Películas que vais viendo en casita

LA MUJER DE NEGRO: EL ANGEL DE LA MUERTE (Woman In Black 2: Angel Of Death, 2015 -Tom Harper)


Inferior, irregular y a ratos interesante secuela del anterior film de James Watkins que en esta ocasión presenta nuevos personajes en otro marco histórico (segunda guerra Mundial y un grupo de niños y profesoras refugiadas de los bombardeos de Londres en un casa en el Campo). De nuevo se vuelve a inspirar en el personaje de la novela de Susan Hill (el tenebroso fantasma de una mujer de negro que asedia a los niños) ofreciendo un cocktail de lugares comunes, atmósfera gótica y clasicona que se agradece...Pero también la sensación de que fondo y forma nuca acaban de cuajar del todo
 
DIEZ FORAJIDOS (Ten Wanted Men, 1955 -H. Bruce Humberstone)


Correcto western producido por Harry Joe Brown y el propio protagonista (Randolph Scott) en el que una comunidad se ve acosada por un grupo de forajidos muy violentos. No llega a la altura de los clásicos firmados en manos de Budd Boetticher -H.Bruce Humberstone era un discreto artesano capaz de cualquier cosa, pero sin personalidad- y tampoco ayuda un guión sin sorpresas, aunque se agradece la presencia de característicos como el enorme Richard Boone o Lee Van Cleef
 
MORITURI (1965 -Bernhard Wicki)


Excelente mezcolanza de thriller, film de espionaje y bélico, con un saboteador (Marlon Brando) infiltrado en un barco Alemán que capitanea un descreído militar (Yul Brynner)...Muy logrado en el retrato psicológico de personajes (nadie es bueno ni malo realmente) y en las sutilezas con las que juega con materiales cien veces vistos.Rodado con mucho ingenio por el gran Bernhard Wicki y un sentido del ritmo al que no es ajeno el gran trabajo técnico de Conrad Hall en la fotografía y Jerry Goldsmith en la música. Estamos ante un notable y en ocasiones magnifico film que certifica a su autor como uno de los grandes del cine de los 60
 
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LA TERNURA DE LOS LOBOS (1973) de Ulli Lommel

Pelicula que nos relatan la historia real de Fritz Haarmann, el carnicero o vampiro de Hannover (que inspiró también el "M" de Fritz Lang, aunque ahí le cambiaron el nombre y lugar de fechorias), asesino en serie homosexual, canibal, que mató a varias decenas de niños y jóvenes y vendía luego la carne en el mercado negro, todo con casi total impunidad, pues actuaba como informador para la policía (todo ello más explícito en esta película que en la de Lang, como es de esperar). Quien conozca a Lommel por fabricar series z contemporáneas (que le han válido el calificativo de "peor director de la historia" superando a Uwe Boll) e incluso sus (sólo un poco) menos destrozadas por la crítica y público películas ochenteras (aunque a mi me gusta "Olivia dulce asesina"), se sorprenderá viendo este film, que adopta un correcto estilo visual y narrativo muy centroeuropeo de los 70, a lo R.W.Fassbinder, el cual de hecho produce el film y hasta tiene un papelito. Mucha fijación en la normalidad y cotidianidad (y por supuesto el "discurso social"), que de alguna forma aporta gran sordidez, aunque también creo que por ello le falta tensión y hay demasiados diálogos en fiestas, bares o lentos paseos por la calle, que sólo mantienen el interés EMHO por la tremenda eficacia de Kurt Raab (también guionista) interpretando a Haarmann. Lo más desagradable, a mitad de metraje, el asesino desnuda (si, genitales masculinos a la vista no faltan) excitado a una víctima, a la que muerde en el cuello con herida cual vampiro, luego lo arrastra por el pasillo. Uf. Y hablando de vampirismo, en la escena (casi) final, adopta una expresión que recuerda intencionadamente a "Nosferatu" de Murnau. Lo peor, cuando tira unos cuerpos envueltos al río, tal como los levanta parece que dentro sólo hay plástico de burbujas. Interesante, aunque algo tediosa a ratos.




