Películas que vais viendo en casita

ARISTÓCRATAS DEL CRIMEN (Bad Company, 1931 -Tay Garnett)​




Brillante noir de la etapa inicial de la década de los treinta, que narra con un ritmo excelente el drama de una mujer (Helen Twelvetre) que se casa con un peligroso jefe de la mafia (Ricardo Cortez) sin saber en qué mundo se está metiendo para acabar siendo una confidente de la policía. Muy bien rodado y con momentos muy notables, marca claramente que su autor Tay Garnett, más allá de su emblemática "El cartero Siempre Llama dos Veces" fue un autor infravalorado que merecería una buena revisión de su obra
 
Cortocircuito 2 (Kenneth Johnson, 1988)

Secuela de las andanzas del robot ingenuo-parlanchín más famoso de los 80, que como mandan los cánones de cualquier secuela/remake, esta vez se desarrolla en un ámbito urbano, en contraposición al ambiente más campestre de la primera parte. Si bien el encanto de Johnny 5 sigue intacto, no se puede decir lo mismo del ritmo del film, y muy especialmente, de los actores que acompañan al animatronic, absolutamente faltos de carisma, y lo que es peor, de química con el robot. Eso no significa que algunas situaciones y el concepto del film en general no sea interesante, que lo es, y ofrece algunos momentos francamente divertidos. Pero por norma, están fatalmente desarrollados y rematados, y deslucen absolutamente lo que podría haber sido una secuela con algo realmente novedoso que aportar, aún tratándose de una peli enteramente concebida para agradar a los críos. Tampoco ayudan una realización mediocre en el mejor de los casos, y muchas veces, la irritante BSO más propia de una telecomedia de la época que de un film de ciencia ficción.

En definitiva, un film muy flojo, pero que siempre tendrá un pase por el cariño que despierta su protagonista y sus peculiares andanzas e idiosincrasia tan típica de la niñez en los 80, es decir, adicción a la TV y ametralladora a discreción de referencias pop.

Un saludete.
 
Por cierto, no me resisto a compartir esta escena de la peli que, por obra y gracia del doblaje español, une de manera improbable la scifi familiar ochentera con nuestro cine quinqui, como si la traducción hubiese estado supervisada por el mismísimo Pirri :cuniao :



Un saludete.
 

CUENTOS AL CAER LA NOCHE (Nightbooks, 2021 - David Yarovesky)​




Película producida por Sam Raimi y un intento interesante de rodar un film de "terror" para una audiencia de corte más infantil, con aquí la historia de un niño aficionado a las historias de terror que se convierte en prisionero de una malvada bruja. En el fondo una variante de "Hansel y Gretel", algo alargada en su primera mitad...Pero que va cogiendo solera conforme avanza y funciona mucho más en su tercio final, cuando realmente muestra su inspiración directa en aquella historia.
 

SINIESTRA CACERÍA (Vampire. 1979 -E.W. Swackhamer)​




Uno de esos telefilms ejemplares que se rodaron en la década de los setenta y que nada tenían que envidiar con producciones cinematográficas. Aquí un relato rápido, sencillo, un poco en la línea de "El Vampiro de La Noche" de Dan Curtis , muy bien rodado por el televisivo Egbert W. Swackhamer, que narra la resurrección de un Vampiro (excelente Richard Lynch) en pleno San Francisco de aquellos tiempos. A su favor tiene un ritmo incesante, buenas secuencias de atmósfera y un reparto con los siempre excelentes Jason Miller y E.G. Marshall...Muy disfrutable, aunque tiene una pequeña pega, un final que queda abierto a la espera de una posible prolongación como serie de TV que nunca fue.
 

