero artesano sólido) y al servicio de una historia llena de morbo y que anticipaba series posteriores como "Raíces". El film centrado en la frustración sexual de una esposa (Susan George, en su típico rol de mujer ardiente y reprimida) que acaba teniendo relaciones con uno de sus esclavos. Estamos ante un film que destila una gran atmósfera, cruda, realista, muestra del racismo y el comportamiento humano, sin duda uno de los mejores films de Fleischer en la década de los setenta....
 
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