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DEATH BED, LA CAMA QUE COME (1977) de George Barry

Uf. Veamos. En una casa de campo, un demonio que vive en un árbol se enamora de una chica, hace el amor con ella y el "sexo infernal" la mata, él entonces llora lágrimas de sangre sobre la cama (que cobra vida... y hambre) antes de volver al árbol. La cama se come casi todo, salvo personas enfermas, lo cual es un chico artista moribundo, que al morir traspasa su espíritu a una de sus pinturas. Vamos, que tenemos una pintura y una cama como el Bueno y Malo de la pelicula :lol. He visto mucha basura de terror 70 y 80s, incluyendo algunas especialmente absurdas o delirantes ("The Redeemer", "Horror House on Highway 5", "Mystics in Bali", "Attack of the beast creatures", "Bigfoot sangriento" y largo etc) y de objetos mortales (coches, motos, neumáticos, tomates, lavadoras o cepillos de dientes asesinos) y esta cama que come es de lo más ridículo, aunque también me ha hecho más gracia que la mayoría de las otras. En realidad no sé si va en serio (clima pretendidamente atmosférico y arty -low budget style- y mucho discurso "poético") , en broma (la narración va por capitulos: "desayuno", "comida", "cena"; la cama ronca RONCA, sueña -con ser cama de hotel lujoso en la ciudad-, o se excita -oímos sus gemidos y vemos burbujas de lujuria ante una chica desnudandose) o es ambas cosas. Los disparates y momentos surrealistas mantienen el interes, con los trucajes más o menos ingeniosos, cuando traga una persona (u otra cosa: una manzana, una botella de alcohol juas) la vemos hundirse en un líquido amarillo, entonces oímos mordiscos :mparto sangre en el liquido y aparece una calavera. Highlight, por decir uno: cuando va cortando la garganta de una chica con la propia cadena al cuello de ella, con el background sonoro de gemidos o sonidos raros (de la cama o ya no sé de quién :cuniao).
 
qué placer volver a ver The Reign of Terror / The Black Book (Anthony Mann. 1949), es un tópico pero es así, Mann traslada el cine negro, que tan bien se le da, para contar una historia sobre la Revolución Francesa y la caída de Robespierre, en un argumento vibrante y con un sentido estético apabullante, al final tan importante es su labor como la del inevitable John Alton, al que se descubre en casi cada plano... además tiene un final muy conseguido, que se aparta ya del rollo noir, y tira a la pura política.. pero los códigos del género están siempre presentes... hasta acaba lindando con el western

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Es que Alton es mucho Alton...mejoraba lo que le pusieran por delante...un crack (sin quitar meritos al director) :)
 
LA GRAN ESTAFA AMERICANA (American Hustle, 2013 -David O. Russell)


Dirigido por el controvertido David O. Russell, un realizador casi siempre sobrevalorado pero interesante/intenso (capaz de lo mejor como en "Tres Reyes" o lo peor como en "Extrañas Coincidencias") y en esta ocasión una trama situada en la década de los setenta en la que un brillante estafador (Christian Bale) y su inteligente-seductora compañera (Amy Adams) se ven obligados a trabajar para un agente del FBI (Bradley Cooper) que los quiere utilizar para cazar a políticos y mafiosos. El film, a medio camino del homenaje a Martin Scorsese y la estética setentera, es un ejemplo de como a partir de algo típico y prefabricado se puede extraer un guión bien escrito, con resultados eficaces y un trabajo notable con el elenco actoral.
 
CROMWELL: EL REY DE LOS BÁRBAROS (The Sword And The Sorcerer, 1982 -Albert Pyun)


Debut cinematográfico de Albert Pyun (promesa del cine serie B que se hundió en el cenagal) en una producción muy modesta que se sumaba a la moda de los films de espada y brujería que abrío el éxito de "Conan el Bárbaro"...En esta ocasión el film se asemeja mas a una película de aventuras de la edad media, bastante simpática y en la que el ritmo imprimido a las imágenes y buenas ideas en la puesta en escena tratan de salvar la escasez de presupuesto. Los resultados ofrecen un pastiche irregular, pero siempre entretenido -muy por encima de las burdas imitaciones italianas que inundaron las pantallas ochenteras- al que ayudan detalles casi de película de terror, la presencia de ese gran villano que encarna Richard Lynch o una banda sonora de David Withaker sencillamente soberbia
 
CROMWELL: EL REY DE LOS BÁRBAROS (The Sword And The Sorcerer, 1982 -Albert Pyun)


Debut cinematográfico de Albert Pyun (promesa del cine serie B que se hundió en el cenagal) en una producción muy modesta que se sumaba a la moda de los films de espada y brujería que abrío el éxito de "Conan el Bárbaro"...En esta ocasión el film se asemeja mas a una película de aventuras de la edad media, bastante simpática y en la que el ritmo imprimido a las imágenes y buenas ideas en la puesta en escena tratan de salvar la escasez de presupuesto. Los resultados ofrecen un pastiche irregular, pero siempre entretenido -muy por encima de las burdas imitaciones italianas que inundaron las pantallas ochenteras- al que ayudan detalles casi de película de terror, la presencia de ese gran villano que encarna Richard Lynch o una banda sonora de David Withaker sencillamente soberbia

A mi me parecio mediocre, antes que elegir esta para ver me pondria El Dragon del Lago de Fuego que si me parece que tiene más sense of wonder y la foto es maravillosa y espectacular (del mismo menda que hizo Alien, no hace falta disir más)
 