LA NIEBLA (The Fog, 1980 -John Carpenter)​



Memorable relato de aire clásico, que el paso de los años hace mejorar como el buen vino. Esta fue la cuarta película dirigida por John Carpenter y todo un inolvidable relato de atmósfera de miedo (a la antigua usanza) con un pueblo sometido a la maldición de unos marineros que vuelven con la niebla para vengarse. Sensacional a nivel de tempo y atmósfera (los primeros 20 minutos son de antología incluídos esos títulos de crédito) , con una gran fotografía de Dean Cundey y toda una lección de como rodar un film de terror jugando con el espacio y el suspense. Los resultados tal vez se resienten del hecho de que Carpenter se vio forzado a rellenar el film con algunos sustos porque creía que el film no acababa de funcionar del todo...Pero eso no le quita méritos a una película de terror básicamente efectiva, rodada (y musicada) con maestría por un director que ama el género hasta las entrañas
 
Jóvenes ocultos, de Joel Schumacher

Obra de culto nostálgica y ochentera que se ha ido revalorizando con paso del tiempo y conforme a la creciente idealización de la década. Rollo motero y macarra, vampiros “de los de verdaz” y una amblinada spielbergiana con niños en bici resolviendo misterios se combinan en lo que no deja de ser un subproducto que imita cosas mejores y que no llega a la altura de sus referentes, pese al aroma judaico que desprende. Unas gotas de terror, unos toques de comedia (“¡mi propio hermano es un vampiro de mierda! ¡ya verás cuando se entere mamá!”) y eso sí, un sentido ajustado y económico del relato, pero al servicio de un material pobretón, de una realización tosca que no cubre sus carencias por mucho movimiento de cámara y colorín saturado que se empeñe en meter el amigo Joel; dice bastante poco de un cineasta que su título más celebrado sea un refrito de otros.

Inolvidable fiesta playera con un maromo untado en aceite tocando el saxofón, marca de la casa, así como la connotación lúbrica de unas noches tórridas de verano en las que cualquier aventura puede suceder. O el retrato de un pueblo de California que es cuna del despendole y paraíso de la gente más rara de la tierra, donde la peor alimaña nocturna puede pasar más o menos desapercibida; un submundo dentro de éste, capaz de perturbar al buen e inocente americano medio que viene de fuera y se topa, en semejante putiferio, con los últimos y oscuros rescoldos del movimiento hippie y con la cultura surfera, aunque esto último no se explota apenas, con la figura icónica de Jim Morrison, eterno emblema de la juventud rebelde y desatada.

Claro alegato de la institución familiar y película conservadora con fugaz plano de la banderita, nos habla de una mujer divorciada que comete el inmenso error de intentar rehacer su vida con otro hombre, alguien que por supuesto sólo puede ser un ente usurpador y maligno del auténtico progenitor ausente; señora, mejor quédese sola para toda su vida por el bien de lo que más quiere en el mundo. Papá no está, por eso me convierto en un outsider sin causa ante la ausencia de una masculinidad fuerte que me guie en la vida. Me adentro en un camino de abyección sin retorno, una sucesión de pruebas iniciáticas en las que no falta un interés romanticoso y un infante ñoño con calzador. Hablamos hoy de “ideología” como si nunca hubieran existido en Hollywood películas tan cargadas como esta de moralina, explícitamente defensoras del “estilo de vida americano” (mención a los cómics de Superman) y hechas pasar por simple entretenimiento familiar.

Kiefer se adueña del cotarro a base de presencia malrollera, pero el resto de chupasangres ni diálogo tienen, no digamos personalidad; muy burdo todo y poco aprovechado más allá de sus poses de malotes. Por lo demás, la peli tiene un interés indudable como muestrario de estilismos inenarrables, en especial los del hermano pequeño y sus coloridas camisas, de potentes temas de rock como ese “Cry little sister” o el “When you’re strange” inicial. Y todo sea dicho, entrañable de verdad la declaración de amor por el cómic, anterior a su actual auge masivo; verdadera escuela de la vida en la que se convierte lo real en ficción y la ficción en realidad.


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A mi una de las mejores peliculas de los ochenta.

Eso sí, querer verle mensajitos conservadores es de ridículo made in foros 2022.