Suspense, de Jack Clayton

Vuelta de tuerca (nunca mejor dicho) a la “ghost story” victoriana y fiel adaptación del turbio universo de visiones y obsesiones que Henry James exploró en su novela. No son los fantasmas los que más miedo dan, ni tampoco la mente ¿desquiciada? de la protagonista... sino la incerteza, la duda, o incluso el hecho de que ambos puntos de vista puedan ser perfectamente compatibles, pues el tema sigue siendo el mismo: una realidad malsana y al acecho que nunca llegamos a entender del todo, una serie de mentiras, ocultaciones y verdades a medias, rastros de un pasado que se resiste a morir y continúa teniendo consecuencias sobre los vivos... hasta el punto de cumplirse, cual maldición, el mismo final funesto de la anterior institutriz. Se repite la misma historia de pulsiones sexuales insanas y reprimidas, y hasta con una insinuación pedófila se atreven.

Paradojas de la vida, la joven (tan ingenua y buenista ella) es más niña que los propios niños, quienes actúan incluso como adultos (el concepto de los infantes siniestros en el cine, explotado hasta la saciedad, tiene más sentido que nunca aquí) y revelan el lado perverso de la infancia, sus juegos no tan inocentes... al igual que ella revela las consecuencias menos deseables de una moral puritana y demasiado alejada de la realidad.

Destaca mucha gente importante metida en el ajo: Capote metido en el guión (interpretaciones y diálogo tienen bastante peso), fotografía de un artesano de la serie B como Freddie Francis, música del compositor vanguardista Georges Auric... y cómo no, Deborah Kerr como fuerza motriz de todo el tinglado, lo mismo una pobre mujer en problemas (recordando a Repulsión, unos años posterior) que una bruja que ve el mal por todas partes, muy bien acompañada (o muy mal, depende) por los niños y por la criada, quien funciona un poco como elemento de la trama para dar la réplica. Finalmente está Jack Clayton aportando una dirección sobria, pudorosa (en la línea de lo que cuenta), con una cámara moviéndose y acompañando sutilmente, con muy puntuales golpes de efecto. Conjunción de talentos, en definitiva, al servicio de un texto eterno.


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Suspense, de Jack Clayton

Vuelta de tuerca (nunca mejor dicho) a la “ghost story” victoriana y fiel adaptación del turbio universo de visiones y obsesiones que Henry James exploró en su novela. No son los fantasmas los que más miedo dan, ni tampoco la mente ¿desquiciada? de la protagonista... sino la incerteza, la duda, o incluso el hecho de que ambos puntos de vista puedan ser perfectamente compatibles, pues el tema sigue siendo el mismo: una realidad malsana y al acecho que nunca llegamos a entender del todo, una serie de mentiras, ocultaciones y verdades a medias, rastros de un pasado que se resiste a morir y continúa teniendo consecuencias sobre los vivos... hasta el punto de cumplirse, cual maldición, el mismo final funesto de la anterior institutriz. Se repite la misma historia de pulsiones sexuales insanas y reprimidas, y hasta con una insinuación pedófila se atreven.

Paradojas de la vida, la joven (tan ingenua y buenista ella) es más niña que los propios niños, quienes actúan incluso como adultos (el concepto de los infantes siniestros en el cine, explotado hasta la saciedad, tiene más sentido que nunca aquí) y revelan el lado perverso de la infancia, sus juegos no tan inocentes... al igual que ella revela las consecuencias menos deseables de una moral puritana y demasiado alejada de la realidad.

Destaca mucha gente importante metida en el ajo: Capote metido en el guión (interpretaciones y diálogo tienen bastante peso), fotografía de un artesano de la serie B como Freddie Francis, música del compositor vanguardista Georges Auric... y cómo no, Deborah Kerr como fuerza motriz de todo el tinglado, lo mismo una pobre mujer en problemas (recordando a Repulsión, unos años posterior) que una bruja que ve el mal por todas partes, muy bien acompañada (o muy mal, depende) por los niños y por la criada, quien funciona un poco como elemento de la trama para dar la réplica. Finalmente está Jack Clayton aportando una dirección sobria, pudorosa (en la línea de lo que cuenta), con una cámara moviéndose y acompañando sutilmente, con muy puntuales golpes de efecto. Conjunción de talentos, en definitiva, al servicio de un texto eterno.


Ver el archivo adjunto 6275

Para ver en una sesion doble con Los últimos juegos prohibidos (1971) que hace de precuela de esta... :)
 
Hombre, Freddie Francis sería un artesano de la serie b como director, pero como dire de fotografía era un grande.
 
A mí me parece una -puta- obra maestra. Y no soy de los que emplean el término a lo loko.

Tengo ganas de ver la miniversión que se hizo con la Bergman. A ver si algún día la encuentro por ahí...
 
La exhibición de atrocidades (Jonathan Weiss. 2000)
hay que aplaudir los cojonazos, salga bien o mal, de adaptar la "novela" del mismo nombre, de JG Ballard; extrañísima e inclasificable película tanto como el libro, una colección de relatos y digresiones sin sujeción argumental, salvo al universo ballardiano y sus obsesiones recurrentes, desolados paisajes urbanos, sexo,, accidentes de coche, Marilyn, JFK y su magnicidio, Vietnam, astronautas perdidos... lo interesante es rastrear sus imágenes en sus relatos y novelas; la cinta imita con relativo éxito, un poco a Hal Hartley, a Lynch, a los videoclips de Nine Inch Nails y a muchas estéticas de ese año, al final queda un film inevitablemente experimental y original que puede espantar a casi todo el mundo; éso sí, su cierre es bellísimo, una especie de For All Mankind con paseo especial.

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INTRÉPIDOS PUNKS (1980 -Francisco Guerrero)


Bizarrismo mexicano en estado puro y un film que mezcla corrientes comerciales de principios de los ochenta (aquí un "The Warriors" sumado a "Mad Max") con un grupo de pandilleros Punks que se dedican a armar la gorda por donde pasan, en una suma de actos violentos, vandalismo, vejaciones sexuales y violencia que convierte a la película en un combinado de pura explotación, divertido y loco como pocos

LA VENGANZA DE LOS PUNKS (1987, -Damián Acosta)


Psicotrónica secuela de "Intrépidos Punks" no tan loca ni bizarra. pero sumamente entretenida en la que un policía efectúa una venganza salvaje sobre un grupo de delincuentes bizarros y psicotrónicos...En el fondo una versión pinche mexicana de los films de venganza a lo Charles Bronson, muy entretenido y divertido si uno se deja llevar por la casposidad de la propuesta

MADRE! (Mother!, 2017 - Darren Aronofski)


Película con dos caras, ni una obra maestra ni un bodrio, pero si un extraño, arriesgado y progresivamente absurdo film de Darren Aronofski con el que el director lleva todavía más lejos su propuesta pretenciosa de films como "La Fuente de la Vida" o "Black Swan"...En un salto al vació que para mi gusto acaba siendo bastante batacazo. El problema es que durante su primera mitad el film deviene un extraño -pero muy atractivo- cruce de drama psicológico, thriller y film existencial que funciona gracias a la atmósfera de misterio que tiene y los ecos Polanskianos del conjunto...Lástima que más adelante el director decide convertir la trama y el desarrollo en un batiburrillo de metáforas sobre la religión, la vida y el mundo actual bastante simplonas y el caos por el caos (un todo vale que a mi más que alterarle me aburre soberanamente) se hace dueño de un producto que ni siquiera la buena labor de los intérpretes puede salvar
 
LA ÚLTIMA CENA (1995) de Stacy Title

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Comedia satírica, con unos jóvenes progresistas que se reúnen frecuentemente para cenar y tener animadas conversaciones de signo ideológico; tras una discusión que se elevaba de tono con una especie de neonazi (en composición de Bill Paxton), acaban con él, y deciden que la violencia puede ser buena (y "gozosa") si es para eliminar a ese tipo de gentuza, por lo que deciden invitar en sus sucesivas cenas a un persona derechosa, a la que darle matarile. Barata, con decorado único y que no está a la altura de su en teoría atractivo punto de partida mordaz, quedando algo repetitiva, realización justita por no decir plana, y sin unos actores que hagan funcionar la trama, por más de la "forzadamente simpática y fresca" Cameron Diaz y, eso sí, un Ron Perlman que se hace dueño de la función en la parte final.
 
FUGITIVOS REBELDES (The Raid, 1954 -Hugo Fregonese)


Memorable Western dirigido con mucho pulso por Hugo Fregonese -a ratos parece que estemos ante un film que podría firmar Raoul Walsh- y que desarrolla con pericia una trama en al que un grupo de seis prisioneros confederados tras huir (Van Heflin, Lee Marvin, Peter Graves y Claude Atkins entre ellos) deciden acometer un plan para tomar por sorpresa un pueblo del Norte, robar su banco y destruir la ciudad. Muy bien escrito por Sydney Boehm, estamos ante un film cada vez más tenso, rodado con elegancia, en el que se difumina mucho la figura del heroe y el villano -en el fondo asistimos tambien al conflicto moral no solo del Confederado que interpreta Heflin sinó también al de un laureado capitán Nordista (Richard Boone) no tan valiente como parecía- Como digo en una película muy soprendente y original como pocas en el género en aquella década
 
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