Tanto buscar discusritos y no mencionamos Peter Pan en Lost Boys... A cagar.
 
Última edición:
Vaya piniculon, El Deposito de Cadáveres,


para que os hagáis una idea es un rollo "El Salario del Miedo" con unos mendas trabajando en condiciones infernales para recolectar madera...fisicidad, localizaciones de la hostia, conflictos entre personajes de carne y hueso (nada de buenos y malos)... vamos que no llega a obra maestra como la de Clouzot pero le anda cerca, mejor que el 99% de lo que se hace hoy en dia.
 

COCODRILO ASESINO (Killer Crocodile, 1989 -Fabrizio De Angelis)​




Tardío exploit de "Tiburon" dirigido por el productor/director Fabrizio De Angelis, aquí firmando con su habitual pseudónimo de Larry Ludman...Con efectista música de un eficiente Riz Ortolani -que imita a John Williams de modo descarado- y que narra las fechorías de un enorme cocodrilo, desarrollado y mutado gracias a la alimentación extra de unos residuos en un rio Sudamericano (no se concreta el país). Muy típica y con los detalles exploit habituales de estas italianadas -incluye también la estrella en declive ( un Van Johnson que casi siempre aparece sentado, que tampoco hay que cansarse)- y el hijo de Richard Crenna enfrentándose a la lagartija, no ofende, pero sin ninguna sorpresa
 
La escapada, de Dino Risi

Celebrada comedia “a la italiana” con dos gigantes de la actuación en uno de esos duelos de personalidades opuestas que buscan el contraste marcado; el de un vividor irresponsable que hace lo que le da la gana, fuerza de la naturaleza, frente a un jovenzuelo apocado, tímido y dedicado a sus estudios de derecho, cuyo encuentro casual les pondrá cara a cara con la vida. El granuja pondrá de los nervios al pringadete conforme le involucra en sus correrías, a la vez que nace en éste una secreta admiración, por ser el otro la plasmación de todo aquello que en el fondo querría hacer, pero no se atreve a llevar a cabo. Película con mucha vitalidad dentro, un captar espontáneo de la realidad, desarrollada como a retales y sin rumbo a lo largo de un corto período de tiempo conforme al estilo del cine europeo reciente; llamativa la pulla directa a Antonioni cuando esto busca algo muy similar, aunque por otros caminos… un vacío semejante, del que permanecen incluso unos edificios vacíos, una Roma desolada y sin transeúntes al ser pleno mes de agosto.

La propuesta la sostienen sus actores y recoge un ambiente específico, el de la Italia de los años 60, un país adentrándose en la modernidad y el cosmopolitismo sin que el anterior estado de cosas desaparezca por completo; el viaje por carretera de esta extraña pareja sirve de excusa para recorrer variados entornos, desde las playas atestadas de turistas y gente bailando el twist hasta el mundo rural y terrateniente con sus diferencias sociales, pasando por restaurantes y fondas, trattorias y locales de fiesta. El amor por la velocidad, las expectativas ante el viaje espacial, conviven pues con una máquina expendedora que no funciona, un baño atascado, la sátira de la gente de nivel.

Desternillante y muy ágil comienzo, por cierto, con el primer encuentro y cómo empieza a liarse el asunto, queda perturbado un ambiente adormecido gracias a la irrupción del caos. Un film, por cierto, incorrectísimo desde nuestros estándares, con el Gassman llamando “cara de mono” gratuitamente a una negra que pasaba por allí, o cachondeándose de un criado con mucha pluma, por no hablar del absoluto desprecio y condescendencia hacia el campesino ignorante que intenta molar y sólo es un cateto. Se trata del paso del tiempo irrecuperable ante un porvenir que es ya presente y que no es deseable por su convencionalismo, como el de aquella burguesía de provincias; idea muy de época la de no querer que otros decidan, planifiquen y dirijan por ti, el afán de emancipación y de hacer lo que realmente uno quiere hacer con su vida, según un espíritu algo rebelde y anarquista. A la vez, está la faceta oscura del fiestero que no puede parar de estropear las cosas y sólo alcanza un frágil equilibrio con sus seres queridos, o los pocos que le soportan, pues es un tipo que intenta huir desesperadamente de una intensa soledad, de sí mismo. El divorcio, la liberación sexual de las mujeres, vista con malos ojos o al menos con desconfianza por el más amante de las mujeres. Y llegamos así al desenlace de la aventura: imprevisto, brusco y desde luego cruel, en el que se hace patente la auténtica y existencial dimensión del relato, o lo pequeño, lo fútil del ser humano, haga lo que haga con ese tiempo que se le ha dado. No sabemos si hay una condena del exceso, del apurar únicamente el momento, o bien hay precisamente una exaltación de ese exprimir el ahora porque nunca se sabe lo que nos puede ocurrir mañana.


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La escapada, de Dino Risi

Celebrada comedia “a la italiana” con dos gigantes de la actuación en uno de esos duelos de personalidades opuestas que buscan el contraste marcado; el de un vividor irresponsable que hace lo que le da la gana, fuerza de la naturaleza, frente a un jovenzuelo apocado, tímido y dedicado a sus estudios de derecho, cuyo encuentro casual les pondrá cara a cara con la vida. El granuja pondrá de los nervios al pringadete conforme le involucra en sus correrías, a la vez que nace en éste una secreta admiración, por ser el otro la plasmación de todo aquello que en el fondo querría hacer, pero no se atreve a llevar a cabo. Película con mucha vitalidad dentro, un captar espontáneo de la realidad, desarrollada como a retales y sin rumbo a lo largo de un corto período de tiempo conforme al estilo del cine europeo reciente; llamativa la pulla directa a Antonioni cuando esto busca algo muy similar, aunque por otros caminos… un vacío semejante, del que permanecen incluso unos edificios vacíos, una Roma desolada y sin transeúntes al ser pleno mes de agosto.

La propuesta la sostienen sus actores y recoge un ambiente específico, el de la Italia de los años 60, un país adentrándose en la modernidad y el cosmopolitismo sin que el anterior estado de cosas desaparezca por completo; el viaje por carretera de esta extraña pareja sirve de excusa para recorrer variados entornos, desde las playas atestadas de turistas y gente bailando el twist hasta el mundo rural y terrateniente con sus diferencias sociales, pasando por restaurantes y fondas, trattorias y locales de fiesta. El amor por la velocidad, las expectativas ante el viaje espacial, conviven pues con una máquina expendedora que no funciona, un baño atascado, la sátira de la gente de nivel.

Desternillante y muy ágil comienzo, por cierto, con el primer encuentro y cómo empieza a liarse el asunto, queda perturbado un ambiente adormecido gracias a la irrupción del caos. Un film, por cierto, incorrectísimo desde nuestros estándares, con el Gassman llamando “cara de mono” gratuitamente a una negra que pasaba por allí, o cachondeándose de un criado con mucha pluma, por no hablar del absoluto desprecio y condescendencia hacia el campesino ignorante que intenta molar y sólo es un cateto. Se trata del paso del tiempo irrecuperable ante un porvenir que es ya presente y que no es deseable por su convencionalismo, como el de aquella burguesía de provincias; idea muy de época la de no querer que otros decidan, planifiquen y dirijan por ti, el afán de emancipación y de hacer lo que realmente uno quiere hacer con su vida, según un espíritu algo rebelde y anarquista. A la vez, está la faceta oscura del fiestero que no puede parar de estropear las cosas y sólo alcanza un frágil equilibrio con sus seres queridos, o los pocos que le soportan, pues es un tipo que intenta huir desesperadamente de una intensa soledad, de sí mismo. El divorcio, la liberación sexual de las mujeres, vista con malos ojos o al menos con desconfianza por el más amante de las mujeres. Y llegamos así al desenlace de la aventura: imprevisto, brusco y desde luego cruel, en el que se hace patente la auténtica y existencial dimensión del relato, o lo pequeño, lo fútil del ser humano, haga lo que haga con ese tiempo que se le ha dado. No sabemos si hay una condena del exceso, del apurar únicamente el momento, o bien hay precisamente una exaltación de ese exprimir el ahora porque nunca se sabe lo que nos puede ocurrir mañana.


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El final no pega ni con cola...es el tipico final de practica de escuela de cine...la peli tiene un tono distinto a ese final y no es coherente ni procedente con lo contado antes.
 
El final no pega ni con cola...es el tipico final de practica de escuela de cine...la peli tiene un tono distinto a ese final y no es coherente ni procedente con lo contado antes.

No sé lo que es un "típico final de práctica de escuela de cine".

La película deja sus pistas e insiste en aspectos más o menos "oscuros" tras las risas y el despendole: la visita al cementerio, siguiendo a las extranjeras, la exhibición de constante temeridad al volante, por no hablar del accidente del camión con los frigoríficos. Brusco lo es, inesperado también.
 
No sé lo que es un "típico final de práctica de escuela de cine".

La película deja sus pistas e insiste en aspectos más o menos "oscuros" tras las risas y el despendole: la visita al cementerio, siguiendo a las extranjeras, la exhibición de constante temeridad al volante, por no hablar del accidente del camión con los frigoríficos. Brusco lo es, inesperado también.
Pues un final para epatar que te sacas de la manga cuando "no pega ni con cola" por lo que te han ido contando la previa hora y media, ni por tono... pero bueno, no empaña la pelicula que es muy interesante.
 
Es que dedica bastante metraje a crear cercanía y que nos encariñemos con los personajes... para al final hacer eso; comprensible que siente como el culo xD. Pero me pareció bastante arriesgado, de dejarle a uno pensando y de echarle un par, la verdad, y no sé si en el cine americano se podría hacer algo así entonces (unas décadas antes sospecho que ni de coña).
 
El final de La Escapada tiene sentido. Bruno es un sinvergüenza seguro de sí mismo y un irresponsable. Risi lo definió así:
''Bruno es alguien que destruye porque no ha sabido construir, es un italiano típico, superficial, fascista. Es impotente, voluble, su poder radica en su presencia física, una fuerza de choque, aunque sin ninguna cualidad ni moral”. Y en La Escapada Risi traduce su declaración en imágenes. Su Bruno no es, únicamente, un personaje interesante, sino que también es coherente y legible... y su final, aunque brusco, es totalmente consistente con la vida de alguien que vive al límite.
 

DOCTOR RICTUS (Dr Giggles, 1992 -Manny Coto)​




Simpático pyschokiller de principios de los noventa, con aún toques de erotismo y humor propios de la década anterior, que proponías una variante sobre "El Dentista" y similares, con un doctor enloquecido (impagable Larry Drake) que tras volver a su ciudad natal decide imponer su forma particular de medicina sobre el grupo de habitantes de una ciudad pequeña. Premisa nada original, pero que Manny Coto expone con soltura y muchos detalles gore que hacen que el film sea un sano divertimento gamberro de género, nada original, con buenos momentos y mucho humor negro
 

LA INCREÍBLE HISTORIA DE LA PERA GIGANTE (Den utrolige historie om den kaempestore paere, 2017 -Amalie Næsby Fick, Jørgen Lerdam, Philip Einstein Lipsk)​



Imaginativa propuesta de cine animación infantil que a partir de una historia muy sencilla pero efectiva, el viaje de sus protagonistas para encontrar a un amigo perdido en una isla, consigue construir una historia llena de ternura frescura y a la vez sin caer en algunos tópicos típicos del cine animación , además de ser una estimulante película que se aleja de la "fórmula" a veces excesiva a la que se someten las producciones americanas
 
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